viernes, 24 de abril de 2009

Polémica en Zaragoza por la huerta de Las Fuentes

Hoy me gustaría contaros un asunto controvertido como es el de la llamada huerta de Las Fuentes en Zaragoza. Cuando oí hablar del tema me pareció un simple recalificación de suelo para obtener plusvalías, pero es algo más complicado y tiene que ver con el proyecto de futuro de la ciudad. A pesar de que creo conocerla bastante bien he dedicado unos días a estudiar algunos documentos y pienso que estoy en condiciones de hacer ciertos comentarios que trataré de que sean lo más ecuánimes posibles. Hay una publicación básica para entender la relación entre el barrio y la huerta llamada Las Fuentes, un barrio con futuro de la que son autores La Asociación de Vecinos de Las Fuentes, MAR Arquitectos, Fundación Ecología y Desarrollo, La Escuela Universitaria de Estudios Sociales de la Universidad de Zaragoza y La Fundación El Tranvía, todos ellos coordinados por la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana de Zaragoza. También existe mucha información en Internet (casi toda en contra de la utilización de la huerta para construir viviendas) y en el periódico El Heraldo de Aragón. También el arquitecto Gerardo Molpeceres ha escrito un artículo muy interesante titulado “Expo-paisajes, huerta de Las Fuentes y modelo de ciudad” en la revista La calle de todos.

Vista de la huerta de Las Fuentes desde la Z-30, de Google Maps

Para aquellos que no conocen el tema trataré de describirlo lo más rápidamente posible. Cuando terminó la Expo 2008 el Alcalde anunció su intención de optar para el año 2014 a una exposición internacional dedicada al paisaje, la horticultura y el medio ambiente. Al principio no se sabía demasiado excepto que a los Organismos Internacionales les parecía bien la idea pero el BIE (Oficina Internacional de Exposiciones) en el momento en el que escribo estas notas todavía debe darle la calificación correspondiente. El problema era la financiación. Después de haber contribuido de forma significativa a la Expo 2008 el Estado Español no parecía que fuera a realizar una aportación significativa para el nuevo evento y la Comunidad ha acogido la idea de forma más bien tibia. A pesar de las últimas noticias sobre el apoyo del Estado va a ser complicado que en unos momentos de crisis como los actuales (y ante las peticiones de otras ciudades) ayude económicamente de forma significativa. En estas condiciones la única solución pasa por obtener dinero a partir del urbanismo, casi la única fuente de financiación de los Ayuntamientos. En la zona oeste de Zaragoza existe una gran extensión de terreno destinada a huertas. Es la llamada huerta de Las Fuentes situada en una curva del Ebro entre el tercer y el cuarto cinturón. Dado que esta zona constituye uno de los bordes de la ciudad se pensó en actuar en ella.

La huerta en relación a la ciudad, plano base de Google Maps

No quiero ser malpensado y voy a suponer de buena fe que el proceso fue el descrito en el párrafo anterior, a pesar de que algunos opositores al proyecto entienden que, en realidad el proceso fue el inverso. Es decir, que primero se pensó en actuar en la huerta y luego se buscó la disculpa de la exposición internacional. De cualquier forma el resultado es el mismo: cambiar las determinaciones del Plan General de forma que se puedan edificar viviendas para obtener las plusvalías necesarias con las que pagar la exposición y, probablemente, algo más. En suma, una recalificación del suelo pura y dura. Para poder entender la situación voy a tratar de describir un poco la zona. Se trata de unas 330 hectáreas de uno de los últimos terrenos de huerta que quedan en Zaragoza. Como puede comprenderse se trata de un suelo muy rico desde el punto de vista agrícola y que, además, al estar en la llanura de inundación del Ebro sufre avenidas periódicas que con la utilización actual no suponen mayor problema (aunque probablemente con otro tipo de usos habría dificultades). La exposición se piensa que ocupará unas 60 hectáreas de las que 40 estarán en la huerta de Las Fuentes y las veinte restantes en Vadorrey, junto al Gállego.

La huerta durante la avenida del Ebro del 2003, de Barracuda

Según el plan general la zona está sometida a diversos grados de protección. En general se pueden distinguir tres áreas principales. En primer lugar el llamado “Soto de Cantalobos” que ocupa el lugar más cercano al río. De alto valor ambiental está incluido en la Red Natura 2000 como LIC (Lugar de Interés Comunitario) sotos y mejanas del Ebro. Ocupa alrededor de 30 hectáreas y, desde mi punto de vista, su supervivencia es un milagro al estar tan cercano a la ciudad. En segundo lugar están los llamados “Cauces y Canales” que se encuentran al lado del soto. Sus 120 hectáreas gozan en el Plan General también de un alto grado de protección estando prohibido (lo mismo que en el Soto) edificar.

Soto de Cantalobos, un milagro al lado de la ciudad, de Uldemó

El tercer grado de protección corresponde al llamado “Espacio de transición al Ebro” con unas 170 hectáreas y que admite (según el articulo 6.3.23 del Plan General) la edificación de equipamientos públicos y en el que está previsto su desarrollo mediante planes especiales de protección, catalogación, conservación y mejora de los espacios naturales, del paisaje, del medio físico rural y del medio urbano y sus vías de comunicación. Su objetivo es proteger y potenciar el medio natural, con la posibilidad de actuaciones de interés público que contribuyan a la protección conservación y mejora de los espacios agrícolas. Luego, más adelante, puede leerse en el mismo artículo apartado segundo que: “a través de estos planes especiales se regularán las condiciones para el establecimiento, en todo o en parte, de zonas verdes públicas, parques rurales y equipamientos comunitarios, deportivos y culturales de interés público que contribuyan al desarrollo de estos espacios abiertos”. Por tanto se supone que la construcción de viviendas con las que se pretende “cerrar la ciudad” por esta parte, quedaría excluida de la vocación de estos territorios.

Imagen del Plan General
 
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Porque para conseguir el dinero necesario para la exposición habría que recalificar 130 hectáreas, la mayoría situadas en la huerta de Las Fuentes (y en este espacio de transición al Ebro), con objeto de posibilitar la edificación de unas 10.000 viviendas. Con esta operación, mediante Convenio con los propietarios, el Ayuntamiento espera obtener, como mínimo, los 100 millones de euros necesarios financiar la exposición. De las 10.000 viviendas a construir alrededor del 50% serían de protección. De estas le corresponderían al consistorio por cesión unas 3.000 cuyos rendimientos también habría que destinarlos al mismo objetivo. Por último, con los beneficios, el Ayuntamiento también espera hacerse con el Soto y parte de su entorno. Para conseguir todo esto sería imprescindible, por supuesto, modificar el Plan General para quitar la protección de los terrenos necesarios para realizar las viviendas ya que, en la situación actual (como hemos visto), esto es imposible. La pretensión es hacerlo mediante una modificación puntal ya que, una revisión no habría tiempo material de redactarla y aprobarla. Aún así, si se pretende hacerlo mediante Convenio calculo que serían necesarios entre siete y diez años para llevar a cabo las actuaciones. Esto significa que el Ayuntamiento tendría que obtener financiación de forma que los bancos le adelantaran el dinero mediante un acuerdo sobre aprovechamientos futuros.

La ordenación propuesta, del Heraldo de Aragón del 07/04/2009
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Vista la situación me gustaría hacer algunos comentarios. Los primeros acerca de la exposición en sí y los segundos referidos a la forma de financiación de la misma. Los grandes eventos como Exposiciones Internacionales, Olimpiadas y otros, siempre han sido dinamizadores de la vida de las ciudades. Y lo han sido por muchas causas: por atraer un gran volumen de inversión, por posicionar a la ciudad entre sus competidoras, por la ilusión y orgullo colectivo que proporciona a sus habitantes… Pero también supone un gran esfuerzo ciudadano y, normalmente, después viene un período de acomodación a la vida cotidiana que trae consigo un cierto bajón en el pulso urbano. Anteriormente ya algunas ciudades (por ejemplo Barcelona) han intentado prolongar el impulso recurriendo a otros eventos similares aunque de inferior categoría. Esto nunca ha salido bien. Primero porque el dinero no fluye como en el caso de gran evento (por ejemplo, el Estado se niega a seguir subvencionando a una ciudad en la que ya ha invertido mucho respecto a otras que no han recibido nada). Además porque los habitantes no se sienten identificados con “la segunda parte” al compararla con la primera. Pero, sobre todo, porque la ciudad necesita un tiempo para poder "digerir" todo lo que ha traído consigo esa gran transformación de la vida urbana. Por tanto, aparentemente, no parece una buena idea acometer una actuación de este tipo.

Expo 2008 Torre del Agua, de Miguel Daza

A pesar de todo se puede intentar dinamizar el pulso de la ciudad por vías parecidas. Madrid lo ha hecho convirtiéndose en ciudad de ferias y exposiciones sin que ningún evento de carácter extraordinario se haya celebrado en ella. No se trata de grandes exposiciones ni de grandes ferias pero hay muchas. Lo que sí parece imprescindible es que la ciudad acomode su vida cotidiana a la realidad y aproveche todo ese caudal de recursos, ideas y complejidad que trae consigo un evento como la Expo 2008. Pocas ciudades lo han hecho (Sevilla es un caso paradigmático de lo que no se debe de hacer) y resulta imprescindible si no se quiere que toda esta riqueza se pierda. Francamente pienso que Zaragoza en lugar de estar dividida por una polémica estéril como la que me ha llevado a escribir este artículo, debería de estar pensando a toda presión como sacarle rendimiento a lo sucedido en la ciudad que ha sido muy importante. Mediante un plan estratégico o cualquier sistema parecido, ya que lo que se ha planteado sobre su conversión en Parque Empresarial, Centro de Investigaciones y Museos más bien parece una propuesta “para salir del paso” (ojala me equivoque).

Cultivos en la huerta de Las Fuentes, del Heraldo

Aún en el supuesto de que se decida llevar adelante la exposición (a veces estas cosas funcionan aunque racionalmente parezca que no lo van a hacer) habría que buscar un lugar adecuado. Porque la huerta de Las Fuentes parece claramente inadecuado. Las razones son muchas pero voy a tratar de centrarme en las que considero de más interés. La más importante es que se trata de un terreno agrícola. Y los terrenos agrícolas deberían ser sagrados frente a la urbanización. Uno de los mayores errores que se han cometido en la extensión de muchas de nuestras ciudades (por ejemplo en Madrid pero también en Barcelona, en Sevilla o en Valencia) es cementar los suelos productivos. Habiendo tantas hectáreas y hectáreas de suelo libre de escasa productividad ¿por qué ese empeño en machacar suelos que, probablemente han tardado cientos de años en formarse? Ello con independencia del abandono en que puedan encontrarse o que la agricultura esté en evidente regresión por diferentes causas. Si un suelo de alta productividad se abandona por la agricultura (cosa que habría que intentar impedir a toda costa) hay que reforestarlo. Nunca urbanizarlo. Y hay que subvencionar esta reforestación por lo menos en la misma medida que se hace con la agricultura. Porque necesitamos sumideros de contaminación y áreas de naturaleza que equilibren la entropía de la que se deshacen las áreas urbanizadas.

Labores agrícolas en la huerta, de Audepa

Así, en la últimas propuestas sobre ciudades sostenibles ocupan un lugar muy importante las áreas agrícolas en continuidad con la áreas urbanas. La necesidad de que los productos agrícolas recorran las menores distancias posibles entre el productor y el consumidor para disminuir el consumo de energía y la contaminación. La influencia que sobre la psicología del urbanita tiene la constatación de lo que le cuesta al agricultor producir alimentos. O la necesidad de complejizar las área antrópicas, son algunos de los motivos que avalan esta tendencia. Nuevas ciudades como “La ciudad de las mil ciudades” proyectada por Andrés Perea y su equipo en Corea, o ciudades con muchos años como Vitoria, lo avalan. Así, en este último caso se está planteado ahora mismo la forma de mantener las áreas agrícolas cercanas a la ciudad. Y lo mismo que en el caso de Vitoria en muchas otras ciudades europeas (en España todavía parece como si el mantenimiento de la agricultura cercana fuera menos interesante que construir viviendas). Afortunadamente son muchas las voces que, en estos momentos, abogan por el mantenimiento de determinados paisajes culturales (que en Europa son mayoritariamente agrícolas) que, además de suponer un indicador de sostenibilidad muy apreciable, tienen que ver con la identidad de los pueblos y las ciudades. Y pienso que la huerta de Las Fuentes además de todos los factores mencionados es un paisaje cultural a proteger (incluido su parcelario) porque forma parte de la identidad de la ciudad. O por lo menos a mi me lo parece desde que conozco Zaragoza ya hace unos cuantos años.

Zona de huertas en el anillo verde de Vitoria
Imagen de Luis Andrés Orive

También me gustaría referirme al tema de las modificaciones puntuales del planeamiento general. Aunque ya traté el tema en otro artículo del blog resulta necesario referirme al mismo porque es el sistema que se pretende seguir en este caso. El planeamiento español (casi todas las Comunidades Autónomas siguen el mismo patrón) está obsoleto porque la complejidad de las nuevas áreas urbanas ha superado la capacidad de los instrumentos para regularlas. De forma que las grandes ciudades ha decidido dejar sin revisar años y años sus planes generales y actuar mediante modificaciones puntuales. El problema es que las modificaciones puntuales están pensadas para aquellos retoques del plan que no afecten al modelo de ciudad. Y esto no ocurre siempre. En el caso que nos ocupa con 10.000 viviendas (las dimensiones de una ciudad entre pequeña y media) y modificaciones importantes en la relación ciudad, sistema agrícola y medio natural, es evidente que se afecta el modelo de ciudad. Comprendo (y casi justifico) las reticencias del equipo municipal en revisar el plan pero, en este caso, parece imprescindible si se quiere realizar una modificación tan importante. Una cosa es que, por parte de las Comunidad Autónoma se acometa la necesaria modificación de los instrumentos de planeamiento adaptándolos a la realidad del siglo XXI, y otra que se cumpla la legalidad vigente.

Expo 2002 en Holanda, de Rodanas

Por último también me gustaría comentar algo sobre la forma de financiar la exposición. En momentos como los actuales en los que la mayor parte de los municipios están pensando con afrontan un exceso de viviendas (construidas de la forma más ineficiente posible), parece extraño que se piense en construir 10.000 más. Podría ser que a Zaragoza le falten viviendas pero no es el caso. Según la Federación de Asociaciones de Barrios hay cerca de 60.000 viviendas vacías más las que queden en Valdespartera cuya ocupación en el momento actual parece que no llega al 60%. Además hay suelo vacío para construir más viviendas, tanto en Arcosur, como en la zona de ampliación de la Paz, en Miralbueno o en el barrio del AVE. En grandes números, parece que existe suelo para cerca de 40.000 viviendas. En estas condiciones, y dada la coyuntura por la que pasamos, el recalificar suelo para construir 10.000 viviendas más parece fuera de escala e incidiría (entre otras cosas) de forma muy negativa sobre los promotores, constructores y propietarios que tienen viviendas en venta. Ante este exceso del parque inmobiliario (tanto en Zaragoza como en todo el territorio español) la mayor parte de las grandes ciudades están pensando como afrontar el problema. Casi todos se están volcando en la rehabilitación de lo existente, tanto en la rehabilitación clásica como en la ecológica que introduce temas de tecnología avanzada intentando cambiar el modelo que se ha seguido hasta el momento.

“Adiós a la huerta de Las Fuentes”, imagen y titulo de Primo

Todas estas razones que me parecen objetivas y desprovistas del interés que puedan tener, por ejemplo, los propietarios del suelo (que van a ver como por una simple decisión administrativa su valor se va a multiplicar), puedo resumirlas en tres ideas. La primera es que tengo dudas sobre los beneficios que pueda traer a la ciudad la realización de esta exposición. Las dudas me surgen, como he explicado más arriba, del hecho comprobado que en ningún lugar que se ha intentado vitalizar la vida urbana mediante dos eventos consecutivos se ha logrado. Tengo dudas pero no lo descarto porque es muy complicado saber como va a reaccionar una ciudad concreta aunque genéricamente pueda parecerlo. Sobre lo que no tengo ninguna duda es sobre la escasa idoneidad del terreno elegido, tanto para su ubicación como para la recalificación. Me parece, sencillamente, un despropósito. Y tengo mucho más que dudas sobre el sistema de financiación elegido. Uno de los creadores del moderno urbanismo financiero fue el Barón Haussmann que consiguió reformar la ciudad de París gracias a las plusvalías generadas por la acción urbanizadora. Su obra se corresponde con las llamadas “tres redes” que se diferenciaban en función de la carga financiera que aportaba el municipio. En la primera el dinero lo aportaban a partes iguales el Estado y el Municipio. En la segunda el Municipio tenía que pagar los dos tercios siempre que la suma aportada por el Estado no superara los 180 millones de francos. En la tercera la financiación era enteramente municipal. Los créditos solicitados para la realización de esta tercera red supusieron un grave problema ya que el municipio no pudo hacer frente a los mismos y Haussmann fue despedido. Las obras de urbanismo de tal envergadura es casi imposible acometerlas con las solas fuerzas municipales aunque se recurra a recalificaciones de suelo. Si yo fuera el gobierno municipal me pensaría muy seriamente el seguir adelante con el proyecto (entre otras cosas por si me llegara a pasar lo que a Haussmann).

Post scriptum

Después de la publicación del articulo (aparte de los comentarios públicos) me han llegado varios correos y alguna llamada telefónica con diferentes enfoques que me obligan a precisar algunas cosas no suficientemente claras en el texto. Para entender un poco lo que sigue necesito citaros alguna bibliografía complementaria. A pesar de no haber escrito casi nada en el articulo sobre la expo 2008 el tema está ahí, soterrado, y habría que decir algo al respecto. Sobre todo de lo que se va a hacer en un el futuro que es ya. Hay un libro de Javier Monclús titulado Exposiciones internacionales y urbanismo, el proyecto Expo Zaragoza 2008 donde se explica el proyecto. También el libro El urbanismo de la Expo, plan de acompañamiento. Asimismo me gustaría mencionar los Recorridos por el anillo verde de Zaragoza que, aunque aparentemente no tiene relación con el tema, sirve para demostrar la importancia de la apertura al río que trajo la expo 2008, y también la importancia de la huerta de Las Fuentes. Pero, sobre todo me van a servir para apoyar lo que voy a decir a continuación.

Planos mas detallados y actuales de la Expo 2014
 
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La orientación que he hecho del articulo hasta ahora es puramente política y escasamente técnica. Este planteamiento está basado en tres cuestiones sobre las que me ratifico enteramente. La primera es la duda sobre interés de una exposición como la que se pretende (conocida popularmente como floralia). La segunda sobre la no idoneidad del sitio elegido. Y la tercera sobre el sistema de financiación. Sin embargo hay dos cuestiones que sólo inciden de forma muy lateral con esta discusión puramente política y a las que me gustaría referirme. En uno de los párrafos escribía sobre la posibilidad de sacarle rendimiento a “lo que queda” de la Expo 2008. En el Plan de acompañamiento se intentó básicamente que la Expo 2008 beneficiase urbanísticamente a la ciudad (en realidad, en el fondo pienso que la Expo se hizo para remodelar urbanísticamente la ciudad aunque nunca se dijo esto francamente). El caso es que efectivamente trajo beneficios palpables y evidentes como la apertura de la ciudad al río. El frente fluvial y la recuperación de las riberas es un logro urbanístico del que los técnicos pueden sentirse orgullosos, aunque políticamente no tengo muy claro si se hubiera podido hacer sin necesidad de la Expo 2008.

Expo 2008 espacio central
Imagen del Plan de Acompañamiento

Sin embargo no me refería a esto en el articulo sino a “qué se va a hacer con lo que queda”. En el Plan de Acompañamiento hay un apartado, el D, dedicado a la post-expo. Alrededor de cuarenta páginas frente a las doscientas cincuenta del libro lo que da idea de la importancia que se le da. Los dos primeros apartados están dedicados a infraestructuras y, desde mi punto de vista, tienen poco que ver con el tema. Hay un articulo dedicado al Parque del Agua. No me quiero meter en el tema del meandro de Ranillas porque, para mí, era (ya no lo es porque la decisión ya ha sido ejecutada) un tema todavía más controvertido que el de la huerta de Las Fuentes. No estoy comentando la Expo 2008, pero más valía que lo hubieran dejado tranquilo a pesar de la degradación que se observaba por falta clara de cuidados. Respecto a lo construido en el meando hay otro artículo de Jerónimo Blasco y Javier Monclús donde se afirma específicamente que “en todo momento, las edificaciones a construir en el meandro se concibieron en función de su doble uso, durante y después de la Exposición”. Esto se hizo en los pabellones mediante una megaestructura flexible de bastante interés. El planteamiento es irreprochable. Respecto al resto de edificios las cosas no están tan claras. No me quiero meter a fondo con este tema que sólo lo traigo aquí porque entiendo que debería constituirse en el verdadero reto de la ciudad para los próximos diez años y no dispersar las fuerzas en expofloras y eventos análogos.

Expo 2008 futuros edificios flexibles para oficinas
Imagen del Plan de Acompañamiento

La otra cuestión que querría comentar es precisamente sobre el interés de la expoflora 2014 (o Floralia). La llamo así porque es como se la conoce popularmente aunque no debería, porque según los responsables se trata más bien de una Expo dedicada a la horticultura. Sin embargo dado que su temática se agrupa en cuatro apartados: Paisaje y Medio Ambiente, Paisajes Agrícolas, Paisajes Culturales y Arte y Paisaje, más bien parece que se trata de una expo dedicada al Paisaje Cultural y Natural. Todo esto es muy importante porque la exposiciones temáticas se suelen hacer para posicionar el producto que ofrece la ciudad o la región de referencia en el ranking mundial de ciudades competidoras. O estoy muy equivocado o Zaragoza y su región no tienen ni tradición ni mercado en el que posicionarse ni respecto a las flores ni respecto a los estudios e investigaciones sobre paisajismo. No así sobre la horticultura, que en la ribera de Ebro es de gran tradición (aunque se está perdiendo). De forma que podría llegar a entender una exposición sobre horticultura, aunque no en este momento ni en este sitio a pesar de que se tratase de conservar los linderos y parcelario de la huerta de Las Fuentes (cosa imposible desde mi punto de vista con los planos que se han presentado hasta ahora). Sin embargo, aunque con un carácter más local Pamplona se está anticipando con una muestra menos fastuosa pero, probablemente, más interesante para vender sus productos. Una idea que ofrezco gratis a los responsables ¿no se podría unir de alguna forma la post-expo2008 con la horticultura (no necesariamente una expo) si tanto interés se tiene la cuestión, ya que agua y horticultura están muy unidas? Dejo el tema porque este post scriptum es ya muy largo y corre el riesgo de convertirse en una segunda parte del articulo.


domingo, 12 de abril de 2009

Granjas solares

En el año 2005 había instalados en España 35 MW de producción de energía solar fotovoltaica. En el año 2006 se llegaban a los 110 MW, pero a finales de 2007 se alcanzaban casi los 350 MW (nada menos que un aumento del 400% respecto al 2006). En el mes de mayo de 2008 se llegaba a los 1.000 MW de potencia instalada y a finales de ese año a los 3.200 MW, convirtiéndonos en el primer país en crecimiento por delante de Alemania aunque esta última llega al 57% (respecto al total europeo de potencia instalada) mientras que nosotros estamos todavía en el 37% ocupando el segundo lugar. Este crecimiento tan espectacular de la tecnología solar fotovoltaica a sido una sorpresa para los responsables políticos ya que en agosto de 2007 se superó el 85% del objetivo de potencia instalada fotovoltaica para el 2010 (Real Decreto 1578/2008).

Irradiación solar en el mundo, de Matthias Loster

¿A que se ha debido este crecimiento tan espectacular? Imagino que muchos ya lo sabréis. El responsable ha sido el Decreto 436/2004 mediante el cual el precio de la energía solar fotovoltaica quedaba fijado en el 575% de la tarifa regulatoria media durante los primeros 25 años de vida de la instalación y en el 460% a partir del año siguiente. Con la aprobación del real decreto 661/2007 que muchos suponían iba a ser un paso atrás las cosas quedaron bastante bien: hasta 100 KW de potencia instalada los 25 primeros años se pagaban 44,0381 € por kWh y partir del siguiente 35,2305. Se trataba de un negocio redondo. Probablemente uno de los mejores que se podían acometer en este país (aparte del ladrillo, claro). En el 2007 y comienzos de 2008, como se preveía un cambio en la legislación a final de año, las empresas forzaron mucho sus inversiones para acogerse al decreto antiguo. La prueba es el bajón que se ha producido en el 2009.


Y es que en el momento actual las cosas han cambio de forma bastante notable. El Real Decreto vigente, el 1578/2008 ha supuesto un giro importante ya que rebaja bastante el incentivo (34 o 32 € por kWh según el tipo) y, sobre todo, establece un “Registro de preasignación de retribución” que burocratiza notablemente el proceso. La justificación aparece en el preámbulo del Real Decreto y es la siguiente: “Así como una retribución insuficiente haría inviables las inversiones, una retribución excesiva podría repercutir de manera significativa en los costes del sistema eléctrico y desincentivaría la apuesta por la investigación y el desarrollo, disminuyendo las excelentes perspectivas a medio y largo plazo para esta tecnología De ahí que se considere necesaria la racionalización de la retribución y, por ello, el real decreto que se aprueba modifica el régimen económico a la baja, siguiendo la evolución esperada de la tecnología, con una perspectiva a largo plazo”. Pretende además, “racionalizar la implantación de grandes instalaciones en suelo pertenecientes a una multiplicidad de titulares, de tal forma que se evite la parcelación de una única instalación en varias de menor tamaño, con el objetivo de obtener un marco retributivo más favorable”. Bueno, bueno, ¡parcelaciones ilegales también en la granjas solares!


No hay ninguna duda de que el futuro energético de aquellos países como el nuestro con una gran dependencia exterior pasa por diversificar las fuentes energéticas. Y las granjas solares son una buena solución. Hasta tal punto que se ha propuesto la creación de granjas solares en el desierto del Sahara para producir electricidad suficiente para el mercado europeo. Para conseguirlo en el 2050 habría que realizar una inversión de 450.000 millones de euros. Con ello se obtendrían alrededor de 100 gigavatios que ayudarían de forma muy importante a las necesidades energéticas europeas. Pero no vayáis a pensar que lo del Sahara es un locura (también están los Monegros, claro), la empresa CSEM ha diseñado una isla solar flotante. Sólo cuesta 5.000.000 $, tiene unos cien metros de ancho y sus paneles solares son capaces de generar 1 MW de potencia. Ya podéis imaginar quien la ha comprado: los Emiratos Árabes, por supuesto. El país que tiene la mayor huella ecológica del planeta y, a la vez, patrocina los premios sobre sostenibilidad más importantes.

Prototipo de la Isla Solar, de Solar Islands (CSEM)

Las granjas solares han empezado a aparecer en casi todas las Comunidades Autónomas incluyendo las del norte de España con una cantidad de horas de sol muy inferiores a las del sur. Claro que uno de los países punteros en la materia, Alemania, tampoco se distingue precisamente por tener un soleamiento deslumbrante. Esta especie de fiebre por la energía solar fotovoltaica alcanza a todos los países. California tiene pensado construir las dos plantas solares más grandes del mundo, una de 550 megavatios y la otra de 250, que se supone abastecerán de electricidad a 250.000 viviendas. Pero, en realidad ¿qué es una granja solar? No es más que un terreno donde se colocan un conjunto de paneles solares fotovoltaicos. Estos paneles están formados, a su vez, por células fotovoltaicas que se encargan de transformar la luz solar que reciben en energía eléctrica que, o bien se almacena o se vuelca a la red. También, en lugar de panales fotovoltaicos, se pueden colocar concentradores que calientan un gas que, a su vez mueve un motor que produce electricidad.

Paneles solares en un terreno ¿poco idóneo? (Abadiño), de Ekidom

Según los materiales que se usan para construirlos hay de muchos tipos, los principales son: de silicio puro monocristalino (con rendimientos comerciales más o menos del 16%) y los policristalinos (más baratos pero con un rendimiento del 14%). También se utilizan otros para paneles de lámina delgada: silicio amorfo, teluro de cadmio, arseniuro de galio (uno de los más eficientes con rendimiento que llegan al 20%) o de diseleniuro de cobre en indio. Asimismo existen paneles en tándem formando un sándwich con dos tipos de semiconductores distintos.

Paneles flexibles de lámina delgada, de Ecosfera

Estos paneles se pueden colocar estáticos sin que tengan ningún movimiento. Son los más baratos y, por tanto, los que más se encuentran en las granjas solares. Hay que orientarlos e inclinarlos adecuadamente según la latitud del lugar para que la energía solar que reciban sea la máxima. Luego los hay de un eje y de dos ejes. Los de un eje son más baratos que los de dos, pero sólo pueden seguir al sol, bien según el acimut o bien según la altura, pero no ambos a la vez. Los más completos son los de dos ejes que pueden seguir al sol en todo momento. Con los sistemas de dos ejes se puede conseguir un aumento del 40% de la energía captada. Para aumentar la cantidad de energía captada también se recurre a otros sistemas como pueden ser elementos reflectantes que dirigen la radiación a las células fotovoltaicas.

Paneles con mecanismo de seguimiento, de Mecasolar

Pero el sector está en continua evolución de forma que también se utilizan discos solares que no son más que colectores parabólicos que concentran la energía que se utiliza para producir vapor con el que se accionan generadores eléctricos convencionales. También en este apartado figuran los colectores Fresnel que calientan el agua en un tubo y la convierten en vapor. Estas granjas solares podríamos llamarlas granjas solares térmicas ya que no utilizan células fotovoltaicas sino concentradores de energía y vapor de agua. A este tipo pertenece el sistema Stirling basado en el antiguo motor de vapor. Dicen que es el generador solar más eficiente del mundo. La concentración solar en el foco, alcanzando altas temperaturas, obliga al hidrógeno comprimido expandirse, moviendo un motor de cuatro cilindros que da vueltas a un generador 25000 watios/hora. El gas se expande pero no se pierde y vuelve a la cámara de expansión en un ciclo cerrado de forma parecida a los frigoríficos o a los sistemas de aire acondicionado. La buena noticia es que consigue un rendimiento cercano al 30% sin utilizar células de silicio. La mala es que tiene demasiados componentes que se mueven lo que significa un mantenimiento importante.

Concentradores sistema Stirling, de Sandia Laboratories

Pero volviendo a los paneles fotovoltaicos, incluso se anuncian ¡rendimientos del 40%! La empresa californiana Spectrolab, especialista en paneles para el espacio, lo que hace es concentrar la luz solar en las células del panel utilizando espejos y lentes. Pero no se para aquí (por ejemplo, la empresa Soliant también lo hace) sino que utiliza tres capas de semiconductores, ya hablé de la utilización de dos en los tándem, de forma que cada capa captura partes distintas del espectro electromagnético. Spectrolab puede meter tres capas debido a que utiliza materiales metamórficos. Estamos en un momento de avances muy importantes y es obvio que la energía solar da pasos adelante para convertirse en la energía del futuro. Pronto veremos como nuestras zonas más áridas y desérticas se pueblan de granjas solares cada vez más eficientes y competitivas con las energías tradicionales. Bien es verdad que, ahora mismo, los países más adelantados lo están porque ofrecen suculentas subvenciones (En Alemania el 500% del costo de la energía consumida, en España ya lo hemos detallado más arriba) pero no es menos cierto que la investigación está avanzando a pasos agigantados y este tipo de industria debería ser una alternativa real a la construcción que tanto daño ha hecho a este país.

Imagen de Spectrolab

Sin embargo las granjas solares no son la única alternativa. Por encima están las plantas solares (no todas tienes porque ser fotovoltaicas, ya lo hemos visto) y, por debajo, las instalaciones individuales en tejados o en fachadas. Respecto a las centrales, los sectores empresariales más agresivos se quejan de que no se trate con el mismo rasero a las grandes instalaciones que a las pequeñas. Así, Ignacio Ruiz-Jarabo, consejero de COPISA y ex presidente de la SEPI, se quejaba en un artículo de octubre de 2006 que el decreto del 2004 (vigente en aquellos momentos) limitaba la dimensión de las instalaciones a 100 KW y dice refiriéndose al tema “-tamaño insignificante en términos industriales-, lo que ha motivado que el argot popular haya bautizado a las plantas fotovoltaicas como granjas solares”. Esta tendencia a primar las “granjas” sobre las “plantas” se mantuvo en el decreto del 2007 y en el actual del 2008.

Paneles fotovoltaicos en edificios, de Soleolic

Sin embargo, los ecologistas se quejan justamente de lo contrario. Alegan que el Real Decreto del 2008 penaliza claramente a las instalaciones domésticas, sobre todo las situadas sobre cubierta y en fachada. A pesar de lo que se dice en el preámbulo: “El nuevo régimen económico también pretende reconocer las ventajas que ofrecen las instalaciones integradas en edificios, ya sea en fachadas o sobre cubiertas, por sus ventajas como generación distribuida, porque no aumentan la ocupación de territorio y por su contribución a la difusión social de las energías renovables”, lo cierto es que no le falta razón a las protestas. Y no le falta razón porque se equipara en la subvención (0,32 € por KW) las instalaciones en el suelo a las colocadas sobre cubierta o en las fachadas.

Paneles fotovoltaicos integrados en cubiertas impermeables, de Notiweb

Pero, sobre todo, la complejidad del marco legislativo y la burocracia creada hace muy complicado que los particulares lo intenten. Dice la Fundación Tierra: “El Real Decreto 1578/2008 obliga a depositar un aval de 500 euros/kW, disponer de un proyecto visado con el que se ha concedido un punto de conexión y la correspondiente licencia municipal. A partir de ahí se inscribe uno en un Plan de Preasignación que determinará si puede o no acogerse a la tarifa bonificada. Con la actual bonificación y los costes de una instalación no se amortiza en menos de 15 años”. Y más adelante: “España no dispone como en Alemania de un marco legal estable fijado por ley y que les permiten conectar hasta 30 kW de fotovoltaica en un tejado doméstico o de una granja sin más problema que remitir una comunicación a la administración”. A pesar del interés que dice que tiene, el gobierno parece que ha apostado decididamente por las granjas “olvidándose” de los productores domésticos y de la necesidad, por ejemplo, de introducir las nuevas tecnologías en la rehabilitación de edificios.

Fachada fotovoltaica, de AyudasEnergía

Hace unos años cuando empezaron a aparecer miles de grandes molinos de viento en las zonas más paisajísticas de este país algunos profesionales levantaron su voz para denunciar que, tal y como se estaban realizando las instalaciones eólicas suponían un atentado evidente contra algunos de nuestros mejores paisajes. Sin embargo no se hizo prácticamente nada. Los molinos siguieron surgiendo como setas en los lugares más impensables. Se podía haber pedido un proyecto de paisaje conjunto o, por lo menos, un estudio de las afecciones al respecto. Porque aunque los parques eólicos de 50 ó más generadores (10 en el caso de zonas especialmente sensibles), o que estén a menos de dos kilómetros de otro parque eólico están sometidos al procedimiento de evaluación ambiental de proyectos, de una u otra forma la mayoría han conseguido evitar la normativa. Algo parecido está empezando a pasar con las granjas y centrales solares (aunque en este caso el límite está en los 300 MW lo que excluye a bastantes).

Parque eólico en Serra de Outes (A Coruña), de José Luis López

La primera condición para la instalación de una granja solar sería que el terreno no pudiera destinarse a otros usos. Estamos necesitados de áreas forestales de forma que no debería permitirse que terrenos agrícolas no rentables pasen a ser productores de electricidad ya que estos terrenos agrícolas deberían reforestarse si fuera posible (no sólo necesitamos energía sino también sumideros de contaminación) aplicándoles también las correspondientes subvenciones en caso necesario. Por tanto, resultarían ideales terrenos áridos o desérticos (en España tenemos unas cuantas hectáreas). También, por supuesto, cubiertas y fachadas de edificios en áreas urbanas, aunque habría que sopesar muy bien las necesidades para subvencionar, o bien cubiertas térmicas, o fotovoltaicas o verdes (es el mismo caso de los terrenos). La aplicación de paneles fotovoltaicos impermeables en las cubiertas tiene todas las papeletas para ganar frente a los tejados verdes aunque habría que estudiar el interés de unas y otros desde el punto de vista de la sostenibilidad.

Granja solar en un lugar aparentemente árido, de Erenovable

La segunda es que hubiera algún tipo de evaluación de las afecciones. Porque no es inocuo tapar el sol a hectáreas y hectáreas de terreno. Pueden causarse problemas ecológicos evidentes no solamente por este hecho sino por la antropización y fragmentación del territorio que se produce. Porque no es sólo el hecho de “plantar” los paneles, son necesarios también, reguladores, baterías, inversores, casetas transformadoras y, sobre todo, cerrar el terreno. Estas granjas solares pueden llegar a ocupar mucho suelo. Como anécdota, se ha calculado que todo USA podría abastecerse de energía solar ¡ocupando una superficie de 160x160 km (2.560.000 hectáreas, es decir, 2.560.000 campos de fútbol)!

Granja solar en un lugar aparentemente inadecuado, de Construible.es

La tercera sería realizar un estudio paisajístico de la instalación. Se están empezando a ofrecer en la prensa y en Internet terrenos para granjas solares. Por ejemplo, este anuncio del 30 de marzo del 2009: “Alquilo terreno rústico de 50.000 m2 exento de árboles, con poste de media tensión dentro del mismo perteneciente a Iberdrola, ideal para la colocación de paneles solares y pegado al embalse de Castrejón. Precio por Ha o producción a convenir”. El terreno está situado en la localidad de Burujón (Toledo). El hecho de que esté “pegado al embalse de Castrejón” es inquietante porque dicho embalse está en el perímetro de las Barrancas de Burujón, espectaculares cortados arcillosos formados por la erosión de las aguas y el viento sobre sedimentos de hace 25 millones de años. La extensión de las cárcavas puede llegar a un kilómetro y, en el punto más alto (El Pico del Cambrón) alcanza los cien metros. Además constituye el refugio de numerosas especies de aves. Existe una “Senda ecológica de Las Barrancas” con varios miradores (aprovecho para invitaros a que vayáis, es espectacular). Es obvia la necesidad, en un sitio así de hacer un estudio del paisaje y cómo le va a afectar la instalación de una granja solar con sus paneles, casetas, cercados, etc.

Embalse de Castrejón en Burujón (Toledo)
Sitio ¿idóneo? para una granja solar, de Grebarsan

En un reciente viaje que hice en coche a Santiago de Compostela para asistir a un tribunal de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP) me sorprendió el crecimiento espectacular de este tipo de instalaciones según se puede ver a todo lo largo de la carretera de A Coruña, y que me ha llevado a escribir este articulo. Crecimiento que se ha producido en este último año y medio que es el tiempo que llevaba sin viajar por ella. También observé un aumento notable de los aerogeneradores, pero nada comparable a las hectáreas y hectáreas de granjas solares. En la mayoría de los casos se trata de paneles fotovoltaicos fijos y no puedo deciros si, además de plantados, están ya produciendo electricidad (en caso contrario los inspectores pueden multar hasta con seis millones de euros a los infractores). Lo que sí puedo deciros es que, en un ochenta por ciento de los casos no cumplen los tres requisitos que he mencionado anteriormente, particularmente el primero y el tercero (el segundo es mucho más difícil de apreciar a simple vista). Otro problema que, pienso, no ha sido suficientemente considerado es el de la seguridad. No es el momento ahora (el articulo está quedando demasiado largo) pero la mayor parte de las granjas que he visto, aparentemente y hasta el momento, se han volcado poco con los sistemas de seguridad lo que va a suponer un coste añadido que no ha sido considerado de forma suficiente. Los robos de paneles (a pesar de las cámaras de seguridad) parecen lo suficientemente apetitosos como para que se fijen en ellos tanto los ladrones individuales como las mafias organizadas.

Planta de Amareleja (Portugal), de Ecoclimático 
250 hectáreas, 2.520 seguidores solares, 262.080 módulos

A pesar del estancamiento que se ha producido en el primer trimestre del 2009 el crecimiento de este tipo de instalaciones es imparable y estamos en un momento crítico. Hay que controlar y regular de forma mucho más afinada las autorizaciones para granjas y plantas solares y simplificar los trámites para instalaciones sobre cubierta y en la fachada de los edificios. También habría que plantear una nueva estética del paisaje (urbano y no urbano) que no pusiera en contra del paisajismo a la mayor parte de las fuerza progresistas, ecologistas, y público en general mediante regulaciones muy cerradas como las del Institut del Paisatge Urbà i la Qualitat de la Vida de Barcelona (pionero en muchas cosas) al que se refiere Terra.org cuando dice: “En realidad, en Barcelona, que tiene un organismo para velar por la ‘calidad del paisaje urbano’, hace más de una década que se dan subvenciones para instalaciones fotovoltaicas en cubiertas urbanas, pero cuyo objetivo es que se ‘compense’ la menor productividad debido a que se primen los aspectos estéticos. Claro que en esto de la estética habría mucho que opinar. Sin embargo, este organismo barcelonés, el Institut del Paisatge Urbà i la Qualitat de la Vida, dirigido por verdaderos amantes de la arquitectura plana, racionalista y asocial, incentiva los módulos en ‘vertical’, que las instalaciones no sean visibles desde ningún lugar a pie de calle. Tampoco permiten las pérgolas en cubiertas, pues piensan que en el futuro podrían servir para levantar ‘barracas’ en las terrazas donde se ubican”. Estamos en un momento es que las regulaciones en estos aspectos deberían ser sustituidas por recomendaciones exceptuables ya que la nueva estética que conllevan estas instalaciones todavía no tiene una “vara de medir” en el inconsciente colectivo de la sociedad, aunque parece que sí en el de los “paisajistas”.