Esta imagen, ¿podría ser de una ciudad española? ¿de cuál?
Lo habéis adivinado: es Astana la capital de Kazajstán... savonyuriy
El posicionamiento teórico y descriptivo está ya hecho en muchos sitios. Incluso la discusión sobre su significado y la especulación sobre el camino a seguir. En el blog hace pocos meses que comenté el libro de Francesc Muñoz titulado Urbanalización. Paisajes comunes, lugares globales (a raíz de la discusión que tuvimos en una mesa redonda en Bilbao) en el artículo Convirtiendo el paisaje urbano en un tuit. Y hace ya más de un año publiqué el trabajo de José Juan Barba titulado “Ciudad genérica y ciudad queer” en el artículo Desmontando la ciudad genérica. Por tanto, aunque la discusión no se puede dar por zanjada ni mucho menos, los términos de la cuestión están ya planteados incluso en diferentes artículos del blog. Pero la aportación que hace Irene Rodríguez Lorite se encamina a intentar cuantificar la homogeneidad. Trata de verificar si, con diferentes culturas, climas o condiciones económicas, los números nos dicen que el resultado formal de la construcción de la ciudad, es prácticamente el mismo independientemente de los lugares concretos en los que se construya.
...pero, con algunos retoques, podría haber estado igualmente al borde del lago
Erripagaña en Pamplona (o en cualquier otro sitio del planeta) savonyuriy noticiasdenavarra
Hay que decir que se trata de un trabajo riguroso. Desde la elección de la muestra hasta la cuantificación de las variables medidas, Irene ha ido razonando los porqués de cada elección. Es un trabajo fin de máster, no una tesis doctoral, por tanto es imprescindible considerar el tiempo que tiene asignado en créditos. Por simples motivos de índole práctica (sobre todo posibilidades de obtener información) estudió sólo cinco ciudades, todas españolas, y se centró en extensiones urbanas construidas en un período temporal concreto para hacer más sencilla la comparación. Respecto a las variables, trabajó también con aquellas que estaban a su alcance, todas de carácter formal. Es obvio que la generalización a otras condiciones, casos y variables, es el siguiente trabajo a realizar. Pero el camino está ya apuntado. Como siempre, he adaptado el trabajo a las condiciones del blog, eliminando en la medida de lo posible todas sus características más académicas como notas o bibliografía, y copiando y pegando de aquí y de allá. La expresión “irl” se corresponde con imágenes del documento.
Urbanización descontextualizada y condiciones locales
Autora: Irene Rodríguez Lorite
La relación de la arquitectura y el urbanismo con su entorno y localización es esencial para el funcionamiento lógico y racional de la ciudad. Como ya decía Vitrubio, dicha relación es crucial. La elección del lugar donde asentarse, ya fuera cercano a un río, a la costa o a un terreno productivo, era fundamental para la subsistencia de las ciudades. Ello conllevaba el modo en el que se organizaban, desde su estructura y morfología, hasta los materiales de construcción de las viviendas que solían ser, principalmente, materiales autóctonos debido al encarecimiento económico que suponía traerlos desde lejos. Sin embargo, la aparición del ferrocarril, el desarrollo tecnológico, los avances en los nuevos materiales y la producción en serie, supusieron un cambio en la manera de construir y pensar la ciudad. La importación de materiales de construcción aparenta no ser ya demasiado problema, y los avances de la producción en cadena y los menores costos por salarios más bajos en países de menor nivel de renta, ayudaron bastante a consolidar esta nueva forma de crear ciudad.
Muestra de paisajes urbanos análogos irl
Por otro lado, se han establecido a modo de manual, parámetros y estándares de edificabilidad, densidad, altura de los edificios o relación de ancho calle, en algunos casos de forma obligatoria. Esto se ha hecho muchas veces sin pensar en las condiciones del sitio, generando la homogeneización en la producción de ciudades. Ello va en contra de la necesidad del ciudadano de contar con elementos de referencia, hitos de orientación, que faciliten la percepción del espacio y su conexión con el lugar. La relación del urbanismo con su localización no se entiende únicamente desde el punto de vista de las adaptaciones climáticas, sino que también dicha contextualización ha generado unos modos de vida y unas tradiciones culturales propias, que se encuentran vinculadas a los procesos de identidad social e individual. Esta desconexión se puso aún más de manifiesto con los postulados del Movimiento Moderno. Desde entonces se ha intensificado el camino hacia una ciudad homogeneizante y universal propiciando la propagación de áreas urbanas globales y llevando a una construcción ajena a las condiciones del lugar.
Fragmento ejemplo de una ficha tipo 1 del trabajo irl
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En España, hacia 1955, al terminar el período de autarquía de los primeros años del régimen franquista, se reanudaron los contactos con el exterior permitiendo, con mucho retraso, la entrada de las ideas de la Carta de Atenas. Ello trajo consigo el abandono de la construcción entre medianeras para dar paso a la construcción en bloque abierto. Este tipo de urbanismo, preconizado por los ideólogos del Movimiento Moderno, ya se había llevado a la práctica en varias ciudades europeas como Berlín o Frankfurt, generando fuertes críticas por la rígida sistematización en la disposición de la edificación en formaciones paralelas, la idéntica orientación o sus características arquitectónicas repetidas. Además, resulta que en 1956 se aprueba en España la Ley del Suelo introduciendo una forma de construir la ciudad con bases similares en todo el territorio nacional independientemente de las diferencias culturales, climáticas y económicas. Estas son los mimbres, que luego evolucionan, produciendo una simplificación evidente en las nuevas áreas urbanizadas.
Fragmento ejemplo de una ficha tipo 2 del trabajo irl
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El término homogéneo, genérico, análogo, monótono, etc. ha sido un tema de gran actualidad en la teoría urbanística desde mitad del siglo XX, sobre todo desde el punto de vista de la ausencia de identidad en la construcción de las nuevas periferias. Henri Lefebvre, en su famoso libro El derecho a la ciudad, se refiere a las construcciones de vivienda social tras la Segunda Guerra Mundial como “pabellones unifamiliares y grandes conjuntos de bloques de vivienda colectiva industrializada, concebidos ex profeso por el capitalismo industrial, encontrándose muy alejados de generar vida urbana por su simplificación social, funcional y morfológica”. En los términos de simplificación y reducción es donde está la clave del problema de la construcción de la ciudad contemporánea, generándose un paisaje que, según Francesc Muñoz “no tiene ni principio ni fin y que se define precisamente, por su ambigua ubicuidad”.
La edad del parque de viviendas en España (base INE) irl
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La superficie de suelo urbanizada desde mediados del siglo XX hasta nuestros días ha crecido de manera acelerada. En España esto se produce de forma especial desde la década de los sesenta, habiéndose registrado que el 85,5% del parque inmobiliario se construye con posterioridad a 1960. Este rápido crecimiento, debido al inicio del proceso de desarrollo, trajo consigo la producción de infinidad de nuevos barrios y periferias con características morfológicas, arquitectónicas, programáticas y de funcionamiento totalmente descontextualizadas, sin tener en cuenta en gran parte de los casos, las condiciones locales de clima y culturales del territorio en el que se localizaban. Este trabajo ha intentado constatar cómo, a pesar de las diversas condiciones climáticas, territoriales o sociales, el resultado del paisaje urbano generado posee características de homogéneas y monótonas, lo que da a entender que en su diseño no se tuvieron en cuenta estas condiciones locales.
Mapa climático con la situación de las ciudades elegidas irl
La muestra, para ciudades entre los 100.000 y 300.000 habitantes, se centra en el período comprendido entre 1960 y 1975. Pero para asegurar condiciones climáticas muy diferentes la base fundamental de la elección fue la clasificación climática de Martonne. Como resultado de los requisitos anteriores se eligieron las ciudades de: Alcalá de Henares, Almería, Jaén, San Sebastián y Tarragona. Además es bien conocido que estas ciudades pertenecen a contextos socio-culturales muy diferentes aunque no se cuantificaron estas diferencias. Los parámetros a analizar se agruparon según tres aspectos: de carácter físico, los relacionados con la arquitectura y otros relativos al espacio público. Entre los primeros se estudiaron: superficie de parcela, relación entre la altura del edificio y el ancho de la calle, y la orientación. Respecto a la arquitectura: tipología, materiales, relación entre muro y hueco, y cubiertas. Y los de espacio público: relación espacio público y espacio privado, plantas bajas, superficie pavimentada, tipo de pavimento y vegetación.
Temperatura y precipitación en las ciudades de la muestra (base AEM) irl
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Los resultados obtenidos respecto a las variables analizadas que hemos agrupado bajo el epígrafe de soporte físico son bastante elocuentes. Aunque en los gráficos reproducidos no se representan las desviaciones típicas sino los valores medios, se evidencian las escasas diferencias en las cuatro variables analizadas, resultando especialmente característica la relación entre la anchura de la calle y la altura de los edificios, con variaciones escasísimas para los climas considerados. Este problema se acentúa todavía más si vemos que su orientación, analizando la proporción de metros lineales de fachada tanto en dirección este-oeste como norte-sur, es similar. Destaca el barrio de Montserrat en Almería (N-S:48%, E-O:52%) y la escasa diferencia con los barrios de Alcalá. En Jaén, el elevado porcentaje de superficie orientado a poniente también resulta bastante revelador. Si a esto le sumamos el fondo edificado que, en la mayor parte de los casos supera los 20 metros lo que complica la ventilación cruzada, encontramos unos números que certifican claramente la hipótesis.
Las variables del soporte físico y su comportamiento irl
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Respecto a las variables agrupadas bajo el epígrafe del soporte construido sorprende especialmente el resultado obtenido de la medición del tanto por ciento de huecos en fachada. El hueco es el interfaz entre exterior e interior y cumple dos funciones clave: por un lado, regular la graduación de la luz interior; por otro, según Capel, la de inscribir la arquitectura dentro del carácter de una región y hacerla perteneciente a un lugar. Sin embargo, el porcentaje de huecos en todos los climas es prácticamente el mismo. Es resaltable, también, la escasa variedad tipológica. La mayor parte de los edificios presentan características arquitectónicas semejantes (si se exceptúa el Barrio de Monserrat en Almería) predominando el bloque abierto y, secundariamente, la manzana cerrada. Por otro lado, la cantidad de suelo edificado respecto al total está comprendido entre el 28 y el 35%, comportándose de forma muy homogénea. Respecto a las cubiertas pasan cosas curiosas. Aunque aparentan adaptarse al lugar debido a su comportamiento menos homogéneo, resulta que, por ejemplo, San Sebastián con un régimen pluviométrico de 1700 l/m2 tiene una 49% de cubiertas planas, mientras que en Jaén con una pluviometría de 357 l/m2 resulta que el 80% de las cubiertas son inclinadas, al igual que ocurre en Alcalá de Henares o Tarragona.
Las variables del soporte construido y su comportamiento irl
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Del tercer grupo de variables y en lo que respecta a la superficie pavimentada, los resultados muestran cómo en el caso de los cinco barrios analizados todos ellos presentan un valor muy elevado rondando el 80%. A ello se le suma el color de las superficies horizontales, presentándose en la mayor parte de los casos un pavimento de adoquines de cemento gris oscuro o rojo calizo. En cuanto a la distribución de las actividades y equipamientos en el barrio, destaca que la ocupación de las plantas bajas sea muy elevada, rondando el 70% ocupado y en torno al 25% sin ocupar. La hegemonía del comercio supera en la inmensa mayoría de los casos el 50% y sus características genéricas sin identidad local constatan una vez más la hipótesis de partida. Por último, y entrando en el ámbito de la vegetación en el espacio público se constata la similitud evidente tanto respecto al porte como, tipo o la existencia o no de cespederas. A destacar que en gran parte de los casos (como en Tarragona o Almería) la vegetación se presenta de manera residual en medianas de carriles o rotondas.
Las variables de espacio público y su comportamiento irl
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Por tanto, morfológicamente, se observa semejanza en las dimensiones de las parcelas y en la relación altura-ancho de calle, la repetición en los ritmos y la escasa variedad de los tipos edificatorios. Todo esto conlleva una monotonía urbana que se aleja mucho de la armonía pretendida y que debería basarse en una mayor diversidad tipológica donde “se mezclen viviendas en alquiler y en venta pública, protegidas y libres, de tamaño pequeño, mediano y grande y con programas de usos mixtos compatibles” (Moya, L.: La práctica del urbanismo). En cuanto a la adaptación climática, se muestra una fuerte desconexión con el lugar: valores casi idénticos en la proporción de huecos; grandes contradicciones en el diseño de las cubiertas; sección de calle con valores muy parecidos en cualquier situación; y, en todos los casos, elevada proporción de superficie pavimentada. Desde el punto de vista perceptivo, las fachadas, pavimentos, vegetación y uso de las plantas bajas, no presentan apreciables diferencias. A esta uniformidad contribuye de forma destacada el uso de los mismos materiales de construcción y ajardinamiento.
Irene Rodríguez Lorite
Hasta aquí un resumen bastante esquemático del trabajo de Irene. He preferido no incluir todos los datos numéricos y dejar sólo los porcentajes, ya que los gráficos resultaban mucho más expresivos en un artículo para el blog, pero es evidente que están ahí, detrás de los mismos. Necesitamos muchos trabajos de este tipo que permitan verificar con números en la mano algunas afirmaciones, al parecer, obvias. Sin embargo, es probable que nos llevemos alguna sorpresa. Una de las cosas que más me ha llamado la atención de este trabajo (aunque necesitaría otro artículo para explicarlo) es que parece como si lo genérico, por lo menos en el caso español, no estuviera tan directamente relacionado con los estándares de planeamiento como cabría esperar, sino más bien con variables no reguladas. Esta afirmación requiere más datos que la confirmen y su discusión. Pero, aparentemente, nos indicaría que, desde el punto de vista urbanístico, las variables económicas se impondrían sobre cualquier otra. Y que desde el edificio (además de éstas, por supuesto) debería ser considerada en los análisis la imposición de una determinada forma de ver la arquitectura muy relacionada con la moda del momento y creada por los medidos especializados, propia de la profesión, e independiente de las características del sitio y, en algunas ocasiones, incluso del usuario.
Adaptación al medio saltándose la arquitectura (además crea identidad)
Barrio de Sanchinarro (Madrid) fototravel
Las ciudades se parecen unas a otras porque sirven para lo mismo: para vivir en comunidad. Y ello no debería ser considerado negativo. Es más, la innovación siempre se produce primero en áreas de vanguardia y luego se extiende por todo el planeta. Pero eso no quiere decir que lo nuevo que funciona en Bogotá vaya a funcionar igualmente bien en Sevilla. Decía Ortega que “La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto”. Mediante la técnica (y la ciudad es uno de los artilugios técnicos más sofisticados) podemos adaptar el medio para que las mismas áreas urbanas y los mismos edificios puedan funcionar en las situaciones más dispares. Pero esto tiene algunos límites. El más importante y que está directamente relacionado con la sostenibilidad (vuelvo a hablar de sostenibilidad ahora que los políticos han quemado la palabra y ya casi ninguno la usa) es la eficiencia del sistema. Es muy probable que el mismo barrio que copiemos de las afueras de Reikiavik y construyamos en Kinsasa podamos llegar a conseguir que funcione en ciudades tan diferentes, pero los costes económicos, ecológicos y sociales, de hacerlo así no son asumibles, ni por el planeta ni por los grupos locales. Desde el punto de vista de las relaciones de la ciudad con el medio, probablemente el significado más adecuado de la palabra diversidad sea un compromiso entre la adaptación al medio y la adaptación del medio. Es decir, una mezcla de ciudad local que aumente la resiliencia y ciudad genérica que facilite la innovación.
Tienes razón cuando en el último párrafo dices que la diversidad urbana debería incluir también una parte de ciudad genérica. Pero yo la veo más en los elementos singulares que, como singulares, no identifican a la ciudad en el concierto de ciudades pero sirven para orientarse dentro de ella.
ResponderEliminarEs verdaderamente una pena que se vayan perdiendo nuestras aldeas con sus construcciones tan bien adaptadas a las necesidades del campo y se vean sustituídas por edificios igualitos a los que podría haber en la sierra de Madrid, en Jaén o en Alicante. Y pasa lo mismo en las ciudades que una ya no sabe si está en Astana -como en la foto que pones en la portada- o en Palermo. No se de quien será la culpa pero no creo que sea solo debido a cuestiones económicas. Qué trabajo tan bonito ha hecho tu alumna.
ResponderEliminarY ahora... ¿propuestas? ¿qué hacemos? ["So what?" como decía Rachel Kaplan cuando sus alumnos les presentaban sus conclusiones]
ResponderEliminar:)
Desde luego una de las acciones y no poco importantes, sería dar difusión a este tipo de trabajos, y esto ya está hecho a través del blog, pero me pregunto si no se podría hacer algo más... No sólo en este tema en concreto, sino en todos los que afectan al urbanismo, al paisaje, y en definitiva a la calidad de vida de TODOS (no digo de la sociedad, porque parece que se refiere a los demás, y no a uno mismo)
Saludos!
Judti.
Felicitaciones a Irene por este excelente trabajo. Totalmente de acuerdo, en diversas ocasiones, y en variados contextos, no cuestionamos lo que es más evidente. Sólo lo damos por sentado. Las ciudades son el reflejo de nuestra sociedad. Actualmente, la complejidad y diversidad humana se lee en el casco histórico de las ciudades. En la periferia, la lectura de la ciudad se torna análoga, distante, un tanto aburrida. Quizás indiferente. Gracias por compartir estas reflexiones en su blog.
ResponderEliminarMarina: no tengo claro que las construcciones de las aldeas gallegas estén "tan bien adaptadas a las necesidades del campo". Como le contesto a Judit más abajo nos falta bastante información para hacer afirmaciones como esa. En todo caso estarían bien adaptadas a las antiguas necesidades del campo. Efectivamente, no creo que la ciudad genérica aparezca sólo por consideraciones económicas, tienes toda la razón.
ResponderEliminarJudit: como dices, por algún sitio hay que empezar. La información es lo primero: tenemos que saber qué pasa. Luego, difundir la información, decirle a los demás: lo que pasa es esto. Si el problema es puramente técnico (que no es el caso) intentar ofrecer alternativas, aunque sólo sea una. Pero si el problema no es técnico resulta necesario propiciar un debate. De forma que, entonces, hay que difundir la información de forma que resulte comprensible para que pueda discutirse entre todos. La mayor parte de las "soluciones" en ciencias sociales no son técnicas, sino que deberían surgir de confrontar posturas distintas. Es lo que trato de hacer en el último párrafo cuando planteo que, además de la ciudad "del sitio" y la ciudad "genérica" podría proponerse una tercera vía que mezclara ambas. Por supuesto esto tiene poco que ver con el trabajo de Irene que se sitúa en la primera parte (saber qué pasa). En realidad lo que hago es un salto mortal directamente al debate. Y no debería hacerlo ya que la información con la que contamos es todavía insuficiente. Por ejemplo, no sabemos la magnitud del problema. Así, en una ciudad ¿qué tanto por ciento representa la "ciudad descontextualizada respecto a la contextualizada? Igual es tan poco que no merece ni la pena plantearlo. O igual no es lo mismo en unos sitios que en otros. Por otra parte tampoco están cuantificados los costes. Realmente, eso que decimos que la ciudad descontextualizada es más costosa ¿es realmente cierto? ¿cómo cuánto? Preguntas, preguntas, preguntas todavía sin respuesta razonada.
Muy interesante la reflexión y el trabajo de Irene.
ResponderEliminarTener la máxima información es esencial, pero siempre nos faltará y hay que moverse incluso así. Los ritmos en la construcción de la ciudad superan la capacidad de generar respuestas "perfectas" que se apoyen en una información completa y absolutamente contrastada. Podemos acercarnos aportando información, de hecho debemos y es un gran aporte de este trabajo. No es un problema exclusivamente técnico y su complejidad llega a lo más profundo de la estructura social, económica, cultural y física de cualquier espacio de construcción colectiva. Pero creo que podemos debatir ya, sin toda esa información, pues nunca habrá recorrido teórico suficiente.
En este debate, creo que hay que reivindicar el papel de los arquitectos, como profesionales del espacio. Los más aptos y cualificados aquí. Y a esa pregunta "¿qué hacemos?", no hay una respuesta única. Hay (o debe haber) el inicio de procesos analíticos, reflexivos, multidisciplinares, que se apoyan en el máximo conocimiento de la realidad posible, pero que entran sin solución de continuidad en la generación de propuestas. Junto a todas las “fuerzas” que entran en juego en la configuración de la ciudad, pienso decididamente que las decisiones que afectan al paisaje urbano y arquitectónico (aunque son inseparables en el proceso), deben venir orientadas por arquitectos. Y comprendiendo que el arquitecto debe reformularse, abrirse a otros campos, repensar su papel dentro de la sociedad, mejorar su integración en equipos multidisciplinares, desinflar su ego… también es cierto que, en mi opinión, debe ser protagonista en la creación de la ciudad. Quizás no lo hemos sido suficientemente.
Pero cada territorio es único y no habrá jamás una solución “tipo”. En esa mezcla de la tercera vía quizás podamos atisbar una “solución”, no como realidad definida, sino como camino. Porque es cierto, no creo que la ciudad genérica sea necesariamente más costosa. Hay, en cambio, realidades objetivas que atender, algunas de las cuales se citan en el trabajo de Irene, como por ejemplo el clima, las orientaciones, el paisaje, el territorio, la ciudad existente,… que son fundamentales.
Un ejemplo. Si imaginamos un sistema constructivo que responde perfectamente a un contexto climático concreto y que, además, es el más barato, rápido y sencillo de montar; si su obtención y fabricación apenas genera efectos ambientales ni sociales negativos, y su reciclaje es igualmente posible en ese contexto, ¿Por qué no vamos a utilizarlo en todos aquellas ámbitos que compartan ese clima? Ahora bien, el uso de un material o proceso no debería generar en ningún caso soluciones urbanas homogéneas. Y aquí entiendo que aparecería la hibridación “genérico-del sitio”. Ese sistema constructivo podría utilizarse ampliamente, pero no la repetición de edificios, conjuntos, barrios o ciudades. Porque en cada caso, habrá una realidad distinta, absolutamente llena de múltiples (infinitas) variables que impiden por naturaleza (desde la reflexión espacial), la copia directa. Porque en un caso el barrio remata en un cerro, en otro porque dominan las vistas al mar, en otros porque la ciudad crece en torno al río, en otros por la localización respecto a la ciudad existente, en otro porque el viento sopla fuerte en invierno desde el oeste, porque la vegetación que predomina es una, o porque la situación económica es otra, o las costumbres sociales … Pero también, porque las respuestas vendrán generadas por “equipos” diferentes que apoyados en toda la información posible y comprendiendo desde su complejidad cada contexto, ofrecerán propuestas espaciales distintas con el necesario sesgo de su propia comprensión de cada realidad y de su propio lenguaje formal… y que, inevitablemente, vendrán muy de la mano de los profesionales mejor formados en el trabajo con el espacio: los arquitectos.
Pepe: no me canso de repetirte que "non sei" que hacéis para tener esos alumnos ¡que suerte! Enhorabuena a los dos. Acabo de llegar de mis días vacacionales y, aburrido de tanto no hacer nada, el artículo me ha sabido a poco ¡quiero más! ¿Sería posible alguno sobre aquello qué estuvo tan de moda llamado semiología, semiótica y demás palabrejas que tanto mentábamos?¿en qué acabó todo?¿sirvió de algo?¿un análisis de este tipo no podría, por lo menos, complementar los aspectos más cuantitativos? Unha aperta.
ResponderEliminarMe gusta la secuencia:
ResponderEliminar1. Investigación-conocimiento (teniendo en cuenta un tiempo y unos recursos limitados, y sabiendo que nunca se llegará al conocimiento máximo).
2. Exposición de resultados-divulgación.
3. Propiciación de un debate entre distintos agentes
4. ¿Soluciones, mejoras?
Luis aporta que los arquitectos podrían llevar la mayor parte del peso de estas acciones dentro de equipos multidisciplinares (yo diría más bien transdisciplinares, contando con conocimiento local)
Y tras todo esto a mí aún me revolotea una pregunta en la cabeza: QUIÉN puede encargarse de investigar, formar, divulgar y consensuar. Creo que no vale conque sólo sea "un profesional competente". Creo que es preciso una persona íntegra, alguien que además de conocer el mundo quiera conocerse a sí mismo, un buen profesor que sepa investigar, transmitir y divulgar.
Todo esto viene motivado porque buscando cosas muy diferentes de paisaje en internet di con el libro "The Courage to Teach: Exploring the Inner Landscape of a Teacher's Life" y ha sido muy muy revelador.
Qué suerte que exista el verano y se pueda leer sobre cosas tan diversas y sin aplicación inmediata. Encantada estaría de hablar de semiótica :D
Abrazos.
Judit.
Judit y Antonio: de momento dejaré la semiótica para más adelante. Estoy preparando algo sobre memoria colectiva porque lo necesito para el comienzo del ya próximo semestre en el que me toca lidiar con Protección del Patrimonio y Paisaje y Territorio. Creo que os va a gustar.
ResponderEliminarVuelta a casa, vuelta a internet, vuelta a facebook, vuelta a leer tu blog. Creo que tienes razón, habría que cuantificar el fenómeno de "la ciudad genérica". Muchas partes de muchas ciudades de muchos países son bastante poco genéricas. Me gustaría tener, por lo menos, algo parecido a un tanto por ciento. Enhorabuena a tu alumna por haberse metido en ese embrollo.
ResponderEliminarPepe: acabo de ver en el lateral del blog la noticia de los veinte años de Cuadernos de Investigación Urbanística. Te doy la enhorabuena, ya se que eres el director de la revista, y te ruego la transmitas a todos los que la hacen posible -supongo que casi todo el departamento-. Es una pena que no se puedan poner comentarios en las noticias y lo tenga que hacer aquí pero no tengo otro sitio, lo siento. Y repito mi enhorabuena. Unha aperta.
ResponderEliminar¿Qué genera lo genérico, la deslocalización? Toda una "cultura constructiva" ("el sistema coordinado de conocimientos, reglas, procedimientos y hábitos que rodea el proceso constructivo en un lugar y momento dados", como la definía Howard Davis).
ResponderEliminarEntre las decenas de elementos que operan coordinadamente para producir este urbanismo descontextualizado, se me ocurre uno: los concursos de arquitectura, juzgados por arquitectos cuyos saberes, procedimientos y hábitos son radicalmente no locales; precisamente, el prestigio consiste en ser circulable, en aplicar criterios similares en Alicante y en Burgos, en Madrid y en Shanghai.
Anónimo de las 16:31: Sí, a eso me refería en el penúltimo párrafo cuando escribía sobre una "forma de ver la arquitectura muy relacionada con la moda del momento y creada por los medidos especializados, propia de la profesión, e independiente de las características del sitio y, en algunas ocasiones, incluso del usuario". Y esto no es de aplicación sólo a los edificios sino también a grandes proyectos urbanos e, incluso al diseño de parques, jardines, plazas, secciones de calles o árboles de alineación. Parece claro que hay que llegar a un cierto compromiso entre singularidad y generalidad. La primera resulta imprescindible para muchas cosas (entre otras para conseguir una mayor eficiencia) pero la segunda también es necesaria ya que trae consigo otras formas de ver las cosas y, sobre todo, innovaciones mucho más rápidas que los lentos avances de los elementos adaptados al contexto. Lo que no puede ser es que lo "genérico" se imponga siempre y, sobre todo, en aquellas partes de la ciudad más adaptadas a las condiciones locales, tanto físicas como culturales.
ResponderEliminarEnhorabuena por los veinte años de la revista, tanto para tí como para el departamento. Con los tiempos que corren es toda una hazaña mantener una publicación de investigación.
ResponderEliminar¡Veinte años, cuánto tiempo! Enhorabuena.
ResponderEliminarEstimado Fariña de las 21:53:
ResponderEliminarSolo quería apostarme contigo una comida a que, al escribir "Anónimo de las 16:31" (o al menos, hedging my bet, al leer "Fariña de las 21:53"), te has acordado de "Funes el memorioso".
Un abrazo,
Anónimo de las 16:02
ja ja, muy bien pensado. Pero me hubieras tenido que pagar la comida. Pongo siempre la hora al lado de los que comentan como "Anónimo" para diferenciarlos unos de otros y que se sepa a quien respondo. Gracias por recordarme al "cronométrico Funes" (supongo que sabes que soy un fan de Borges, no hay más que leer en el blog arriba a la derecha), sobre todo ahora que estoy terminando un artículo sobre la memoria. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, acabo de regresar de China pasando por San Francisco. Viví durante dos años en Pekín, ciudad que en muchas partes es un claro ejemplo del urbanismo repetitivo y aburrido. La arquitectura de la ciudad es muchas veces un reflejo de la personalidad colectiva que tiene una memoria a corto plazo. Individualmente sus habitantes tienen personalidades poco definidas y erráticas. La ciudad es puro contraste, de lo bueno y lo malo: es muy bipolar. Los extranjeros que vivimos haya nos conocemos casi de memoria la respuesta de muchas personas frente a las mismas situaciones. Cabe recalcar que así como hay una gran mayoría a las que ser diferentes les resulta una idea inconcebible, hay una minoría que desborda con personalidades muy excepcionales y originales.
ResponderEliminarDespués pasé por San Francisco, ciudad donde quedé maravillado. Ninguna casa es igual a la de alado, sin embargo muchas se parecen y las que no se parecen, tampoco desentonan.
A pesar de todos los problemas que tiene la ciudad, como una enorme cantidad de personas marginadas y junkies, ninguna zona de la ciudad me causa rechazo; de hecho los alrededores de la zona financiera con sus junkies me conmovió muchísimo, San Francisco la ciudad de lo experimental y novedoso también arrastra la pena de aquellos sirvientes de la curiosidad, personas que andan hablando solas perdidas en un mar de alucinaciones, personas que cayeron en la terrible trampa de la adicción con secuelas cerebrales, personas con las que me identifico porque que se cuestionan lo establecido y que por confusión o miedo, se internan en el abismo en un falso intento de escapar de su inconsciencia.
San Francisco es una ciudad que resplandece por su personalidad, una ciudad con espíritu de musa. Sus colinas son una hermosa gigante que sueña con las historias de sus habitantes. Una vez que empecé a recorrer sus avenidas no pude parar y con mi cámara intenté plasmar cada encuentro, cada fantasma que asomaba entre las paredes de las casas.
Con el puro interés de volver, cree una página web con las fotos que tomé, intentando retratar lo que vi. Habitantes que combinaban con sus casas. El sitio web es: snfrancisco.weebly.com. Si le interesa para intercambiar enlaces por favor avíseme, podría publicar alguno de sus artículos en mi sitio web.
Ahora me encuentro en Quito Ecuador, la ciudad que al igual a mi madre, comparten muchos de los mismos problemas y de cierta medida, también comparte mucho de la idiosincrasia de Pekín.
La ciudad ha cambiado mucho, pero las cosas que quisieran que cambiaran no lo han hecho, como la calidad del transporte público, la seguridad, el ocio y la contaminación. Se aproximan las elecciones de nuevo alcalde y tal parece que vamos a seguir recibiendo una dosis del mismo trato.
No creo que no se deban escoger candidatos para alcaldes, pero si proyectos. Creo tener nuevas ideas con un potencial enorme para combatir los conflictos de mi ciudad y para poderos explicar, tendría que hablar un poco de estas problemáticas. Estoy seguro que estas ideas no se han probado en ningún lugar del mundo, por eso me gustaría conversar con usted, buscando su guía y su consejo, por favor avíseme si le gustaría conversar por skype.