lunes, 28 de enero de 2013

Servicios de los ecosistemas

Aunque el tema ya lo he tratado (sobre todo al hablar de la infraestructura verde) vuelvo a plantearlo porque para conseguir un acercamiento global al territorio desde el punto de vista del planeamiento no veo otra forma de hacerlo más que mediante unidades basadas en elementos de la naturaleza. Desde la ciudad, lo verde se entiende como esa cosa tan bonita a la que nos acercamos de vez en cuando provistos de nuestra cámara de fotos, zapatos de trekking, móvil, y demás artilugios necesarios para escalar las más altas montañas y vagabundear por territorios inexplorados. Pero esa cosa tan bonita es mucho más que algo bello. No es que la palabra “servicios” me parezca demasiado adecuada (más bien me suena a W.C.) para describir todo aquello que los ecosistemas nos dan para conseguir una vida digna y sana pero es la que tradicionalmente se viene usando, sobre todo desde que en el año 2005 las Naciones Unidas los definiera y evaluara. Y por eso he terminado por titular el artículo tal y como aparece arriba y no, por ejemplo, de forma parecida al informe cuya portada reproduzco en la imagen.

Todas las imágenes del artículo proceden de este informe

Resulta evidente que los actuales sistemas de planificación basados en considerar a la ciudad como el centro del universo han llegado a su colapso. Durante décadas las ciudades han sido seres extraterrestres posados sobre un territorio ajeno. Se hablaba del sistema de ciudades sin considerar nada más que las grandes aglomeraciones y las relaciones entre ellas. Todavía muchos estudios de planificación sólo saben diseñar estrategias basadas en la competitividad mundial y en situar a la ciudad que les ha encargado el plan en lo más alto de la clasificación con más crecimiento que nadie. Pero ya en la segunda década del siglo XXI estos planteamientos basados en el desarrollo porque sí (y sobre todo en el desarrollo que consiste en quitarle a los demás su cuota de riqueza o progreso), se está constatando que conducen a un callejón sin salida. Las ciudades más avanzadas, y no me refiero a las de mayor tamaño, vuelven ya la mirada a sus territorios. A esos territorios despreciados y degradados durante años, y empiezan a hablar de desarrollo endógeno. Algo es algo. No es suficiente, pero es un comienzo.

Mosaico de ecosistemas que conforman un paisaje cultural ideal

Es decir, se empieza a hablar de regiones con base no sólo económica o cultural, sino también natural. Áreas territoriales en las cuales la propia ciudad, la agricultura, la ganadería, la industria, los aprovechamientos forestales, las áreas de naturaleza más o menos virgen que quedan, deben pensarse como un todo. En este contexto el objetivo ya no es el crecimiento a cualquier precio, sino conseguir que los habitantes vivan de una forma digna y puedan realizarse como personas sin obstáculos debidos a las desigualdades o a la discriminación. Eso supone, por supuesto, que la naturaleza del territorio impone límites a la capacidad de acogida. Tradicionalmente estos límites se han superado mediante el transporte. Que no tenemos cereal suficiente, lo traemos de Rusia. Que no tenemos cobre suficiente, lo traemos de Chile. Que no tenemos petróleo suficiente, lo traemos de Kuwait. Que no tenemos espárragos suficientes, los traemos de Perú. Que tenemos que desprendernos de residuos nucleares, pues los llevamos a África. El problema es que este método funciona mientras el precio del transporte de toda esa energía, materiales y personas es asumible por el sistema. Pues bien, empieza a no serlo.

Marco para el desarrollo de los indicadores del informe

Parece evidente que si esto es así va a producirse un cambio radical en los instrumentos de planificación. Y este cambio pasa por una reconsideración del territorio y de sus posibilidades. Desde cosas tan elementales como los ámbitos (las unidades administrativas actuales son auténticas perversiones del sistema) hasta los objetivos, pasando por las formas de gestión o la reconsideración normativa del plan. Todos los profesionales del planeamiento estamos de acuerdo en que el plan (sobre todo el de urbanismo) tal y como lo conocemos hoy, por lo menos en España, está muerto. No sirve más que para enriquecer, tanto a corruptos como a inversores de buena fe (no corruptos). Desde luego para lo que no sirve es para adecuar recursos y servicios a las necesidades de las personas y organizarlos racionalmente asignándoles lugares en el territorio. Probablemente tan sólo la normativa y planificación de protección, tanto la cultural  como la ambiental, sean las únicas que, en estos momentos, mantienen un mínimo de coherencia y, aunque con grandes dificultades, están intentando salvar lo poco que queda.

Razas ganaderas autóctonas amenazadas 
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Porque ese territorio tan olvidado, esquilmado y despreciado, es la base que permite la existencia de las ciudades y su funcionamiento. Aunque, desde una perspectiva urbana, a algunos les pueda parecer un tópico derivado de una visión romántica de la vida, sin naturaleza no serían posibles las ciudades. Ya hace años que vengo planteando esta cuestión en términos de orden y entropía. Pero no es necesario recurrir a logaritmos neperianos para darse cuenta de que la naturaleza, no sólo sirve para producir bienestar, sino que constituye la misma posibilidad de que existan urbanitas. Simplemente como recordatorio de lo que no hemos tenido en cuenta estos años me gustaría repasar algunos de los beneficios que esta naturaleza, entendida como un ejército de ecosistemas, nos suministra. Es lo que se conoce como “servicios ecosistémicos” o “servicios de los ecosistemas” propuestos, sobre todo, como una forma de ponerlos en valor. De los que más directamente dan soporte a las actividades urbanas y que, normalmente se organizan en redes sustituyendo con ventaja en muchos casos a la infraestructura gris, ya he hablado en varios artículos anteriores con el nombre de “infraestructura verde”.

Los impulsores del cambio en la biodiversidad

Existen diferentes clasificaciones de estos servicios. Para lo que pretendo ahora la elección de una u otra es casi irrelevante, ya que mi objetivo es dar un significado más intencional a expresiones muy de moda tales como desarrollo endógeno, resiliencia o territorios productivos. Por la sencilla razón de su accesibilidad, y porque suministra datos concretos para nuestro país, voy a seguir la propuesta de la Evaluación de los ecosistemas del milenio en España (EME) que comenzó en el año 2009 y todavía con algún capitulo en revisión. Vamos a empezar con algunos números impactantes: “De acuerdo con los cálculos realizados en este proyecto (informe Stern), la biodiversidad tiene un valor económico de entre 10 y 100 veces mayor que el coste relacionado con su conservación y que en la primera década del s. XXI se han perdido servicios por valor de unos 50.000 millones de euros anuales sólo en lo referente a los ecosistemas terrestres. Esta estimación es una aproximación conservadora ya que sólo contempla algunos de los servicios de los ecosistemas suministrados por la biodiversidad terrestre, obviando por el momento los ecosistemas marinos, los desiertos o los Círculos Polares”.

Suministros en función de la gestión realizada

En el informe los servicios se clasifican en tres grandes grupos. En el primero aparecen los llamados “Servicios de Abastecimiento”: aquellas contribuciones directas al bienestar humano que provienen de la estructura biótica y geótica de los ecosistemas. Entre estos servicios podemos destacar:
  • Alimentos procedentes de la agricultura, ganadería, pesca, acuicultura, apicultura, etc.
  • Alimentos obtenidos directamente de los ecosistemas naturales o poco modificados culturalmente.
  • Agua para consumo humano o para usos agrícolas e industriales.
  • Materias primas de origen biótico (madera, celulosa, fibra textil, etc.).
  • Materias primas de origen geótico (sal marina o continental).
  • Energías renovables (biomasa, hidroeléctrica, eólica).
  • Información genética usada en biotecnología.
  • Medicinas naturales, como las obtenidas a partir de plantas silvestres.
Es sencillo entender que la mayor parte de estos servicios son fundamentales, no sólo para la ciudad en concreto, sino para los seres humanos en general, vivan en ciudades, en áreas rurales, o en cualquier tipo de asentamiento que podamos imaginar. 

Estado de los ecosistemas en relación a los servicios

El segundo grupo está formado por aquellos servicios llamados “de regulación”, ya que se trata de contribuciones indirectas al bienestar humano producidas por el funcionamiento de los ecosistemas. Entre otras se pueden destacar las siguientes:
  • Regulación climática.
  • Regulación de la calidad de aire.
  • Regulación hídrica y depuración del agua.
  • Control de la erosión y fertilidad del suelo.
  • Regulación de perturbaciones naturales, como el control de inundaciones.
  • Control biológico, como el control de plagas.
  • Polinización de cultivos agrícolas y plantas aromáticas o medicinales.
Algunos de estos servicios son los que, en otros lugares del blog hemos llamado “infraestructura verde” porque, en muchos casos, pueden suministrarse o bien mediante obras artificiales (infraestructura gris) o aprovechando los propios ecosistemas. Por ejemplo, el control de inundaciones tal y como está planteado en la ciudad de Vitoria-Gasteiz. La cuestión de la regulación climática es paradigmática en el caso de la arquitectura o el urbanismo bioclimáticos frente a la utilización de una infraestructura artificial tal como aparatos de calefacción o aire acondicionado.

Estado de los ecosistemas en relación a los servicios

El tercer grupo está constituido por los llamados “Servicios culturales”, es decir “aquellas contribuciones intangibles que la población obtiene a través de su experiencia directa con los ecosistemas y su biodiversidad”. Puede parecer anecdótico este grupo pero tiene también gran importancia porque está directamente relacionado con cuestiones de salud mental tal y como hemos visto en el artículo anterior y como se refleja en muchos documentos que contienen evidencias científicas al respecto. Como ya he dedicado varios artículos al tema lo dejo aquí:
  • Conocimiento científico.
  • Conocimiento ecológico local.
  • Identidad cultural y sentido de pertenencia.
  • Sentimiento espiritual y religioso.
  • Disfrute estético de los paisajes.
  • Actividades recreativas y de ecoturismo.
  • Educación ambiental.
Todas las cuestiones relacionadas con la identidad cultural y el sentido de pertenencia han sido otra de las constantes abordadas en los artículos del blog (por ejemplo, el dedicado a Patrick Geddes) y que necesitan ser adecuadamente valoradas por los planificadores.

Estado de los ecosistemas en relación a los servicios

Yo mismo he propuesto en alguna publicación otra clasificación de estos servicios enfocada a la planificación urbana (más operativa y menos valorativa): elementos ecológicos, de infraestructura y de equipamiento. En cualquier caso, estos beneficios producidos por los ecosistemas sólo en casos muy excepcionales y puntuales han sido considerados a la hora de planificar nuestros territorios. Pero esta situación está cambiando. Cuando los recursos no pueden venir de fuera hay que buscarlos en casa. El problema es que muchas de nuestras casas (territorios) han sido ya desvalijadas. En este mismo informe puede leerse: “El ecosistema urbano considerado como un consumidor de servicios de otros ecosistemas ha incrementado la demanda del 84% de los servicios evaluados (16 de 19) en los últimos 50 años. Todos los servicios de abastecimiento, regulación y culturales han incrementado su demanda salvo tres que se han mantenido estables básicamente porque no son servicios que se puedan proveer desde el exterior. Por ejemplo, los relacionados con las zonas verdes en las ciudades, que son de regulación (polinización, fertilidad del suelo)”.

Los servicios en el sistema urbano

Recomiendo la lectura completa del informe (aunque tiene partes en revisión, se puede obtener gratuitamente en el enlace que figura al final del artículo). Para el análisis de la situación se han considerado ocho ecosistemas terrestres: bosque y matorral esclerófilo, bosque y matorral mediterráneo continental, bosques atlánticos, montaña alpina, montaña mediterránea, zonas áridas, ecosistemas macaronésicos y agroecosistemas. Cuatro ecosistemas acuáticos: marino, ríos y riberas, lagos y humedales de interior u acuíferos. También el litoral como ecosistema de transición y los ecosistemas urbanos. De todos ellos se hace un análisis desde el punto de vista de los servicios que suministran, el estado actual y su evolución previsible. Por supuesto que unos capítulos son más interesantes que otros, pero en general, el informe es de lectura bastante asequible e interesante. Hay muchos datos que pueden resultar sorprendentes. Por ejemplo, el hecho de que España es el país que más superficie protegida aporta a la red europea Natura 2000 con casi el doble de hectáreas que Suecia que es el segundo, y más del doble de lo que aportan Alemania, Francia o Finlandia.

Número de especies de plantas vasculares por área en Europa 
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De todos los sistemas considerados voy a comentar algunas de las conclusiones relativas a los Agroecosistemas ya que son los que ocupan la mayor superficie de suelo: más o menos un 60%. Aunque las cifras pueden variar, globalmente este es el orden de magnitud. Los principales servicios que produce son, claro está, los de abastecimiento alimentario a través de la agricultura y la ganadería, pero también provee muchos otros tales como “servicios esenciales de regulación (almacenamiento de carbono, fertilidad del suelo, regulación hídrica, polinización) y culturales (conocimiento ecológico local, recreación y ecoturismo, educación ambiental, conocimiento científico)”. En general, dice el informe, “los agroecosistemas españoles mantienen sus servicios de abastecimiento, aunque con pérdida de agrobiodiversidad, lo que incrementa la dependencia respecto a empresas suministradoras de semillas, los pesticidas y fertilizantes. A ello se añade un consumo de energía creciente. Aunque la capacidad de producir alimentos está asegurada, no se aprovechan las enormes posibilidades que ofrece el extenso espacio rural español para la producción ecológica y como opción atractiva para la calidad de vida”.

Los servicios en los agroecosistemas

Esta visión optimista desde el punto de vista del abastecimiento no se mantiene en lo referente a los servicios de regulación: “En cuanto a los servicios de regulación, son los que muestran un estado más débil. Cinco de ellos, los más asociados al mantenimiento de procesos ecológicos esenciales, no mejoran y mantienen una situación mixta, tanto los que podrían contribuir a moderar los efectos del cambio global (regulación climática, de la calidad del aire, de perturbaciones) como los que dependen de dinámicas biológicas (polinización, especies amenazadas). Dos se deterioran claramente, la regulación de la fertilidad del suelo – aumentando la dependencia de materias primas minerales, fertilizantes, en gran medida importadas-, y la regulación morfosedimentaria debido al abandono de usos. Por último, dos tienden a mejorar: la eficiencia en el uso del agua agrícola y los métodos de control biológico”.

Nivel de afectación a los servicios de los agroecosistemas 
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Respecto a los servicios culturales cinco de ellos "aumentan su importancia, debido principalmente a las demandas de la población urbana: servicios de educación, disfrute estético y espiritual, actividades deportivas, etc.; pero ello ocurre en paralelo a una pérdida del conocimiento ecológico local y el deterioro del sentido de identidad y pertenencia de las sociedades rurales. El peligro de terciarización del espacio rural –siguiendo un modelo tipo parque de ocio, con uniformización de contenidos- y la preponderancia de servicios desligados del carácter y función agraria de estos ecosistemas, es muy evidente”. También se destacan en el informe otros problemas relacionados con este ecosistema como, por ejemplo, la pérdida del acervo genético y cultural de la agricultura y ganadería tradicionales. Pérdida que podría impedir un mayor rendimiento, por ejemplo, en la comercialización ecológica ya que, aunque se han producido algunos avances en lo “bio” no se han producido en consonancia con lo que ha ocurrido en otros países. Probablemente sería necesario un apoyo institucional y social decidido para modificar la esta tendencia.

Mosaico de ecosistemas que conforman un paisaje cultural ideal

Estamos en un momento francamente interesante tanto desde el punto de vista de los cambios en la organización social como de nuestros territorios. La necesidad de compatibilizar la vuelta a “la tierra” con una visión de “la Tierra” como un sistema global, está obligando a replantear las bases de un mundo heredado de la Revolución Industrial y que está dando sus últimos estertores. Y esto va a afectar también al planeamiento. La prueba de que algo se mueve es que no son pocas las universidades y centros de investigación en los que estos temas empiezan a considerarse se forma prioritaria. Por no alejarme demasiado del lugar donde trabajo a mi propio grupo de investigación se le ha concedido un I+D+I que lleva por título “Integración de los espacios agrarios periurbanos en la planificación urbana y territorial desde el enfoque de los servicios de los ecosistemas”. Trabajo que se está desarrollando en estos momentos. Y con este mismo enfoque dirijo dos tesis doctorales. Probablemente falta todavía tiempo para que investigaciones de este tipo puedan concretarse en recomendaciones a las que sea sensible la sociedad y puedan ser asumidas por los políticos, pero el camino no parece que pueda ser otro que el de los “servicios de proximidad”. Es decir, el acortamiento de las distancias entre servicios (tangibles o intangibles) y población, frente al dominante en la actualidad que es justo el contrario: buscar estos servicios cada vez más lejos.


Referencias:
  • Los informes de evaluación de los ecosistemas del milenio pueden encontrarse en la página web Millennium Ecosystem Assessment.
  • Para el caso español la página con los informes es la de Ecomilenio donde, además hay noticias, enlaces y la agenda de actividades del EME.
  • El Informe de Síntesis del EME de septiembre de 2011 (el que he comentado en el artículo) puede encontrarse en la página web Ecomilenio.es, y obtenerse gratuitamente bien por capítulos o en su totalidad.
  • El Informe de Resultados del EME de marzo de 2012 puede encontrarse en esta misma página web de Ecomilenio.es y obtenerse gratuitamente por capítulos (aunque algunos están todavía en revisión).
  • Existen muchas publicaciones interesantes pero, por su carácter intermedio entre la divulgación y el rigor recomendaría la titulada “Servicios de los ecosistemas y el bienestar humano” coordinada por Nekane Viota y Maider Maraña, de Unesco Etxea, publicada en el año 2010. Puede obtenerse en pdf en este enlace.

jueves, 3 de enero de 2013

Planificar ciudades saludables

Con el cambio al nuevo plan de estudios de arquitectura hemos tenido que rehacer asignaturas y programas. Esta situación siempre supone un cierto revulsivo en el tradicional inmovilismo de la enseñanza universitaria española. Así, y aunque en pequeña medida, se van introduciendo cambios. Por primera vez en una de las asignaturas de nuestro departamento se va a tratar el tema de la Salud y el Urbanismo. Me ha parecido interesante dedicar este artículo a comentar una publicación que lo aborda de forma bastante concisa y panorámica. También la recomienda Luca Brunelli, uno de los alumnos a los que dirijo la tesis doctoral relacionada con esta temática, en el blog del Colectivo Lazareto del que ya he hablado en alguna ocasión. Su título es: Delivering Healthier Communities in London, y fue redactada en 2007 por el HUDU londinense con ayuda de algunas consultoras. Trataré de centrar mis comentarios en la cuestión de la salud mental por ser un tema poco tratado al hablar de diseño urbano.

Portada de la publicación

Siempre me ha asombrado la capacidad de los anglosajones para producir guías y recomendaciones útiles frente a la habilidad latina de aprobar normas que no se cumplen nunca y que, por tanto, son perfectamente inútiles. Y la guía que voy a comentar es una muestra evidente de por qué se produce esta situación. Un urbanista en el momento de planificar una ciudad o diseñar la sección de una calle se encuentra ante un cuestión (digamos que) matemáticamente indefinida. Es decir, con tantas variables que el resultado final puede ser casi cualquiera. Que sea acertado o no depende, sobre todo, de su habilidad para identificar las cuestiones clave. Para ello resulta imprescindible que comprenda con claridad el funcionamiento de los procesos esenciales y sus relaciones. Eso es lo que se aborda en guías como la que voy a comentar. Y de ahí su utilidad. Por supuesto que no están adaptadas ni a la forma de vida ni a la mentalidad latina pero algunas cuestiones esenciales (las que se refieren precisamente a los procesos) son universales y deberían servir también en nuestro entorno.

El ambiente urbano influye en la salud mental  somospacientes

Esta publicación da respuesta, básicamente, a la siguiente pregunta: ¿qué elementos relacionados con la salud dependen en alguna medida del diseño y organización de la ciudad? La contestación de la guía se centra en cinco apartados:
  • Salud mental.
  • Obesidad y enfermedades cardiovasculares.
  • Enfermedades respiratorias.
  • Incrementos de la mortalidad achacables al excesivo frío o calor.
  • Lesiones.
Después de una serie de conceptos introductorios tales como: ¿qué es la salud?, la salud en Londres, o qué entendemos por comunidades saludables, se estudian luego las relaciones con el urbanismo. Toda la tercera parte está destinada a analizar las principales variables de las que dependen estos elementos. Por último se plantean algunas cuestiones metodológicas y de Buenas Prácticas relativas a la salud y al planeamiento urbano. En el comentario de hoy me centraré en la parte que trata la salud mental.

Tasas de suicidios en España  elsevier

Para concretar la situación voy a dar uno de los datos que figuran en un reciente informe sobre "Salud Pública y Urbanismo en la Unión Europea" que realizamos entre Begoña Merino y yo para la Junta de Andalucía: las muertes por suicidios en la UE alcanzan las 58.000 anuales. Cuando Begoña me lo dijo pensé que era un error porque son más que las debidas a los accidentes de tráfico. Pero en efecto, parece que ese es el orden de magnitud. Para el caso de España, en 2009, según el INE se produjeron 3.429 muertes por suicidio y 2.588 por accidentes de tráfico (las cifras de suicidios son bastante controvertidas, pero las reproduzco sólo para dimensionar el problema). Utilizo datos de 2009, justo al comienzo de la crisis por si este hecho los hubiera distorsionado. Pues bien, resulta que buena parte de los suicidios se deben a trastornos mentales, en concreto a la depresión. El hecho de que dediquemos tanto tiempo y dinero a cuidar de forma exquisita los pasos de cebra, a templar el tráfico, o a limitar la velocidad e ignoremos de forma palmaria la influencia, por ejemplo, de la adecuada distribución de las zonas verdes en la ciudad para mejorar la salud mental de sus habitantes resulta un poco sorprendente.

La calidad de la vivienda y del barrio influyen decisivamente adaygc

Aunque la guía tiene la virtud de ser concisa, clara y muy bien organizada, tampoco profundiza demasiado en cada uno de los apartados. Pero es perfecta para tener una panorámica introductoria al tema. Respecto a la salud mental, resume perfectamente en menos de una página los factores asociados más directamente al llamado "efecto entorno" (barrio y vivienda), y de los que se tienen evidencias científicas más concluyentes:
  • La densidad, relacionada con los espacios libres y el hacinamiento.
  • El diseño, en cuestiones concretas tales como la altura de los edificios, y menos concretas como el desagrado del aspecto que presenta el inmueble.
  • El vandalismo, la falta de mantenimiento o la belleza y cuidado de las plantas bajas.
  • La calidad de la vivienda, por ejemplo: el aislamiento, los materiales o las instalaciones.
  • El miedo a la delincuencia, con la consecuencia del menor uso del espacio público.
  • El ruido, aunque este caso puede depender también en forma importante de la idiosincrasia del individuo.
En la guía se estudian con mayor detalle algunos factores concretos tales como el diseño y la densidad, la calidad de la vivienda, el miedo al delito y el riesgo de inundaciones. Excepto el tema de inundaciones al que ya le he dedicado bastante espacio en el blog, voy a intentar comentar lo más destacado del resto.

Las viviendas en edificios altos no son muy favorables  inmoportalix

Respecto al diseño se constata que tanto las viviendas a gran altura como las situadas a nivel del suelo están relacionadas con una mala salud mental de los residentes. Los edificios de gran altura afectan particularmente al bienestar mental de madres con niños pequeños y, posiblemente, al de los propios niños. Asimismo las viviendas de gran altura tienden a reducir las oportunidades de socialización. Ya hemos comentado en el blog que, precisamente, las relaciones sociales directas son imprescindibles para una buena salud mental. Todo lo que tienda a reducirlas debería evitarse. En lo que se refiere a las densidades, también parecen existir evidencias de que valores muy altos o bajos y problemas de salud mental van de la mano. Sin embargo, en la propia guía se manifiestan con cautela y ello es debido a que la cuestión de la densidad es bastante compleja y en este caso, entiendo, depende bastante de la cultura, las costumbres y el desarrollo del proceso histórico urbano. En términos generales, los índices de hacinamiento (es decir, los límites máximos permitidos tanto en viviendas como en el barrio) habría que fijarlos para cada situación concreta.

Las bajas densidades impiden una socialización real  googlemaps

Pero la cuestión de la densidad no se relaciona tan sólo con los índices de hacinamiento sino también con los ratios mínimos que hagan posible una vida urbana y social, condición imprescindible para una buena salud mental. Así, en la propia guía se señalan las 30 viviendas por hectárea como densidad mínima a considerar. En general, las dificultades no se deben tanto a las densidades máximas como a las mínimas. Y no sólo por temas estrictamente de salud. Por ejemplo, en el documento se mencionan los 100 habitantes por hectárea como el mínimo necesario para hacer posible un transporte colectivo adecuado. Además, las densidades pueden aumentarse sin afectar apreciablemente a la salud mental mediante un diseño y planificación adecuados, ya que también influyen las posibilidades de expansión (espacios abiertos y zonas verdes) que encuentra el ciudadano al salir de casa. En el documento se cita una guía de la CABE, Better Neighbourhoods: Making Higher Densities Work donde se dan algunas indicaciones para conseguir un funcionamiento adecuado en zonas con altas densidades (aunque lo que los ingleses entienden por altas densidades es algo “chocante” visto desde una perspectiva de ciudad mediterránea compacta).

La calidad de la vivienda es otro factor a tener en cuenta  plataformaurbana

También se considera importante la calidad de la vivienda. Aunque en el propio documento se reconoce que la influencia de la planificación y el diseño urbano es escasa en este aspecto, si que se hace mención a la necesidad de que existan normas generales que obliguen a cumplir una serie de estándares mínimos relacionados con la construcción y el proyecto, tales como el Código de Hogares Sostenibles (es España estaríamos hablando de Código Técnico de la Edificación, ordenanzas municipales, normas urbanísticas contenidas en el planeamiento y otras análogas). Es importante que, a la hora de redactar y aprobar estos documentos se atienda a los aspectos de salud. También se plantea la necesidad de identificar los barrios con viviendas de mala calidad para volcar las ayudas a la rehabilitación y regeneración urbana en los mismos. En España las tres administraciones (central, autonómica y local), y en algunos casos concretos, han puesto en marcha trabajos para detectar barrios vulnerables, aunque la perspectiva de salud mental casi no se considera. En relación al tratamiento de barrios vulnerables los trabajos de Jorge Tizón en el barrio barcelonés de La Mina son modélicos y deberían haberse difundido más entre los profesionales de la planificación urbana.

Barrio de la Mina (la Mina vieja), Barcelona  barrimina

Otro de los factores que más influyen es el miedo a la delincuencia. A pesar de que ya he dedicado bastante espacio al tema, me parece interesante ver como se enfoca en la guía desde el punto de vista de la salud mental. Las recomendaciones se basan en una publicación del ODPM (2004) Safer Places: The Planning System and Crime Prevention, cuyos enlaces se incluyen al final del artículo. Aunque a lo lectores del blog les deben sonar bastante después de los artículos que he dedicado al diseño urbano seguro, no me resisto a transcribir los siete puntos que se resumen en la publicación:
  • Acceso y tránsito: con rutas bien definidas y entradas y salidas controladas que no comprometan la seguridad.
  • Estructura clara de usos con lugares diseñados para los mismos.
  • Todo el espacio público debería ser accesible a todos, de forma que sea posible la vigilancia natural.
  • Promoción del “sentido de propiedad” de los habitantes respecto a su entorno urbano.
  • Protección física con un diseño adecuado para las funciones de seguridad.
  • También resulta imprescindible la existencia de actividad en el espacio público y una gestión del mantenimiento adecuada con participación de los vecinos.
De todo esto hay bastante literatura, incluso varios artículos en el blog. La novedad es que aquí se destaca su importancia en relación con un tema clave como es el de conseguir una adecuada salud mental de los ciudadanos. En buena parte de las recomendaciones se estudian y analizan ejemplos concretos de situaciones reales. Para este de la seguridad subjetiva se han elegido los casos de Russell Square y la regeneración del Swanley’s, Northview Estate, West Kent. Eso sí, todo ello de una forma muy clara y concisa (cada análisis de casos no ocupa más allá de un par de páginas).

Inseguridad ¿subjetiva?  unanocheunica

Para terminar esta parte de salud mental se habla en la guía del riesgo de inundaciones (que ya he advertido voy a pasar por alto). A continuación se plantean una serie de recomendaciones, pocas y claras, relativas a cinco temas básicos, que sí quiero comentar. Empezaré por una de las que considero más importantes y que figura bajo el epígrafe de "Comunidad e Infraestructura Social". La recomendación dice textualmente: “Maximizar las oportunidades para la interacción social a través de la inclusión de los servicios sociales y comunitarios tanto en los nuevos desarrollos como en los planes de regeneración”. En España ya lo hemos asumido en lo que se refiere a la actuación sobre áreas consolidadas con el nombre de rehabilitación integrada (o integral, según los momentos). Pero no así en los casos de nuevos desarrollos donde, salvo excepciones, ni se menciona. En la guía se llega a plantear la necesidad de que no se permita la ocupación de las viviendas hasta que no esté asentada la infraestructura física mínima que posibilite una vida de relación: centros sociales, de ancianos, espacios libres o comercios. 

Viviendas en Seseña (Toledo)  alfazentauro

El segundo tema es el relativo a los "Espacios abiertos y zonas verdes". Veamos lo que dice la guía: “Los redactores y las autoridades de planificación deberán incluir suficientes ‘equipamientos para la evasión’ (traducción casi imposible de ‘escape facilities’, en el sentido de "lugares que funcionen como válvulas de escape") tales como espacios abiertos y verdes tanto en los nuevos desarrollos como en los planes de regeneración”. Es muy importante considerar esta función de las zonas verdes ya que pueden proporcionar múltiples beneficios desde el punto de vista de la salud pública. Los planes de urbanismo deberían estudiar la forma de incluir estos espacios con los mínimos necesarios para poder cumplir esta exigencia, tanto en las áreas existentes como en las que se creen. Ya hemos visto al estudiar el tema de las zonas verdes la necesidad de que exista una zona verde de dimensión suficiente para que una persona pueda considerarse “fuera” de un lugar cementado, y que se encuentre a menos de 300 metros de su vivienda. Aunque no se menciona en la guía, ya he analizado en otro artículo del blog los beneficios que supone también para la rápida bajada de los niveles de estrés.

Parques de proximidad aunque sean pequeños, pero cercanos y seguros  wikipedia

En el epígrafe “Diseño y reducción del delito” se recomienda que en la organización y en el diseño de áreas urbanas, tanto de nueva creación como de regeneración, se sigan los principios del diseño urbano seguro. En particular para el caso de las zonas verdes y espacios abiertos, con objeto de que la gente las use en la mayor medida posible. A pesar de tratarse de una recomendación obvia, no es sencillo de llevarla a cabo ya que es imprescindible conjugar el aislamiento del tráfago urbano necesario para que una zona verde se considere beneficiosa para la salud, con el principio de “ver y ser visto” (base del diseño seguro). Como siempre en cuestiones de diseño podemos dar normas generales muy bonitas pero la dura realidad le impone al proyectista, muchas veces, misiones imposibles. Sin embargo un profesional capacitado, es decir que tenga en mente las prioridades de cada momento y conozca las posibilidades, conseguirá en muchos casos “cuadrar el círculo” y hacer compatibles necesidades contradictorias. También en la guía se hace mención a la necesidad de no limitarse estrictamente al área de actuación. Resulta necesaria una visión más global respecto al resto de la ciudad y, en concreto, “a los problemas y condiciones de las áreas circundantes”.

La videocámara como panóptico, control policial versus control social  monsefuradio

El apartado "Calidad del diseño y Tipología" está planteado de una forma algo más etérea. Comprendo que entramos en niveles en los cuales es casi imposible generalizar pero se dicen cosas bastante interesantes en páginas anteriores (algunas ya comentadas) que no se ven reflejadas en este resumen. Sólo se mencionan como aspectos concretos: la necesidad de identificar áreas de baja calidad; y la de promover en los desarrollos de alta densidad la privacidad, la mezcla de usos, las relaciones sociales y la participación en la gestión. Todos ellos, temas que nos son suficientemente conocidos. Por último, en lo que se refiere al quinto punto "Gestión y Mantenimiento", de menor interés para nosotros (aunque de gran importancia), se alude a la necesidad de que, como mínimo, tanto los espacios libres como los equipamientos comunitarios estén en disposición de ser utilizados antes de que los habitantes ocupen las viviendas. También a que los residentes participen en la gestión y en el mantenimiento del espacio público y zonas comunes.

Calles para caminar  kalipedia

En la guía también se estudian el resto de factores que influyen en la salud, no sólo mental, sino también física: obesidad y enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, incrementos de la mortalidad en invierno o verano achacables al excesivo frío o calor, y lesiones. Dado su interés dedicaré, en su momento, otro artículo a la obesidad y las enfermedades cardiovasculares en relación con las posibilidades que proporciona una ciudad diseñada para poder andar, circular en bicicleta o realizar deporte en ambientes más naturales. También la cuestión de las lesiones empieza a tener importancia dado que nos encaminamos de forma muy rápida hacia una ciudad de “superviejos” (la cuarta edad) que no está pensada precisamente con criterios de accesibilidad para todos. Sobre ello, o bien Luca o yo, escribiremos algo en su momento. Sin embargo, todo lo relativo a la contaminación relacionada con el urbanismo, es mucho más conocido casi desde los mismos comienzos de nuestra disciplina. Incluso cuando yo era estudiante, mis profesores de urbanismo me enseñaron que tenía que considerar los vientos en la disposición de las zonas industriales “para evitar la contaminación”. Pero las modernas formas de contaminación (visual, electromagnética o acústica) son mucho menos conocidas, y podrán ser temas interesantes para futuros artículos.

Estético penacho de contaminación  docksud

En definitiva, espero que los comentarios de hoy ayuden a despertar el interés por un campo dentro del urbanismo que considero de vital importancia (y nunca mejor utilizada la palabra vital). Lamento que la práctica totalidad de la literatura esté en inglés pero es lo que hay. Esta ha sido una de las razones que me han movido a escribir el artículo. Como el blog se lee en muchos lugares de Latinoamérica y algunos de mis lectores tienen problemas con el inglés, he pensado que los comentarios que he hecho a la guía les podrían ser de utilidad. Para aquellos que entiendan inglés recomiendo el documento original que se puede obtener en pdf en el enlace que figura abajo. También puede ser interesante visitar el blog del Colectivo Lazareto que lleva Luca. Hay mucha información relacionada con un tema poco tratado en nuestro país. Bueno, acabo. Soy consciente que el artículo de hoy es bastante denso, largo y poco humorístico. Además difícil de leer completo. Pero me parece necesario reivindicar la necesidad de leer más de ciento cuarenta caracteres. Sin lectura, sin la travesía personal que supone la interpretación de un texto (incluso largo), no hay cultura. Y sin cultura no es posible la libertad. Aunque cada vez estoy más convencido de que Internet se está empezando a utilizar básicamente como entretenimiento (pan y circo para contentarnos), todavía sigo creyendo en sus posibilidades docentes y culturales.


Enlaces y documentos (por orden de aparición)