¿Qué hacer: demoler, abandonar, renaturalizar? urbansplatter
Sin embargo en el artículo de hoy y para acercarnos al tema, me voy a apoyar en el trabajo de otra de mis alumnas, Marcela Riva, que ayudada por su tutora Beatriz Fernández Águeda, trataba de dilucidar si la ciudad de Salamanca (España) era una “shrinking city” o no. En la introducción de su investigación, hacía una revisión del concepto y esta parte es la que he seleccionado para construir el artículo que he organizado extrayendo de su trabajo algunas partes y tratando de unirlas con una cierta coherencia. Ya lo he dicho en otras ocasiones: el trasladar un trabajo de investigación al blog requiere ser despiadado. Cuanto más despiadado más personas leerán el artículo hasta el final y no lo dejarán a los treinta segundos. Claro que si me paso probablemente perderá todo el rigor en aras del interés. Y este es un blog para formar a mis alumnos y no un circo mediático. Pido disculpas a Marcela y a Beatriz por el destrozo realizado. A partir de ahora, y hasta la firma, el trabajo y los derechos de autor son propiedad de Marcela. Los cuadros y las imágenes son del trabajo, excepto en las que se cita procedencia sobre las que asumo toda la responsabilidad (comentarios incluidos).
Shrinking Cities
Autora: Marcela Riva
Según los estudios realizados por U.N. Settlements Program para UN-HABITAT, las zonas urbanas siguen aumentando, pero con patrones de urbanización diferentes. Las grandes masas de nuevos urbanitas no llegan, como en el siglo pasado, a Europa y los Estados Unidos de América. Se están configurando una nueva clase de ciudades y las personas están migrando hacia esos nuevos “hubs” ubicados en los países periféricos o en desarrollo. De las treinta ciudades que se prevén con mayor crecimiento entre 1990 y 2030, 20 se localizan en China, 8 en África y 2 en Oriente Próximo (Sanaá y Kabul). Estos nuevos flujos migratorios, sumados a los cambios en la producción, el decrecimiento demográfico y las situaciones de conflicto político o bélico, forjan dinámicas que se evidencian en un achicamiento de las áreas urbanas, con infraestructuras infrautilizadas y zonas residenciales vacías o abandonadas. Son las “Shrinking Cities”.
Ciudades menguantes en algunos países
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Según el informe State of the World's Cities 2012/2013, publicado por UN-HABITAT, los países con mayor cantidad de ciudades que evidencian este proceso, catalogados en orden decreciente, son: Estados Unidos, China, Alemania, Brasil, Italia, Ucrania, Sudáfrica, Nigeria, Kazakstán, Rusia, Japón, Chile, India, Vietnam e Indonesia. Si el fenómeno se examina por países, U.S.A concentra el mayor número de casos. En el cuadro de arriba se detalla la cantidad total de “Shrinking Cities” existentes en algunos países de cuatro continentes, siendo Europa el que cuenta con un mayor número.
Distribución mundial del fenómeno
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Los datos recogidos durante el período comprendido entre los años 1950-2000, que se muestran en el mapa permiten visualizar la distribución espacial de este fenómeno. Pueden identificarse fácilmente patrones regionales de concentración que permiten intuir las relaciones de este fenómeno con la evolución de las economías regionales, la tipología de producción industrial y el movimiento y/o pérdida de la población. Para su realización se han utilizado ciudades cuya población supera los 100.000 habitantes. El color azul más oscuro se utiliza para grafiar una pérdida de población superior al 80%. Luego, en forma descendente pérdida de entre el 80% y el 40 %, entre el 40% y el 20% y, por último, entre el 20% y el 10%. El porcentaje de pérdida de población de mayor presencia es el que se encuentra entre el 40% y el 20%. El menos representativo es el que corresponde porcentajes por encima del 80%.
Algunas ciudades menguan, “shrinking” Baltimore shrinkingcities
Las ciudades modernas y desarrolladas del mundo están perdiendo población a un ritmo sin precedentes. Como se ha explicado al comienzo, los nuevos flujos migratorios no pueden formar parte de la solución a este problema como sucedía antiguamente. Según los datos recogidos en el Atlas of Shrinking Cities, en los últimos 50 años, 370 ciudades de más de 100.000 habitantes han perdido una proporción mayor o igual al 10% de su población. Algunas regiones de los Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón proyectan un decrecimiento de dos dígitos en las próximas décadas. En este contexto, en el año 2004, el Instituto de Desarrollo Urbano y Regional de la Universidad de Berkeley, California organiza un grupo internacional e interdisciplinar, The Shrinking Cities International Research Network (SCIRN), para analizar y definir el fenómeno de las “Shrinking Cities”. Las características básicas que presentan las ciudades en las que se observa este proceso, desde la perspectiva del SCIRN, son las siguientes:
- Áreas urbanas densas.
- Con un población mínima de 10.000 habitantes.
- Que han tenido pérdidas significativas de población durante un periodo mayor a dos años.
- Que se encuentran atravesando un periodo de grandes cambios económicos con síntomas de crisis estructural.
¿Esperando tiempos mejores? Salzgitter theguardian
Otro organismo, el CIRES (Cities Re-growing Smaller) una organización asociada a COST (European Cooperation in Science and Technology), activa desde 2009 y que agrupa a 26 países europeos incluyendo Turquía y Australia, define el fenómeno señalando como posibles causas los cambios demográficos, la emigración, los cambios estructurales en la economía y la suburbanización. En el contexto europeo, el desafío más importante para esta organización es lograr desarrollar la capacidad de planificar ciudades más pequeñas que mantengan la calidad de vida de sus habitantes. Entienden que, como las respuestas locales pueden ser muy diferentes de una ciudad a otra, el modo de llevar a cabo la investigación es mediante una metodología de “estudio de casos” que pueda arrojar información sobre las herramientas más idóneas utilizadas, o a utilizar, por las ciudades para gestionar esta situación.
La belleza de la ruina (o Detroit es bello) wikinews
Como resumen, y siguiendo el Shrinking Cities International Research Network, vemos por tanto, que el término “Shrinking Cities” describe, en general, áreas urbanas densamente pobladas que, por una parte evidencian una pérdida sostenida de población, y por otra experimentan transformaciones económicas que denotan síntomas de crisis estructural. Sin embargo es evidente que no hay una única definición para este fenómeno sino un abanico de interpretaciones, que se puede resumir en cuatro características fundamentales:
- Es heterogéneo.
- Se manifiesta con patrones desiguales.
- Presenta características locales.
- Es multidimensional.
Paisaje después de la batalla, “shrinking” Detroit wallstreetjournal
Esta polarización se observa, del mismo modo, en la disponibilidad de autores y documentos aptos para el análisis. La gran mayoría de las fuentes, publicadas en inglés o en alemán, analizan la problemática, bien desde la realidad americana, o bien desde la situación europea considerando mayoritariamente la perspectiva alemana y los cambios experimentados por las ciudades de Europa del Este pertenecientes a la ex Unión Soviética. En el transcurso de este trabajo solo he localizado un trabajo sobre Venecia, otro referente a las ciudades rurales australianas y un tercero que estudia el decrecimiento de las ciudades mineras de Asturias y León en España. Esto no quiere decir que no existan más pero indica que, probablemente, no son demasiado abundantes. Todos los autores coinciden en un único indicador común: la pérdida de población. Sin embargo, en la mayoría de los casos, muy especialmente en USA, la disminución de la población parece una consecuencia de otros procesos que afectan a las economías locales relacionados con la pérdida de actividad económica.
Buffalo Center Terminal, “shrinking” Buffalo urbanambles
Centrándonos en el caso americano y en el marco de la última conferencia de sobre “Shrinking Cities” organizada por COST Action Cities Re-growing Smaller (2013) uno de los ponentes, El Dr. Allan Mallach, presentó el documento “Shrinking Cities in the United States. The Challenge of Post-Industrial Transition” en el que analiza la situación para el caso de los Estados Unidos. Establece la pérdida población como el indicador fundamental. Añade que se deben considerar otros factores que inciden en este proceso, siendo los principales la pérdida de actividad económica, la sub-urbanización y la emigración hacia zonas más cálidas del país (“Sun-Belt”). Enumera, así mismo, otros factores secundarios que contribuyen a la pérdida de población, muchos de competencia estatal tales como los bajos intereses para la compra de vivienda nueva o la extensa red de autopistas interurbanas, tal y como se muestra en el cuadro.
Factores que contribuyen al decrecimiento
Hay un tema específico a tener en cuenta y es que las ciudades americanas deben financiar todos sus equipamientos y servicios públicos con fondos propios sin recibir ayuda estatal. Por tanto, menos población significa impuestos más elevados para mantener un mismo nivel de prestaciones. Si los impuestos se encarecen, las empresas pueden muy fácilmente relocalizarse en las periferias o en otras ciudades donde la carga impositiva les sea más favorable. Podríamos preguntarnos, por tanto, si la mayor carga impositiva es la consecuencia o forma parte de la causa, en este proceso. Para este autor es una consecuencia, ya que ciudades como Detroit, Milwaukee, Syracuse o Buffalo, que presentan el binomio de altos impuestos y bajo crecimiento se contraponen a ciudades como Dallas, Tampa, Austin o San Antonio que plantean la solución a su declive bajando los impuestos y controlando el gasto.
Distribución de las ciudades decrecientes en USA
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Veamos ahora el caso europeo. En el marco de la última conferencia sobre “Shrinking Cities” organizada por COST Action TU0803 Cities Re-growing Smaller (Essen, 2013), uno de los ponentes el Dr. Musterd, geógrafo de la Universidad de Ámsterdam, exponía que las causas que sirven para determinar el fenómeno son multidimensionales e incluyen más variables que la disminución de la población, como se indica en el cuadro de abajo. Para el Dr. Musterd el declive social es una consecuencia de la acción conjunta de la pérdida de población y el declive económico. Además expone que estos procesos no siguen patrones unidireccionales y que el declive demográfico puede ser causado por el declive económico.
Indicadores propuestos por Musterd
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En la elaboración del Informe Final de la anterior conferencia (2011), supervisado por el Training School de la Dortmund Technical University, participaron 9 países europeos: Austria, Francia, Alemania, Polonia, Portugal, España, Suiza, Turquía e Italia. Se trataba de elaborar una herramienta que permitiera medir de manera homogénea el proceso de decrecimiento en todos estos países para poder confeccionar unos mapas que definieran el fenómeno desde su dimensión espacial. Se enfrentaron con tres grandes problemas. El primero fue la falta de homogenización de la unidad territorial. El segundo era relativo a la fiabilidad de los datos estadísticos disponibles. Y el tercero, que no todos los países recogían los datos/variables necesarios para poder confeccionar el mapa. Finalmente se realizó un mapa basado en los cambios de población obtenidos en 5 periodos de 5 años teniendo como base el año 1990, ya que era el único indicador válido para los nueve países. El tamaño de los círculos está relacionado con la población existente en el año base. El color gris indica este parámetro.
Proceso de decrecimiento en nueve países europeos
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Se identificaron tres tipos de “shrinkage” tal y como se refleja en el mapa de arriba. El color rojo, Tipo A, representaba zonas de decrecimiento continuo. Se hace más evidente y con mayor intensidad en Europa del Este, en los países pertenecientes a la antigua Unión Soviética. El color azul, Tipo B, representa zonas de decrecimiento episódico. No presentan un patrón de distribución y tienen intensidades bajas. Son, por lo tanto, debidas a situaciones coyunturales de ciudades específicas. El color verde, Tipo C, representa zonas de decrecimiento cíclico. Son los episodios menos frecuentes. Con esta base Manuel Wolf, en Urban Shrinkage in Europe confecciona dos mapas. En el primero considera solo la pérdida de población. Y en el segundo incluye seis indicadores: movimiento poblacional, creación de empleo, tasa neta de emigración, tasa de desempleo, P.I.B, y renta disponible.
Mapa con el decrecimiento poblacional, Wolf
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En el primer caso considera los cambios de población correspondientes al período 2000-2004. En color verde las ciudades donde el incremento poblacional ha sido fuerte y en rojo las ciudades en que la pérdida de ha sido más aguda. Su análisis evidencia que las pérdidas de población más significativas se han producido en la zona oriental, destacando las ciudades de Bratislava, Budapest y Riga. Y que las ciudades localizadas en la parte occidental de Europa presentan el mayor incremento de población destacando Londres y Madrid. En el segundo mapa, realizado considerando los seis indicadores mencionados anteriormente y para el mismo período 2000-2004, el color verde corresponde a las ciudades donde el fenómeno ha sido menos evidente y el rojo las ciudades en las que se ha producido de forma más aguda. Se aprecia que la mayor concentración de ciudades menguantes vuelve a localizarse en el área oriental, si bien en fenómeno no alcanza los extremos que se observan en el mapa anterior. La peor situación la presentan las ciudades del sur de Italia.
Mapa basado en seis indicadores, Wolf
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Comparando los dos mapas Manuel Wolf concluye que el simple hecho de perder población no representa, necesariamente, que esta pérdida sea sostenida en el tiempo y desencadene un proceso de decrecimiento urbano. Mientras que el resultado que se observa en el mapa que considera los seis indicadores parece más comprensivo del fenómeno.
Barrio residencial Wolfen–Nord KWildner
De lo expuesto en el desarrollo de este trabajo se hace evidente que no hay un único acercamiento al fenómeno de las “Shrinking Cities”, sino un conjunto de interpretaciones que se caracterizan por:
- Su homogeneidad.
- Manifestarse mediante patrones desiguales.
- Presentar características locales.
- Ser multidimensional.
- Ser muy sensible a las decisiones e intervenciones políticas.
Autora: Marcela Riva
Hasta aquí el trabajo de Marcela. Probablemente a algunos les parecerá sorprendente que se dedique tanto esfuerzo, tiempo y dinero (personal e institucionalmente) al estudio del decrecimiento urbano, cuando resulta que la población mundial sigue creciendo de forma imparable, la concentración en las zonas urbanas no hace más que aumentar y el número de hectáreas urbanizadas por habitante es cada vez mayor. Sin embargo, tenemos ya bastante experiencia acumulada, tanto en planeamiento como en diseño urbano, de cómo “construir ciudad”, pero muy poca de cómo “desmontarla”. Y, al fin y al cabo, la metodología de análisis del ciclo de vida de un producto se está revelando como fundamental a la hora de hacer más sostenible esta sociedad. Y si aplicamos este análisis a multitud de productos (desde envases hasta edificios) ¿por qué no hacerlo con las áreas urbanizadas, con las ciudades? A algunos les sonará casi como una utopía, pero deberíamos intentar incluir en los planes de nuestras ciudades y en los proyectos de urbanización, la forma de deshacer lo que se propone construir y sus costes ecológicos, ambientales y sociales. El problema es que no sabemos cómo. De ahí el interés de este tipo de trabajos que, cuando adquieran un peso suficiente y se contrasten, serán la base de otra forma de urbanizar más respetuosa con el planeta.
Hola José.
ResponderEliminarSoy uno de tus lectores habituales, de los que no solemos comentar regularmente, así que lo primero que quiero hacer es felicitarte por tu blog y por su continua actualización.
En segundo lugar, quería pedirte alguna referencia más sobre el trabajo que citas de Marcela Riva. Estoy deseando leer sus planteamientos sobre si la ciudad de Salamanca se podría considerar como shrinking city o no.
Un saludo y muchas gracias por tu labor.
Interesante artículo. Lo cierto es que la ciudad tradicional "es para siempre" pero no debería de ser así. Efectivamente hay lugares que declinan y otros que aparecen. Incluso algunos resurgen de sus cenizas. Pero debería de haber una posibilidad de desmontarlos. O por lo menos saber cuanto costaría este desmontaje.
ResponderEliminarAnónimo del día 4: gracias por tu felicitación. Respecto al trabajo de Marcela está todavía sin publicar. Supongo que, tarde o temprano, se publicará en la revista "Territorios en Formación" de nuestro departamento donde se publican trabajos de los cursos de postgrado. De todas formas si quieres que te ponga en contacto con ella escríbeme un correo privado (mi dirección está en personal del departamento de Urbanísticas y Ordenación del Territorio de la Escuela de Arquitectura de Madrid) y trataré de hacerlo.
ResponderEliminarAparentemente en España tenemos, más que ciudades que menguan, fragmentos de áreas urbanas que algunos llaman "ruinas modernas". Me parece que la situación es diferente y no se me ocurre que se puede hacer con ellas ¿alguna idea?
ResponderEliminarProfesor, ¿el significado de desmontar la urbanización sería dejar el terreno en su estado anterior natural?
ResponderEliminarSandra: te recomiendo que leas estos tres artículos del blog donde se incluyen referencias y enlaces que podrían ayudarte con tu pregunta: "El sprawl es bello", "Transformar el sprawl" y "Estas ciudades son una ruina".
ResponderEliminarRicardo: pregunta casi imposible de responder. Como diría la canción de Jarabe de Palo, "Depende". Depende de cuál fuera ese estado anterior, de los costes económicos y ecológicos, de la situación sobrevenida. Pienso (como en tantas cosas en urbanismo) que no se pueden dar normas generales. Habrá que estar al caso específico y a lo que sea razonable. En estas cosas nunca hay que perder el sentido común.
Contestación a Ricardo: "el estado anterior del terreno natural" no existe. Los territorios, como las personas, evolucionan, cambian, no están fijos e inmutables para siempre. De forma que lo más seguro es que ese terreno natural hubiera evolucionado, cambiara, y los intentos de dejarlo "en su estado anterior" no significan nada. Otra posibilidad sería la de retirar todos los elementos antrópicos existentes y dejarlo que cambie sólo, sin injerencias externas. El problema es que, muchas veces, ese dejarlo sin intervenir suele conducir directamente, sobre todo en climas como el nuestro, a la desertificación. Como dice Fariña es un tema muy complejo y que depende mucho de las condiciones particulares del sitio.
ResponderEliminarHacía mucho que no entraba en el blog y veo que sigue tan animado como siempre. Al leer la pregunta de Sandra no he podido resistir mi vena radical y he pensado "le voy a contestar que hay que cargarse todas estas ruinas modernas que sólo sirven para degradar la natura". Pero luego, al ver otras intervenciones he reflexionado y se me ha ocurrido otra propuesta igualmente radical: instalar en ellas a todos los que no tienen vivienda de forma que las terminen mediante autoconstruccion.
ResponderEliminarSuperlópez: radical si que es ja ja, pero me parece que habría que pensarla un poco.
ResponderEliminarA mi modo de ver el problema radica más bien en las fronteras. Si la gente se pudiera desplazar libremente entre países y dado que la población mundial va en aumento, no sobraría ningún espacio urbanizado. Ahora tampoco sobran lo que pasa es que están en sitios donde no hay suficiente población. Como es bastante complicado desplazar las zonas ya urbanizadas parece que lo lógico sería que toda esta gente sin casas adecuadas fuera la que se desplazara. Se ahorrarían costos de todo tipo. Fernando Luis Mencía.
ResponderEliminarHola, José, lo primero felicitarte por el blog, el cual ayuda a enriquecer mi escaso conocimiento geográfico.
ResponderEliminarPor otra parte, al haber tenido que analizar someramente el PGOU de Vitoria, ciudad ejemplo en lo que a Planeamiento se refiere, los técnicos han reconocido que se han equivocado en la planificación de los nuevas áreas urbanas, las cuales si bien han sido urbizadas presentan numerosos solares vacíos. Entre las medidas que proponen para revertir la situación están: redensificar aquellos barrios nuevos no colmatados y establecer usos alternativos temporales para las parcelas que no tienen la perspectiva de ser colmatadas.
Guerreiro, soluciones de este tipo y de otra variofauna se empiezan a dar mucho en este país de las urbanizaciones abandonadas. Si eso pasa en Vitoria ¿qué no pasará en otros lugares como la Costa del Sol? La alegría de urbanizar sin otro objetivo que financiar a los ayuntamientos y lucrarse con el suelo no ha tenido parangón. Y parece que vuelve, podemos echarnos a temblar. Fernando A Melide.
ResponderEliminarSin ir más lejos, en Madrid el nuevo Plan está planteando estrategias para de alguna forma revertir o reconsiderar en términos urbanos (densidades, etc.) algunos de los desarrollos más inviables del Plan del 97, PAUs de Valdecarros, Los Berrocales, etc. Una especie de "recompresión" de la ciudad después de la exuberancia desarrollista reciente
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