martes, 17 de diciembre de 2013

Planeta humano, planeta urbano

Los pasados días 9, 10 y 11 de octubre asistí a un encuentro que tuvo lugar en Sevilla, propiciado por el Aula de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Internacional de Andalucía, con el objetivo de reflexionar sobre la situación en la que se encuentran las relaciones entre el planeta y unas ciudades que son, en el momento actual, la principal forma de asentamiento de una población que alcanza ya la cifra de siete mil millones de seres humanos. Se celebró en el antiguo convento de Santa María de los Reyes que, afortunadamente, está siendo recuperado para este tipo de actos y el resultado fue un manifiesto titulado “Planeta humano, planeta urbano. Habitantes, ciudadanos o cui-dadanos”. Pienso que el documento tiene bastante interés y, por eso, le voy a dedicar íntegramente el artículo de hoy. Aunque todos coincidíamos bastante tanto en el diagnóstico como en las soluciones, llevó su tiempo que los redactores nos pusiéramos de acuerdo en el texto final. Las cuestiones de detalle siempre son las más complicadas.

Costa este USA por la noche desde la EEI  Nasa

La redacción corrió a cargo de nueve participantes, que fuimos los que lo firmamos: Santiago Eraso, Irene Iniesta, Carlos Montes, Luis Andrés Orive, Antonio Serrano, Lourdes Soria, Jaume Terradas, Isabela Velázquez y yo mismo. El texto que reproduzco a continuación es el del manifiesto adaptado (como siempre) a la estructura del blog. No pongo ni comillas, ni cursiva ni otro color, pero desde el título que aparece a continuación hasta la firma es el literal del manifiesto. Las imágenes las he elegido personalmente y no implican al resto de firmantes, su propiedad es de las personas o instituciones citadas o que figuran en los enlaces, y agradezco de antemano su contribución y ayuda.

1. El desafío de gestionar un planeta de seres urbanos

Si el siglo XIX fue el siglo de los imperios, el siglo XX el de las naciones el siglo XXI, desde sus inicios, es el siglo de las ciudades. Por primera vez en la historia de la humanidad, casi el 60% de los habitantes del planeta vivimos en ciudades grandes y sobre todo medianas. La ciudad se ha convertido en el “hábitat natural” de los seres humanos y el planeta no solo es Humano sino también Urbano. El proceso de urbanización es tan intenso que, a pesar de que las ciudades ocupan menos del 3% del planeta, condicionan su sostenibilidad socioecológica. Las ciudades consumen 2/3 de la energía mundial y emiten el 80% del CO2. Hoy día podemos hablar de un Cambio Global Urbano ya que las ciudades están sufriendo los efectos negativos del Cambio Global pero también son generadoras y exportadoras de sus consecuencias.

Construimos ciudades en cualquier sitio, de cualquier forma, 
 sin importar los costes monetarios o ecológicos. Dubai  thisbigcity

El momento es crítico, aún más, si tenemos en cuenta que las situaciones de colapso no se producen de forma gradual, sino repentinamente al sobrepasar umbrales de cambio. Es urgente que los ciudadanos asumamos nuestra responsabilidad en el gobierno de las ciudades para iniciar la transición hacia una nueva sociedad urbana que nos permita vivir las ciudades de otra manera; no como meros habitantes consumidores sino como ciudadanos conscientes de los cuidados urbanos (cui-dadanos). Es necesario construir una visión compartida sobre un modelo de urbanismo sostenible, en un contexto de cambio, incertidumbre y crisis que nos permita gestionar las patologías urbanas que condicionan el bienestar de la población. Para esto se requiere una sociedad urbana que pueda acceder a una información transdisciplinaria, veraz y no manipulada.

2. Las señales de insostenibilidad de nuestras ciudades. Las grandes patologías urbanas

Las ciudades voraces. Los sistemas urbanos han de ser entendidos como socioecosistemas integrando elementos humanos y naturales (áreas verdes urbanas y ecosistemas de su territorio). Como los demás ecosistemas, se trata de sistemas disipativos, que reciben entradas de energía y materiales y emiten energía en formas degradadas y residuos gaseosos, líquidos y sólidos. Esto constituye su metabolismo, que afecta a territorios cada vez más lejanos, hasta globalizar su impacto. Pero a diferencia de los demás ecosistemas, las ciudades no mejoran su eficiencia con el tiempo, sino que tienden, sin cesar, a incrementar los consumos. Esto es consecuencia de su expansión superficial por la disponibilidad de energía barata y abundante proveniente de combustibles fósiles, y por las posibilidades de acceso que proporciona el automóvil.

En pocos días será Navidad, fiesta del consumo urbano  20minutos

Por esta razón lo urbano, con una proliferación en metástasis, se impone a lo ecológico por un consumo sin control. Este tipo de metabolismo es enormemente dependiente del flujo energético. Una interrupción en el suministro o un encarecimiento desmesurado de la energía puede constreñirlo, o incluso colapsarlo, con graves consecuencias sociales.

Pérdida de relación con el mundo natural y rural. La ciudad ha perdido la relación con la naturaleza y consecuentemente su significado en el territorio. Los espacios libres urbanos no se han diseñado en red, con los problemas de pérdida de biodiversidad y de resiliencia que esto trae consigo. La ciudad se ha desconectado de los ecosistemas naturales y de los servicios que estos generan, algunos de ellos esenciales para el bienestar humano. La pérdida de estos servicios conlleva una mayor hostilidad del medio urbano para los humanos, lo que significa peor clima, peores condiciones del aire y en general menor calidad de vida. Por otra parte, las ciudades son puerta de entrada a especies invasoras que pueden amenazar las funciones de los ecosistemas naturales de su territorio.

El reverso de la fiesta del consumo: en Agbogbloshie (Ghana)
 terminan los restos electrónicos de Europa y USA mcp

El territorio invisible para la ciudad. La ciudad se ha hecho altamente dependiente de enormes flujos horizontales ya que, por un lado ha absorbido la población, la energía y los servicios de los ecosistemas del territorio que le rodea y por otro, ha expulsado sus detritus y vertidos. Además ha impuesto infraestructuras para la ciudad (autopistas, trenes de alta velocidad, aeropuertos, plantas de tratamiento de residuos, redes eléctricas de alto voltaje, etc.) que atraviesan, fragmentan, contaminan, colonizan y subordinan a un territorio sin cuyos ecosistemas, ni la ciudad ni las personas pueden subsistir a largo plazo.

Planeamiento obsoleto. Los actuales sistemas de planeamiento que organizan el territorio tienen su origen en las necesidades de salubridad urbana de la ciudad postindustrial pero no responden a las actuales necesidades de la ciudad global y digital. Además, en el caso español, al transformar el plan de urbanismo en una norma garante de la inversión inmobiliaria, lo ha convertido en un instrumento hipertrofiado y esclerotizado que no responde a la necesaria flexibilidad de un mundo cambiante. El planeamiento actual se ha convertido en una auténtica patología, que incide negativamente en la ordenación racional de nuestros territorios y sus ciudades.

Deberíamos construir ciudades para todos  guioteca

Una ciudad que no es para todos. La ciudad se ha pensado y construido con criterios muy adecuados para la vida de los varones sanos, volcados en el trabajo, motorizados y poco responsables de todas las tareas de reproducción, de cuidados de mayores, de convivencia o de otros aspectos de la vida cotidiana. Ni en el planeamiento ni en la organización de las ciudades actuales, se facilita la vida compleja y socialmente responsable de las mujeres. El resultado es un entorno cada vez más hostil, para ellas, para los niños y para los mayores, que complica la conciliación y el camino hacia la co-responsabilidad social. La red invisible de cuidados que sustenta el funcionamiento de nuestra sociedad, se consideraba en la sociedad patriarcal un tema de ‘puertas adentro’, no vinculado al espacio público, y por tanto ausente en las premisas del planeamiento.

Urbanización insana. A pesar de que, en sus comienzos, el planeamiento se creó para abordar los problemas de salud pública, con su progresiva conversión en instrumento normativo de garantía de la inversión inmobiliaria, este tema se fue olvidando y, la situación actual es bastante mala. Han aparecido nuevos problemas debidos a la contaminación, obesidad, estrés, etc. que necesitan ser abordados pero que, prácticamente, no se recogen en los objetivos del planeamiento actual. Esto ha redundado en ineficiencias y en un aumento de los costes en sanidad.

Bruselas expedienta a nueve países de la UE por superar el limite
 admisible en PM10 (entre otros contaminantes)  madridmasd

Urbanización vs. Ciudad. El cambio de funciones del espacio público ha traído consigo una auténtica pérdida de las posibilidades reales de una democracia efectiva. El origen de esta situación se encuentra en factores bastante diversos, pero se pueden señalar algunos muy importantes: tipologías arquitectónicas y urbanísticas que favorecen la segregación socio-espacial recluyendo parte de las relaciones sociales en recintos privados; obsesión por la seguridad favorecida por la falta de educación en la urbanidad; pérdida de identidad de los grupos sociales de cercanía; paso de una conciencia personal a una global caracterizada por el anonimato; o la prioridad de la función de tránsito y aparcamiento de automóviles sobre cualquier otra.

3. ¿Y ahora qué hacemos? Las ciudades pueden ayudarnos a construir un planeta humano sostenible

A través de una serie iniciativas, a diferentes escalas, podemos hacer que las ciudades, que son la causa esencial de la insostenibilidad del planeta, se conviertan en lugares de cambio individual y social para solucionar los problemas globales de la humanidad.

Ecosistemas urbanos y naturales trabajando conjuntamente

Lo social, consciente de lo ecológico. Es necesario y urgente aprender a gestionar las ciudades con el fin de lograr metabolismos más eficientes, reduciendo el consumo per cápita de energía y otros recursos (en especial el agua potable), empezando por las necesidades de transporte y los costes de construcción y habitabilidad mediante nuevas tecnologías, nuevos materiales y profundas reformas en los controles institucionales, acompañadas de políticas que sensibilicen e involucren a la población.

¡No puedo pagar la gasolina! La vuelta a lo local, una ciudad de las distancias cortas para la vida cotidiana. Ante la creciente demanda energética, el incremento del precio de los combustibles fósiles es inevitable; y el precio de la movilidad hará inviable el modelo territorial vigente. El transporte público no puede ni podrá funcionar de forma eficiente por el modelo de metástasis territorial generado. Hay que volver a la unidad territorial próxima como ámbito de trabajo, de equipamiento, de relación, de obtención de energía, alimentos, agua y de eliminación de residuos. Moverse a pie, en bicicleta o en transportes públicos que unan nuevos ámbitos de centralidad urbana de calidad, deben ser los modos dominantes en un territorio pensado para el interés general, la eficiencia productiva y el bienestar humano.

Ciudades para la vida cotidiana. Frutería y huevería
 en la calle Carranza de Madrid. Año 1900  Urbanidade

Ciudades verdes. La biodiversidad y sus servicios son elementos esenciales para el bienestar de los ciudadanos. Las ciudades deben recomponer unas infraestructuras verdes que aumenten la biodiversidad nativa y contribuyan a mitigar con sus servicios (regulación climática, regulación de la calidad del aire y del agua, retención de contaminantes, etc.) algunos problemas derivados del metabolismo urbano y a satisfacer la biofilia de los humanos (disfrute estético, sentido de pertenencia, actividades recreativas, etc.) así como contribuir a gestionar los eventos extremos asociados al cambio climático. A su vez, se deben atender algunos problemas, como las emisiones de compuestos orgánicos volátiles por la vegetación así como controlar con eficacia la llegada y proliferación de especies invasoras asociadas a los sistemas de transporte.

Biofilia, coche “verde” en Toronto  nowtopians

¡Yo gobierno mi barrio! Un barrio gobernado para y por sus ciudadanos. Necesitamos una nueva organización territorial que aproveche los recursos propios sobre todo el fundamental: el capital humano, las personas. Para esto es necesario que se aproveche el espacio como ámbito de socialización y de solidaridad, como ámbito de interrelación, de conocimiento y de cooperación desde la infancia, con guarderías, colegios, institutos, lugares para el ocio, la cultura y la relación con el barrio. Hay que crear barrios controlados y gobernados desde el barrio, con elección directa de su representante político por sus ciudadanos, para lograr un buen gobierno de cercanía que complemente la funcionalidad del gobierno metropolitano. Hay que descentralizar la gestión y las decisiones sobre las prioridades de inversión así como aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Estos barrios con herramientas de gestión propias se han de incluir en el seno de redes federadas o confederadas.

Se necesita una nueva gobernanza que implique a las personas.
 Asamblea del 15-M en Carabanchel (barrio de Madrid)  ElPais

¡El zoning ha muerto! Necesitamos áreas urbanas complejas que permitan compatibilizar diferentes usos y que acojan a personas de condiciones sociales y económicas diferentes. No se deberían crear “vacíos temporales urbanos” como ciudades de la cultura, de oficinas o universitarias, ocupadas sólo a determinadas horas del día o de la noche, y que quedan como esqueletos vacíos el resto del tiempo. La zonificación tuvo su razón de ser en un momento histórico determinado, como respuesta a los problemas creados por la ciudad surgida de la Revolución Industrial; pero las necesidades de la ciudad del siglo XXI son muy diferentes y reclaman recuperar una complejidad urbana perdida por una visión demasiado radical y esquemática de la planificación.

Ciudades con más usuarios en Facebook  terra

Ciudades más inter e intraconectadas. Internet para la diversidad. La ciudad del futuro que hemos de construir es la ciudad para los ciudadanos y la solidaridad. La red de redes permite compartir, conocer e interrelacionar. Promueve una nueva economía del conocimiento y de la innovación que hay que impulsar ya que no exige zonas ni guetos. Posibilita el desarrollo local en el marco de lo global. Permite una energía distribuida que nos hace autosuficientes en lo local sin depender de oligopolios energéticos centrales ni de fuentes energéticas externas. Admite mercados locales de intercambio frente a los dumping sociales de multinacionales que utilizan la globalización para la generalización de la desigualdad social. Es necesario explorar las posibilidades que abren nuevos tipos de relaciones entre los ciudadanos y en particular, la “Internet local”, que trata de establecer nuevos vínculos de comunicación entre los que se encuentran cercanos físicamente desplegando nuevas vías para un tipo de gobernanza local diferente.

Cooperativas de consumo ecológico  elventano

Ciudades para vivir. Economía para la vida cotidiana. Necesitamos ciudades donde la economía de la vida cotidiana se pueda desarrollar mediante mercados de proximidad, empresas locales e iniciativas que piensen y actúen, sobre todo, desde la producción y el empleo locales. Ciudades con una agricultura de proximidad que ponga en relación directa al agricultor y al consumidor. Donde se pueda contar con energía distribuida y renovable que haga posible una considerable autosuficiencia energética y una mayor eficiencia sin pérdidas debidas al transporte.

Ciudades por la igualdad de género y generaciones. El nuevo urbanismo volcado hacia las personas debe integrar los temas de la vida cotidiana que ha obviado en el pasado. Necesitamos ciudades y pueblos que faciliten que ciudadanía y hogares se comprometan con formas de vida sensatas y acordes con los nuevos tiempos. Recuperar el uso de la calle para los niños, o conseguir que los mayores puedan vivir y disfrutar la ciudad con la mayor autonomía posible, son objetivos que implican cambios importantes en las formas de hacer ciudad. La participación es clave para impulsar el cambio necesario, pero es especialmente importante la implicación en los nuevos modelos de las personas que gestionan las redes de solidaridad que cimentan nuestras sociedades, y cuyas voces se han oído poco en la historia de la construcción de la ciudad. Las necesidades vitales y de convivencia no han destacado entre los temas importantes de un urbanismo secuestrado por objetivos económicos.

Ciudades para todos  123rf 

Ciudades para la creatividad, la innovación, el aprendizaje y la educación. Recuperar espacios comunales para la ciudadanía. Es responsabilidad de la gestión urbana el retejer las tramas sociales, apoyar las iniciativas desde abajo e impulsar que la ciudad sea un proyecto común de una ciudadanía re-politizada. Es obligado recuperar espacios de encuentro, animación y confianza, que sirvan para la educación y la sensibilización ciudadana en urbanidad y en los valores ecológicos en particular. La transmisión de información cualificada es fundamental para garantizar procesos participativos efectivos, que ayuden a plantear, discutir y concretar propuestas nuevas, innovadoras, con fundamentos y fondo claramente ecológicos. Los distintos actores políticos, técnicos y sociales se deben encontrar de “forma natural” compartiendo ideas y propuestas con un lenguaje común, de fácil interpretación universal, para superar los actuales marcos de decision claramente impuestos por una tecnocracia y una política sometidas a la economía de los más poderosos.

Ciudades vivas y creativas  exdya

Ciudades resilientes ¡Todos juntos, más fuertes¡: La ciudad actual se aleja a pasos agigantados de la naturaleza, y los ciudadanos pierden su conexión física y sensorial con los ciclos naturales y con los procesos ecológicos básicos. Necesitamos reconectar naturaleza y sociedad promoviendo un nuevo modelo de urbanismo y planeamiento socioecológico para edificar ciudades resilientes que puedan lidiar con las perturbaciones, en un contexto de crisis e incertidumbre, y mantener su identidad sin colapsar. En resumen, sabemos las causas de la insostenibilidad urbana, sabemos como gestionarla. Ahora, ¡Hay que actuar!

Santiago Eraso, José Fariña, Irene Iniesta, Carlos Montes, Luis Andrés Orive, Antonio Serrano, Lourdes Soria, Jaume Terradas, Isabela Velázquez.


Los firmantes del manifiesto

Hasta aquí el manifiesto. Un manifiesto no es un trabajo de investigación, ni tan siquiera un artículo de opinión. Un manifiesto es una declaración pública de una postura común. Entre mis compañeros redactores del manifiesto hay mentes muy inteligentes que tienen la extraordinaria capacidad de sintetizar y detectar los temas críticos a los que hay que atender de forma prioritaria. Trabajar con ellos ha sido un privilegio (os lo cuento para daros envidia) y el resultado pienso que debería ser tenido en cuenta no sólo por los técnicos y los docentes sino, sobre todo, por los políticos y los dirigentes. Probablemente los próximos quince años van a ser cruciales para muchas cosas, y estamos necesitados de una sociedad que tenga claros los problemas a los que se enfrenta. Muchas de las cosas que se dicen en párrafos anteriores pueden parecer obviedades, sobre todo a los profesionales que están trabajando en estos campos. Sin embargo, a veces, resulta imprescindible recordar lo obvio, sobre todo cuando “lo obvio” se hace igual a “lo invisible” y, literalmente, desaparece bajo un manto de intereses espurios.

Vista parcial del grupo de trabajo

Porque resulta que la información veraz y no manipulada (tal y como se dice al comienzo) es la condición básica de la que se derivan todas las demás. Sin que los humanos sepamos lo que, en realidad está pasando, será difícil que seamos capaces de exigir a los que conducen la nave que lo hagan en función de las necesidades colectivas (y en el mundo de hoy necesidades colectivas quiere decir a la vez necesidades planetarias y locales) y no en función de los egoísmos particulares de unos pocos. Pienso que la situación de degradación de la vida pública que se está produciendo, debido en parte a la manipulación informativa, precisamente en un momento que se supone de hiperinflación de la información, debería ser un objetivo de cambio prioritario. Entiendo este manifiesto como un intento de reconducir el debate hacia aquellas cuestiones críticas que no deberían ser olvidadas en aras de “urgencias” creadas artificialmente, o “intereses” particulares de determinados grupos que buscan exclusivamente el provecho propio por encima de cualquier otra consideración relacionada con la justicia o la solidaridad.

Nota:  Todo lo referente al 9º Foro Saberes para el Cambio, así como al resto de los Foros celebrados, lo podéis encontrar en la página del Aula de Sostenibilidad de la Universidad Internacional de Andalucía, con el tríptico en pdf del manifiesto original, el programa y los ponentes. Este es el enlace. Si queréis obtener directamente el tríptico del manifiesto en pdf lo podéis encontrar aquí.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Transformar el sprawl

transformar. (Del lat. transformāre).
1. tr. Hacer cambiar de forma a alguien o algo. U. t. c. prnl.
2. tr. Transmutar algo en otra cosa. U. t. c. prnl.
3. tr. Hacer mudar de porte o de costumbres a alguien. U. t. c. prnl.
4. tr. Dep. En rugby, baloncesto o fútbol, conseguir un tanto con el lanzamiento de una falta. U. t. c. intr. El equipo no transformó pese a sus muchos tiros a puerta.
5. tr. Electr. Cambiar mediante un transformador la tensión de una corriente eléctrica.

Los “difusos esprolizados” de Revolutionay Road
 (en el origen del Mal) elombligodelcine

En lo que sigue, voy a utilizar la palabra transformar atendiendo a lo establecido en las tres primeras acepciones del avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia que transcribo arriba. No me parece (ni aún en mis mayores delirios) que sea aplicable la cuarta, y sobre la quinta tengo algunas dudas sobre el posible alcance de la metáfora relativa a cambiar la tensión de una corriente eléctrica. Pensé titular el artículo Rehabilitar el sprawl, pero claro, “habilitar de nuevo o restituir a alguien o algo a su antiguo estado” no me parecía lo más adecuado para hacer "otra cosa" con nuestras periferias. Por otra parte regenerar (“dar nuevo ser a algo que degeneró”) nos iba a retrotraer a un pasado para nada relacionado con la situación actual, aparte de que no tengo muy claro que el modelo de hoy sea una degeneración del antiguo. Y renovar (“Hacer como de nuevo algo, o volverlo a su primer estado”) me parecía todavía más impropio que regenerar. De forma que, ante la imposibilidad de dinamitarlo directamente, lo mejor que podemos hacer con el sprawl es transformarlo.

Ellas se quedan, ellos se van (Revolutionary Road)  blackboxblue

Espero que quede clara la alusión a la recientemente aprobada Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, que considera inexistente un problema que se va a convertir en central en las próximas décadas. Evidentemente, una vez de acuerdo en lo que hay que hacer con el sprawl que no es otra cosa que transformarlo, la dificultad está en cómo hacerlo. De qué manera volver eficiente una de las formas más ineficientes que hemos inventado de urbanizar el territorio. Y cómo hacer para que sea ciudad y no urbanización. Ya insinué algunas pistas en el artículo “El sprawl es bello” que publiqué hace ya más de un año pero pienso que el problema merece un desarrollo algo mayor. Hay dos cosas que me gustaría dejar claras antes de seguir. La primera es el hecho de la existencia indudable de hectáreas y hectáreas de áreas urbanizadas de baja densidad localizadas fragmentadamente sobre el territorio ante las que no podemos cerrar los ojos. Y la segunda, que el sprawl no es el Mal absoluto (a pesar de lo escrito en el pie de la primera foto).

La ¿felicidad? unifamiliar (Revolutionary Road)  wondersinthedark

Sobre las ventajas de esta forma de urbanizar basadas en el transporte mediante el automóvil, ya he escrito en otros lugares del blog que todavía estamos a tiempo de convertirla en una oportunidad. Tampoco me voy a extender en los graves problemas y disfunciones sociales y territoriales que ha creado. Tan sólo voy a recordar algunas que considero de primordial importancia. Las bajas densidades y la fragmentación hacen inviable un transporte colectivo medianamente racional y la consecuencia es un funcionamiento muy ineficiente, con altos costes no sólo en el transporte de personas y mercancías, sino también en los de urbanización, equipamientos, y mantenimiento de los servicios indispensables. Por otra parte, habría que considerar la composición de una población que (por lo menos en Europa) se está volviendo cada vez más envejecida, con graves problemas de dependencia que dificultan, por ejemplo, la conducción de automóviles o el traslado en bicicleta. Y otros, como la soledad para unas personas mayores con escasas posibilidades de relación social, o el mínimo intercambio entre desiguales que se produce y que impide una educación en la urbanidad.

Hacia una sociedad envejecida  fotolog

Con ocasión de un reciente encuentro en la Escuela de Arquitectura de San Sebastián, Zaida Muxí me regaló un librito titulado Postsuburbia. Rehabilitación de urbanizaciones residenciales monofuncionales de baja densidad cuya edición coordinó, publicado a raíz de un taller celebrado en el verano de 2012 en la ETSAB. Tomando como base este libro, y otro al que he tenido acceso recientemente editado por el Mobile Lives Forum resultado de la 2ª conferencia de esta institución celebrada en París en enero de este año y titulado Rehabilitating the Peri-Urban. How to Live and Move Sustainably in these Areas?, voy a intentar plantear algunas cuestiones relativas al tema. En ambos casos aparece la palabra rehabilitación pero pienso, como he razonado al principio, que no es la más adecuada ya que no se trata de volver estas áreas a un estado anterior históricamente muy diferente, sino de transformarlas, aunque incide en la idea de un cambio necesario. Y el mismo hecho de la existencia de estos libros (que sólo son un ejemplo de muchos otros que van apareciendo) prueba el interés del tema.


Portadas de las dos publicaciones

Para no perderme, lo que voy hacer es comentar por separado aquellas cosas de los dos libros que me han llamado la atención sencillamente como motivo de reflexión y, en algunos casos, de debate. Voy a empezar por el de Postsuburbia publicado por la editorial Comanegra. En realidad, la mayor parte de libro se compone de una serie de propuestas que parten de un objetivo principal: mejorar la vida cotidiana en los entornos residenciales monofuncionales. Como puede comprenderse su finalidad no es, por tanto, una mejora en la eficiencia o en la sostenibilidad (entendida en un sentido estricto) sino que se centra en aspectos sociales que tienen que ver con la vida cotidiana. Los lectores del blog estarán al tanto de la importancia que le doy a la cuestión de la vida cotidiana y al cambio que propongo en los enfoques urbanísticos pasando de los actuales criterios economicistas a otros más relacionados con la vida de los ciudadanos. No podría, por tanto, estar más de acuerdo con este planteamiento.

El sprawl USA tiene peculiaridades que lo hacen muy específico,
 pero su análisis es bastante didáctico (Revolutionary Road)  blackboxblue

Las propuestas en sí se basan, en cierta medida, en algunos de los postulados del New Urbanism que, efectivamente, está en la línea de cómo me parece que debiera empezar a abordarse el tema. Sin embargo, me habría gustado que se atendiera algo más a lo que se plantea en los artículos introductorios que, me parece, van bastante más allá de un New Urbanism demasiado localizado en el caso USA y con muchos aspectos altamente criticables. Las actuaciones se agrupan en cinco líneas estratégicas: fortalecer las redes de proximidad, favorecer la mezcla física y social, garantizar la vida con autonomía, fortalecer el sentido de pertenencia y comunidad, promover un equilibrio medioambiental y una vida sana. Todo un programa de lo que podría ser una nueva mirada al urbanismo y no sólo desde el punto de vista de la rehabilitación de urbanizaciones residenciales  de baja densidad. A pesar de mi proximidad a este planteamiento y propuestas me gustaría comentar algunas en concreto.

Consolidación de los ejes de conexión  libro Postsuburbia

Hay dos que se refieren a la consolidación de ejes de conexión, tanto con los espacios públicos como con los equipamientos y servicios. Es evidente que la creación de algún tipo de vida urbana pasa por concentrar a la gente en puntos determinados. Pero me parece bastante interesante que no sólo se piense en puntos concretos, sino en recorridos de utilización cotidiana. Los recorridos son, en sí mismos, espacios públicos por excelencia, pero para que funcionen como tales deben de tener una frecuentación mínima que haga posible la vida urbana. Estos ejes de conexión deberían de priorizarse de todas las formas posibles, desde las relativas a la estética hasta el mobiliario o la iluminación con objeto de que los “difusos” (habitantes de la ciudad difusa o “esprolizada”) los usen de forma preferente a cualquier otro. Dada la necesidad de concentrar funciones con objeto de conseguir centralidades, tanto los espacios públicos puntuales como los equipamientos deberían estar juntos. Todo ello está relacionado con otras actuaciones similares tales como la creación de puntos de encuentro o la dotación de mobiliario.

Intercambio de viviendas  libro Postsuburbia

Una de las actuaciones que me parece más interesante es la relativa a la promoción del intercambio de viviendas. Copio textualmente: “Facilitando que una persona que vive sola en una casa unifamiliar pueda intercambiar su vivienda con una pareja con criaturas que vive en una casa más reducida. Facilitando que una persona mayor que vive alejada de los servicios de uso cotidiano pueda intercambiar su vivienda con otras de unidades familiares menos dependientes y que cuenten con una casa cercana a estos servicios”. Se trata de una idea bastante lúcida, a la que habría que dar un cierto respaldo legal con nuevas figuras distintas de la mera permuta de propiedad y que permitiera la ocupación con mínimas garantías para ambas partes.

Posibilitar la reparcelación  libro Postsuburbia

Algunas de las actuaciones propuestas están ya muy pensadas en otros sitios pero es bueno mencionarlas. Por ejemplo, la modificación de la parcelación existente: “Modificando los tamaños de parcela a través de la adición, por reparcelación del plan existente, para permitir aumento de edificabilidad y otros tipos residenciales. Permitiendo la construcción de nuevas viviendas en las parcelas generadas”. Este es un punto básico. Se necesita mayor densidad que posibilite el transporte colectivo, que amortice el dispendio en el consumo de suelo y que permita la instalación rentable de equipamientos. Además, las reparcelaciones permitirían la promoción de tipologías residenciales heterogéneas, la promoción de la vivienda cooperativa, el co-housing, y la cesión de suelo privado para su conversión en público en aquellos lugares donde fuera necesario. Aquí también se podrían incluir los cambios del uso residencial por otros como el comercial, de oficinas o servicios.

Ojos en las calles  libro Postsuburbia

Un conjunto importante de actuaciones es el relacionado con la seguridad, básica en este tipo de entornos para posibilitar un uso frecuente de los espacios públicos. Una de las fundamentales es la que llaman “ojos en las fachadas”: “construyendo fachadas con plantas bajas transparentes que permitan ver desde dentro hacia fuera y desde fuera hacia dentro, para dotar de ojos a la calle y, por tanto, aumentar la vigilancia informal; utilizando elementos de cerramiento como vallas, muros o setos vegetales permeables visualmente; ubicando las estancias de espera o mayor actividad vinculadas a la calle”. Es obvio que ante la imposibilidad de ofrecer un control policial que haga seguras hectáreas y hectáreas de urbanización con bajas densidades (la cantidad de patrullas necesarias para garantizar la seguridad sería inmensa) la única alternativa viable es aumentar la seguridad informal. También a este tema le hemos dedicado unos cuantos artículos en el blog.

Los “tópicos sensatos” del New Urbanism  dreamcityfest

Se proponen en el libro más de ciento sesenta actuaciones (parecidas a las comentadas) tendentes a transformar estas áreas. No hay ideas milagrosas. Hemos dicho muchas veces que las ciudades evolucionan atendiendo a las necesidades y a las condiciones de contorno que se van produciendo y lo mismo sucederá con estas áreas urbanizadas. Estamos todavía en el período que corresponde a las ideas, aunque en algunos lugares se está pasando ya a la acción probando con diferentes alternativas. El libro se completa con seis artículos introductorios principalmente relacionados con la vida cotidiana en este tipo de urbanizaciones lo que, por supuesto, conlleva una componente de género muy importante. En definitiva, como dice Zaida Muxí en una introducción que llama “Postsuburbia: después del espejismo”: “Este trabajo busca aportar un grano de arena más para afrontar un problema ineludible en los próximos años: la rehabilitación de las áreas residenciales monofuncionales de baja densidad”. Espero que os suene es párrafo porque casi literalmente debe figurar escrito en varios artículos del blog.

La forma de vida USA en la retaguardia  libro Mobile Lives Forum

El otro libro que voy a comentar es de carácter muy diferente. Se trata de una obra colectiva resultado de una conferencia del Mobile Lives Forum celebrada los días 24 y 25 de enero de este año en París. Aunque el subtítulo es How to live and move sustainably in these areas?, en realidad se habla poco de vida y mucho de movilidad. También hay un pretendido acercamiento a planteamientos sostenibles que, en realidad, se reducen a ideas para mejorar la eficiencia de estas áreas. Tampoco se dicen muchas cosas nuevas por lo que me voy a centrar en algunos temas para el debate. Lo primero que hay que advertir es que, así como en el caso anterior se habla en concreto de urbanizaciones residenciales de baja densidad (bastante asimilable al concepto de sprawl) en este caso se aborda lo que llaman el periurbano. La cosa es tan complicada que se dedica todo un capítulo a la definición del término: “Peri-urban: what exactly are we talking abaut?”. Aunque se intenta superar la cita de Annie Foucault con la que se abre el capítulo: “I am not going to get into a definition of the peri-urban because is a perilouse exercise”, la realidad es que después de haberlo leído el concepto sigue sin estar claro pero parece que se refiere a lo que en este blog llamamos ciudad periférica fragmentada.

Distancias anuales recorridas en París y Roma
 Señalar en la imagen para verla más grande  libro Mobile Lives Forum

También en este caso se proponen una serie de actuaciones. Pero antes de comentarlas me gustaría explicar algo del capitulo “Rurban inhabitans: despicable polluters?” Se pretende introducir la duda sobre si, realmente, los habitantes de la ciudad fragmentada (nuestros “difusos” entre ellos) son más contaminantes que los de la ciudad tradicional compacta. Y empieza planteando que esta afirmación, cierta en la década de los ochenta, ya no está claro que sea así en la actualidad. Expone los casos de París y Roma estudiados por Hélène Nessi. Cuantifica el número de kilómetros recorridos anualmente para demostrar que las cosas no son tan sencillas si, a los viajes entre residencia y trabajo se añaden otros como los turísticos y similares. El problema es que los viajes al trabajo son imprescindibles y los viajes de placer prescindibles. En un contexto de aumento del precio del transporte, seguramente se irán reduciendo poco a poco los viajes de este tipo, pero los del trabajo no se pueden reducir tan fácilmente. De todas formas es cierto que resulta necesario replantear este tipo de afirmaciones con enfoques diferentes.

Componentes de la huella de carbono de Francia en el 2010
 Señalar en la imagen para verla más grande libro Mobile Lives Forum

Para incidir en esta idea de que el periurbano, en realidad, no es tan malo desde el punto de vista del consumo energético, incluye a continuación una tabla con la contribución de diferentes elementos a la huella de carbono francesa en el 2010. En ella se va que los desplazamientos aparecen en tercer lugar después de los bienes de consumo y los alimentos. Lo que no se dice en ningún sitio es la cantidad de huella debida al transporte incluida tanto en los bienes de consumo como en los alimentos. Justamente debajo del gráfico se lee: “Análogamente, el vídeo de Andreas Angelidakis nos recuerda que una de las principales causas del consumo energético en la actualidad es el movimiento de bienes de consumo…” De donde concluye el autor que lo fundamental para reducir la huella de carbono no es el cambio en los patrones residenciales sino los canales de distribución basados en largas distancias. ¡Aleluya! Ya tenemos más urbanistas convencidos de la necesidad de la vuelta a lo local. Lo que no implica que, además de estas ineficiencias debidas a un funcionamiento global de la ciudad no existan otras (no está muy claro si menores) debidas a su mala organización.

¿Hay un Nuevo Urbanismo al otro lado del decorado?
 El show de Truman  highdefdiscnews

Las propuestas son bastante tópicas. La primera consiste en hacer los centros comerciales accesibles sin coche: ya me gustaría saber cómo hacerlo aparte de las disquisiciones sobre multi modalidad e inter modalidad que se plantean en el texto. La segunda lleva un título impactante, ¡en sus bicicletas!: ¿Os imagináis como en ET un montón de viejecitos reumáticos pedaleando desaforadamente por encima de las cubiertas de los adosados dirigiéndose con toda su determinación hacia el centro comercial? La tercera se llama “Redefiniendo el lugar del coche” que, básicamente, se centra en reducir las velocidades en diferentes ámbitos para priorizar los desplazamientos en bicicleta y peatonales. La cuarta consiste en favorece el transporte público y el compartido: sin comentarios. Por cierto, a estas propuestas tan novedosas las llaman, en realidad, potencialidades. A pesar de que el libro no ofrece análisis muy incisivos de la situación ni propuestas nuevas sin embargo, el que se empiecen a oír voces relacionadas con el tema en ámbitos tan diferentes como los comentados, tiene su interés. Y el hecho de que pongan la atención en lo que, con toda probabilidad, va a ser el problema central en la organización del territorio y la ciudad los próximos años, es indicativo de que algo se mueve. Otro día hablaremos sobre el New Urbanism (que ya no es tan New) y los corolarios surgidos después, sus deficiencias teóricas, y la dificultad de llevar sus principios a la práctica.


Materiales
  • Muxí, Z. (coord.): Postsuburbia. Rehabilitación de urbanizaciones residenciales monofuncionales de baja densidad. Editorial Comanegra, Barcelona, 2013. La página web del taller del cual este libro es una consecuencia puede encontrarse en esta dirección. Si entendéis inglés es interesante que veáis el documental “Aprendiendo del New Urbanism” que dura casi tres cuartos de hora. En caso de no ser así por lo menos podéis divertiros los dos primeros minutos y ver algunos resultados al final. También podéis bajaros el libro del taller y ver de que iba el Workshop.
  • Mobile Lives Forum: Rehabilitating the Peri-Urban. How to Live and Move Sustainable in these Areas? Editiones Loco/Forum Vies Mobiles, Italy, 2013. También se puede obtener en francés. Si accedéis a la página del Forum Vies Mobiles (la página está en francés) podéis ver los vídeos de la conferencia y otros materiales de interés tales como los relacionados con la primera conferencia. O intervenciones como la de Francis Beauciere titulada "Le retour des tramways: quels résultats?" que tiene interés ahora que hay un cierto debate sobre la reimplantación del tranvía en muchos sitios. Ciudades como Nantes o Grenoble tienen ya una historia al respecto de la que pueden extraerse algunas enseñanzas, por supuesto salvando las distancias entre las ciudades francesas y las españolas.

domingo, 27 de octubre de 2013

Paisaje rural: imagen e identidad

De los tres enfoques clásicos del paisaje (geográfico, ecológico y perceptivo) siempre me ha preocupado la relación que se podía establecer entre ellos y el significado de cada uno según que el contexto fuera urbano, rural o de naturaleza. La sospecha es que estas tres formas de abordarlos tienen diferente peso, resultado de la importancia que se le otorga a algunas características esenciales que los definen. Su estudio escapa a las posibilidades del blog de forma que, en el artículo de hoy, y basándome en parte del trabajo fin de máster que le dirigí a una de mis alumnas, Teresa Eiroa, simplemente intentaremos aclarar, para el caso del paisaje rural de Millana (un pueblo español de la Baja Alcarria) las relaciones que se establecen entre dos de los elementos básicos que caracterizan el paisaje: imagen e identidad. El primero tiene que ver con la percepción del sitio que tienen "los otros", y el segundo con "la nuestra". Ambas están relacionadas pero, a efectos de explicar los procesos, es interesante analizarlas de forma separada. Por supuesto son importantes en cualquiera de los ámbitos, pero es en el rural, por su claridad, donde se pueden diferenciar de forma más didáctica.


Del trabajo de Teresa, excelente, voy a reproducir sólo aquellas partes que explican los resultados a los que se llega estudiando el mismo objeto paisajístico desde un enfoque más icónico y desde otro más identitario. Es decir, cómo el paisaje es capaz de crear imagen e identidad. El trabajo lleva por título: “Aspectos icónicos e identitarios en la caracterización del paisaje rural de Millana. Comarca de la Baja Alcarria”. Como siempre lo he adaptado al blog y no voy a entrecomillarlo ni colorear las partes que transcribo literalmente, pero sí que diferenciaré claramente cuando empieza su parte y cuando termina. Tampoco seguiré la forma de exposición de todo trabajo de investigación y suprimiré todas las citas, referencias y bibliografía. Asimismo he reorganizado los párrafos. Todas las imágenes, excepto las referenciadas, son del trabajo.


Aspectos icónicos e identitarios del paisaje rural de Millana
Autora: Teresa Eiroa Escalada

La metodología empleada para el desarrollo de esta investigación se basa en la comparación entre los elementos que caracterizan el paisaje de la comarca a escala general, con los elementos y cambios percibidos por la población local, con el fin de reflexionar sobre las posibilidades actuales de protección de los valores culturales. Para la descripción comarcal de las Alcarrias se partió de la delimitación y caracterización realizada en los Atlas del Paisaje de Castilla-La Mancha y de la Provincia de Guadalajara, y se sintetizaron los elementos críticos en fichas. De las descripciones anteriores se extrajeron los elementos configuradores principales del paisaje de esta comarca que sirvieron de variables de análisis. Posteriormente éstos se analizaron en la cartografía a escala local, y se identificaron los principales cambios producidos. Para este apartado se utilizó la cartografía oficial disponible, fotografías antiguas de los vecinos del lugar y fotografías actuales propias.

Millana es un pueblo de Guadalajara en España  mellado

En la segunda parte se realizó una investigación directa mediante encuestas, para recabar información sobre el paisaje percibido. Éstas se han realizado sobre una muestra de 30 personas (siendo la población del municipio de 152 habitantes en 2012) divididas en tres grupos de población:
  • Grupo 1: Residentes. Vecinos con arraigo en el pueblo, mayores de 50 años.
  • Grupo 2: Veraneantes. Personas no residentes, pero con arraigo en el pueblo, mayores de 35 años.
  • Grupo 3: Visitantes. Personas no residentes, sin arraigo en el pueblo ni conocimiento del mismo, de cualquier edad.
Por último, se contrastó lo reflejado por los residentes, veraneantes y visitantes con los aspectos objetivos analizados previamente.

Primera parte, el paisaje institucional

El Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha es el resultado de una investigación realizada por las Universidades de Alcalá (UAH) y de Castilla-La Mancha (UCLM), financiada por la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda. Desarrolla también los contenidos del Atlas de los Paisajes de España, publicado en 2004 por el Ministerio de Medio Ambiente, para el territorio de Castilla-La Mancha. Del estudio del Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha se ha extraído para este trabajo la identificación de los elementos constitutivos del paisaje. La metodología que emplean sus autores está basada en el método de caracterización del Landscape Character Assessment y en las experiencias francesas más reconocidas. Dicho método de identificación y caracterización recoge los componentes principales de cada unidad paisajística así como sus reglas de evolución. La escala de análisis empleada para la selección de los elementos constitutivos del paisaje y su comprensión es la 1:200.000.

Fragmento del plano de unidades de paisaje del Atlas de CLM

Para el estudio concreto del término municipal de Millana se hizo una revisión de los diferentes componentes del paisaje en la zona de estudio, a una escala de mayor detalle, con el fin de servir de base y ayuda a la interpretación posterior de la información recogida en las encuestas. Dado que el paisaje es una expresión territorial, sujeta por tanto a su representación e interpretación cartográfica, para este apartado se recurrió al soporte cartográfico 1:25.000 y ortofotografías (PNOA 2006) del Instituto Geográfico Nacional, sobre el que se fueron identificando aquellos elementos que tienen presencia e interpretando sus relaciones jerárquicas principales, con la ayuda de fotografías realizadas en el trabajo de campo. Los elementos que se analizaron son aquellos que crean la estructura orgánica del paisaje en este caso, y configuran su imagen concreta y reconocible: geología, relieve, red hidrográfica, viario principal y secundario, parcelación, vegetación silvestre, cultivos, ganadería, núcleos urbanos y elementos singulares, y aspectos etnográficos. Por su relativa incidencia se optó por omitir el análisis de otros aspectos como la fauna.

Segunda parte, el paisaje percibido

La investigación directa se realizó en el municipio de Millana, mediante encuestas tipo cuestionario, realizadas por la autora de este trabajo entre los meses de junio de 2012 y junio de 2013, en visitas domiciliarias o reuniones en local municipal y bar del pueblo, para los encuestados de los grupos 1 y 2, tanto en días de diario como fines de semana. Las encuestas del grupo 3 se realizaron en visitas al efecto, o aprovechando invitaciones ocasionales de los vecinos.

Realización de las encuestas

La encuesta planteada se estructuró en tres partes:
  • Datos previos: página inicial de datos, común a todos los cuestionarios. Ha sido cumplimentada por la entrevistadora, y su contenido se archiva a efectos de confirmación de la información y otros.
  • Datos sobre el objetivo específico: diferente para cada grupo, compuesta de varias preguntas, y espacios para dibujar.
  • Test de pares de fotografías: 11 pares (impresas en un DIN A4 cada una), para mostrar preferencia (de cada par, una anterior a 1980 y otra reciente), lo más parecidas posible, representativas de diferentes temas relacionados con el paisaje.
Del contenido de las encuestas, se filtraron los componentes relacionados con el paisaje que aparecen en cada una, bien en las descripciones, bien en los dibujos. Además de los elementos configuradores analizados en la primera parte, se han añadido aquellos que aparecen mencionados por varios de los encuestados y que no aparecían antes.

Resultados de las encuestas

Para el grupo 1, Residentes, los aspectos que más peso tienen son aquellos estrechamente ligados a la actividad agropecuaria que sustenta la vida rural tradicional: red hidrológica, parcelación, vegetación silvestre y cultivos, y en menor medida el viario. El relieve y el núcleo urbano no son identificados como algo especial, sino más bien como el soporte de sus actividades agrícolas o vitales. La revisión de los dibujos realizados por este grupo muestra variedad en los temas, pero la mayoría refleja elementos concretos, a escala cercana, relacionados con la vida diaria.

Resultados de las encuestas para los tres grupos
 Señalando en la imagen se puede ver más grande

En el grupo Veraneantes se puede reconocer una mayor dispersión de resultados. Se combina el hecho de haber vivido o pasado los veranos de su infancia en el pueblo, lo que les asimila al grupo anterior, con el de estar acostumbrados a un modo de vida más urbano, lo que lo que permite una mirada "desde fuera". La revisión de los dibujos realizados muestra también variedad: desde las percepciones generales, hasta una escala de mayor detalle que pone de relieve las cuestiones concretas que les interesan. En lo que se refiere tercer grupo, Visitantes, los rasgos que identifican como característicos coinciden en gran medida con los rasgos considerados en los estudios institucionales (para el Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha, también se realizaron encuestas). Las variables de más peso son el relieve y los cultivos, seguidos de los asociados al propio núcleo urbano y, en menor medida, la vegetación natural y elementos singulares como la ermita de la Fuensanta. La revisión de los dibujos realizados, muestra una gran coincidencia tanto en la visión de conjunto del paisaje, como de los elementos destacados del pueblo (iglesia románica de de Santiago).

Ermita de la Fuensanta  mellado

Habría que mencionar otros temas. Así, los aspectos geológicos sólo aparecen en el grupo Veraneantes, por encuestados con un nivel de estudios medio-alto, y en relación con el color y la composición del suelo. Los aspectos climáticos se detectan en las descripciones de los Residentes, en relación casi siempre con la agricultura y la disminución de nieves y lluvias. Y en los Visitantes, por la presencia del cielo en el paisaje, y más concretamente el color y las nubes (sobre todo en los dibujos). Los aspectos festivos aparecen sólo reflejados por los Residentes, especialmente la Romería de la Fuensanta, las procesiones para pedir lluvia y el concurso de arados por San Isidro. Resulta curioso que el grupo de Veraneantes casi ni los mencione.

Resultados de la comparación de pares fotográficos

En cuanto a la comparación de pares de fotografías, no ha sido posible disponer de fotografías antiguas representativas de todos los aspectos anteriormente estudiados. Dado que la fuente principal de la que se han tomado las fotografías antiguas es una publicación local que recogió en su día gran número de fotos pertenecientes a los vecinos, puede considerarse que este hecho es representativo de que la percepción consciente del paisaje por parte de la población local es algo relativamente reciente, en aquellos lugares que no son de especial pintoresquismo. Son escasas, comparativamente, las fotos en las que aparecen los componentes del paisaje, incluso como fondos de escena.

Resultados de la comparación de fotos
 Señalando en la imagen se puede ver más grande

Para el grupo de Residentes se puede reconocer una clara preferencia por las fotografías actuales en todo aquello que tiene relación con el entorno construido. Mencionan claramente el mal estado de las edificaciones y calles, sin luz ni agua corriente, etc. En cambio, las opiniones prácticamente se igualan en el caso de las fotografías relacionadas con el laboreo y los cultivos. Las razones que dan en este caso a favor de las fotografías antiguas están relacionadas con las tareas cooperativas, con un modo de vida que juzgan más sano, con una mayor diversidad de cultivos, y también con su juventud y con el reconocimiento de las personas que salen en las fotografías. En cambio, aquellos que prefieren las modernas, reconocen la dureza de aquel tipo de vida.

Vecinos de Millana  guplazamayor

En el grupo de Veraneantes las opiniones están más repartidas, destacando únicamente la fotografía reciente de la Calle Real, que antiguamente estaba muy estropeada, y la clara preferencia por las fotografías relacionadas con el laboreo y los cultivos. En este caso eligen las fotografías antiguas dado que muchos las asocian con momentos de vacaciones o juegos, incorporando un cierto componente de nostalgia. En cuanto a los Visitantes se decantan por las fotografías actuales, aunque con distintos grados. Con la excepción de la fotografía antigua de la Iglesia de Santiago que prefieren por los árboles hoy eliminados para dar mayor visibilidad al monumento, y por el grupo de gente que le da un cierto aire pintoresco.

Conclusiones

Como ya se ha señalado, una vez analizadas las descripciones de los Atlas de Castilla-La Mancha y de la Provincia de Guadalajara, y estudiado el entorno próximo del municipio de Millana sobre base cartográfica, trabajo de campo y fotografías realizadas en diferentes estaciones, se identificaron aquellos aspectos icónicos característicos de este paisaje. Al contrastar estos rasgos con la percepción del paisaje que tienen distintos grupos de población, recogida en una serie de encuestas y valoración de imágenes, se pueden sacar algunas conclusiones. Respecto de los encuestados que no tienen una vinculación con el lugar, y lo visitan en muchos casos por primera vez, su imagen del paisaje coincide bastante con las descripciones institucionales que se pueden obtener de Atlas de paisaje y estudios similares. Esta imagen es de carácter global, al percibir los componentes del paisaje de manera integrada. Los elementos que más peso tienen son: la topografía, los cultivos y el núcleo urbano.

Dibujos de los visitantes

En cambio, los encuestados que son residentes en el municipio, y que forman parte de una generación que ha vivido y trabajado en el pueblo, tienen una imagen muy diferente. Su paisaje es, en realidad, una percepción fragmentada y rica en significados del territorio que soporta su actividad. Este mosaico de imágenes parece componerse de elementos asociados a vivencias, percibidos en una escala de detalle, pero que coinciden con las percibidas por otros vecinos. Así, en las encuestas realizadas a este grupo, aparecen algunos elementos nuevos relativos al territorio, que no estaban contemplados como principales en la descripción objetiva previa, tales como las fiestas o el clima. Los que parecen de mayor importancia son aquellos más relacionados con su manera de vivir: cultivos, vegetación silvestre, red hidrográfica y parcelas, siendo el relieve simplemente el soporte de todo ello. El grupo que hemos llamado veraneantes tienen aspectos en común con los otros dos. Su percepción del paisaje está teñida de una cierta nostalgia. Son muy conscientes de la pérdida de muchos detalles asociados al antiguo modo de vida, lo que el grupo de residentes no muestra de forma tan clara.

Dibujos de los residentes

A partir de lo anterior se puede concluir que los aspectos identitarios del paisaje, que tienen que ver con una lectura simbólica y más fragmentada del territorio por parte de sus habitantes, no se recogen en los Atlas desarrollados como base para la protección de estos paisajes, lo que significa una pérdida relacionada con los elementos identitarios. Sin embargo, estos documentos sí son una base eficaz para la protección del paisaje en sus rasgos icónicos, tal como es percibido por los visitantes. Son también un elemento básico sobre el que plantear nuevas formas de registro documental de los aspectos identitarios, con vinculación concreta al territorio.

© Teresa Eiroa


El trabajo contiene muchas más cosas que no he transcrito, ya que hoy el tema es la relación entre dos grupos de elementos, los de imagen y los identitarios, que suelen asociarse al valor de un paisaje. Estos dos elementos aparecen en todos los tipos de paisajes. Particularmente los urbanos los hemos estudiado, sin explicitarlo como hoy, en varios lugares del blog. Así, la imagen cristalizada en iconos arquitectónicos, o la identidad relacionada con los espacios de proximidad más domésticos que facilitan la creación de redes sociales. Pero como puede verse en el análisis anterior esto pasa también de forma mucho más clara en otros paisajes como son los rurales. El problema para la determinación de los elementos relevantes, tanto para la imagen como para la identidad es que, para los residentes, ambos se mezclan ya que la identidad no sólo se sustenta con espacios de proximidad sino también con lo que se refleja en cómo se ve desde afuera. Es decir, la identidad no sólo se crea por el establecimiento de relaciones entre los miembros de un grupo ligado a un espacio concreto, sino también por la conciencia de cómo lo ven las personas ajenas al grupo.

Paisaje de la Baja Alcarria en Millana

Esto significa, por supuesto, que existen varios niveles de identidad y no resulta sencillo diferenciarlos diseccionándolos como si unos no tuvieran nada que ver con los otros ya que están fuertemente imbricados entre sí. Lo que claramente se manifiesta en el trabajo de Teresa es que los estudios tradicionales de paisaje basados en la determinación de unidades de paisaje globales son insuficientes para llegar a los ámbitos identitarios más locales. Esto ya se detectaba en otros artículos del blog relacionados con el paisaje rural, particularmente en el titulado “Paisaje, lugar e identidad”, de Esther Prada. Por supuesto estos estudios globales son referencias imprescindibles para poder encuadrar de forma adecuada los objetos de estudio pero, probablemente, no contengan los elementos necesarios para poder abordar una intervención en el territorio. Se trata de análisis básicos e imprescindibles pero que ayudan poco a la hora plantear la protección, el cambio o la regeneración de un lugar concreto desde el paisaje.

El pueblo y su entorno

Necesitamos nuevos métodos que nos permitan acercarnos a la consideración local del paisaje intentando detectar aquellos elementos que en una visión 1:200.000 desaparecen, pero que tienen una importancia manifiesta precisamente para aquellos que no van a ese territorio en visita turística buscando un pintoresquismo que no encuentran en las ciudades. El paisaje cultural como imagen tiene poca razón de ser, excepto para su uso turístico (y para el marketing, claro). Y en momentos en que vamos a tener que ir pensando en alternativas a un turismo basado en el transporte masivo, el estudio de estos paisajes culturales tendrá que volverse local, porque a quienes de verdad importa su mantenimiento es a aquellos que tienen sus recuerdos anclados en ellos. Estamos necesitados de técnicas como las que ha utilizado Teresa, junto con otras que se están ensayando, tales como los SIG participativos, que permitan la colaboración imprescindible de los residentes. Esta otra visión del paisaje más doméstica, y relacionada con elementos identitarios de ámbitos locales más pequeños, es el complemento perfecto de otras formas de acercarse al mismo más globales que tienen que ver con la imagen y el carácter icónico del territorio.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Nuevas dinámicas urbanas

"La construcción de la ciudad está cambiando de forma muy apreciable en los últimos años. No solamente el ritmo de creación del espacio urbanizado que se ha acelerado casi hasta el paroxismo, sino también los objetivos, la propia mecánica de su planificación y la relación que se establece con el ciudadano. Si a esto añadimos que a partir de mediados de los años ochenta del pasado siglo XX aparece un problema nuevo de carácter planetario que tiene que ver con la relación entre la biocapacidad de la Tierra y consumo, ya puede comprenderse que las dinámicas que subyacen en la creación de la ciudad del siglo XXI son muy diferentes a las de todas las anteriores". Así comencé mi ponencia en el Encuentro de Arquitectura Contemporánea en Ciudades Históricas que se acaba de celebrar en Sevilla el 17, 18 y 19 de septiembre. Como no tengo claro que, al final, se haga una publicación que recoja lo allí debatido, he pensado que sería interesante traerla aquí un poco adaptada y con algunas cosas nuevas. En ella planteaba temas polémicos (que os sonarán bastante a los que leéis el blog) con objeto de generar debate. He tratado de agruparlos en tres apartados.

Visión nocturna de Los Ángeles  LucasJanin

El primero vendría de la mano de lo que Koolhaas llamó “ciudad genérica”. Es decir, una ciudad que va perdiendo sus connotaciones específicas del lugar y que se queda exclusivamente con aquellas que son válidas para casi todos los lugares. Surgen así extensiones urbanas y arquitecturas que podríamos denominar clonadas, copiadas, descontextualizadas o banales.

La ciudad de cualquier lugar

Piezas urbanas de Barcelona, Shangai, Ámsterdam o Tokio, que no se diferencian nada más que en las letras de los carteles de publicidad, si es que se diferencian. Así es como determinado tipo de arquitectura ha construido hectáreas y hectáreas de áreas urbanizadas. Se pueden encontrar muchos ejemplos en el libro de Francesc Muñoz Urbanalización. Lugares comunes, paisajes globales y hay varios artículos del blog dedicados a esta cuestión. No se trata de algo nuevo. Se podría decir que empieza a dar sus primeros pasos a principios del pasado siglo XX con la llamada Ciudad Jardín, sigue luego con el Movimiento Moderno, pero sólo hace unas décadas que adquiere su verdadera dimensión. Muchas son las causas que han llevado a esta uniformidad en la creación de las ciudades. Indudablemente la primera es la globalización, que ha acercado y mezclado culturas y formas diferentes de vivir. Las grandes multinacionales han contribuido de forma muy importante a la creación de imágenes comunes y a la configuración, mediante la publicidad, de paisajes urbanos similares en todo el planeta. Esta cultura de la imagen y de la marca como sustrato de todo lo que vemos ha traído consigo una forma de mirar el paisaje urbano similar en muchos lugares del mundo.

Clones urbanos válidos para cualquier lugar  alturbanist

Se ha creado de esta forma una cultura común que ha permitido avances muy rápidos en la asimilación y deglución de las formas por sociedades muy diferentes, permitiendo que sean soporte de innovación. Esta posibilidad de innovación ha traído consigo que estas piezas genéricas se hayan identificado inmediatamente con la modernidad y el progreso. De tal forma que nos encontramos con arquitecturas y áreas urbanas genéricas, adaptadas a los requisitos que exigen las formas de vivir globales, que han colonizado no sólo las periferias urbanas sino que se han ido introduciendo también en las zonas urbanas históricas. Y esto es válido, tanto para el sustrato urbano, el tejido, como para las emergencias, es decir, aquello que sobresale del tejido: arquitecturas “singulares” que acaban por ser genéricas a base de querer singularizarse. Pero el problema de los límites planetarios, característico de este siglo, hace necesario adaptarse a las condiciones del sitio más que adaptar el sitio a nuestras condiciones. Si tenemos que adaptar nuestras ciudades y nuestros edificios a las condiciones del sitio para conseguir menor consumo y contaminación, ¿alguien me puede explicar como es posible dar la misma respuesta urbana y arquitectónica a requisitos de contexto muy distintos?

¿Arquitecturas singulares? ¿Cuáles?  Wikimedia

De forma que, desde el punto de vista de la eficiencia habría que desconfiar de entrada de las soluciones genéricas, clónicas, descontextualizadas ya que sería bastante extraño que la misma solución arquitectónica y urbanística pudiera funcionar igualmente bien en un clima lluvioso, en uno seco, en una topografía llana y en otra muy accidentada, para una cultura cristiana o para otra musulmana (por poner ejemplos). Las arquitecturas y piezas urbanas “singulares”, en general, deberían resultar de las consideraciones específicas del lugar. Los profesionales somos capaces controlar algunos elementos en situaciones muy distintas. Así, la radiación solar, o la humedad, o el viento. Pero los más complejos, como los culturales o los identitarios, pienso que sobrepasan la capacidad de afrontar problemas “variados”, aunque se trate de un arquitecto o un urbanista. Por ejemplo, una consultora de planificación urbana alemana debería reconocer sin complejos que no es capaz de identificar los elementos esenciales de una ciudad como Amman. Pero el caso es que este tipo de consultoras han destrozado, literalmente, la capital jornada tal y como se puede constatar en una tesis que dirigí ya hace algunos años a Mazen Suleiman titulada Amman, una sociedad islámica en una ciudad de forma y estructura occidentales (Publicado el resumen en Ciu[ur]33 como "La ciudad musulmana y la influencia del urbanismo occidental en su conformación").

Amman (Jordania) “genérica”  triptojordan

Los grandes despachos de arquitectura que construyen en todo el mundo deberían tener su campo de acción limitado a las piezas urbanas con vocación genérica, o a elementos situados en lugares muy concretos y consensuados de las ciudades consolidadas. No digo que hubiera que proscribirlos enteramente como una aberración. No, claro que no, tienen una función obvia que es la de innovar muy rápidamente tanto en las formas como en las técnicas. Y a veces es necesario innovar muy rápidamente. El problema es que las innovaciones rápidas muchas veces son simples ensayos que conducen al fracaso. Otras no, y los inventos formales, funcionales o técnicos, terminan por incorporarse al acervo tradicional de soluciones válidas y adaptadas al contexto. En momentos en los cuales todos los indicadores del funcionamiento de nuestras ciudades nos dicen que resulta necesaria una vuelta a lo local, después de la locura ineficiente de una organización del territorio basada en el transporte masivo de personas, energía, materiales y alimentos, lo mas moderno, lo más puntero, no puede ser lo genérico. Lo que de verdad tiene el valor de lo singular es aquello que está directamente relacionado con el contexto, con el sitio, y por supuesto, con las formas de vida, valores y usos de una sociedad concreta.

Amman (Jordania) “contextualizada”  cestyapamatky

El segundo elemento al que quería referirme es el relativo a las nuevas formas de planificación, en concreto, a la planificación estratégica que cambió el rumbo de los sistemas de planeamiento al cambiar los objetivos. Ya no se trata de tener previstos una serie de espacios para acomodar necesidades ciudadanas, se trata de competir con otras ciudades en una verdadera guerra para captar y acumular riqueza.

La imagen urbana sustituye al plan de urbanismo

En esta guerra, la identidad, la eficacia y la eficiencia, pasan a un segundo plano para ceder paso a la imagen, a la marca ciudad. Guerra en la que vale todo, y en la que en nombre de “la ciudad” como ser supremo, los responsables de su gobierno y planificación se olvidan de los ciudadanos. El modelo subyacente en esta forma de entender el territorio es “cuanto mayor, mejor”. Se supone que una gran ciudad ofrece mejores (y, sobre todo, más) oportunidades al ciudadano que las ciudades medias o que los pueblos. Esto es verdad en parte. Se necesita una cierta masa crítica de público para ofrecer determinados servicios de forma rentable. Es decir, es raro que en un pueblo tengamos un traductor de chino. Y si lo tenemos, es todavía más raro que exista, además, otro de yoruba. Es decir, hay servicios que sólo pueden ofrecer determinadas ciudades. Y cuanto mayores, más posibilidades. De forma que nos encontramos con que las ciudades han optado mayoritariamente por crecer a toda costa. Han entrado, por tanto, en una auténtica competición, en una guerra entre ellas para conseguir acumular la mayor cantidad posible de habitantes, de empleos y de riqueza. Para ello se necesita vender la ciudad en el mercado global. Actualmente los mercados globales se basan en marcas. Lo que quiere decir, en el mundo publicitario, en imágenes.

Global Cities Index  gaiamisiones
  Señalar en la imagen para verla más grande

Así, se sustituyen las actuales realidades urbanas incomprensibles para los foráneos en tuits comprensibles. Hay que dejar reducida la imagen de la ciudad a ciento cuarenta caracteres. Y los mejores tuits urbanos son, precisamente, las obras de arquitectura. Además, dado que los tuits deben ser legibles en todos los idiomas, no podemos basarlos en las culturas locales sino que es imprescindible recurrir a formas genéricas que se entiendan en el mundo global. Sin embargo, este planteamiento tiene partes perversas y otras falaces. Aunque ahora no es el momento de detallar los inconvenientes y falsedades de este planteamiento, me referiré a ciertos lugares comunes para situar el tema. Por ejemplo, aunque no lo parezca, está demostrada la existencia de un gradiente negativo en la eficiencia del funcionamiento urbano en relación al tamaño. Hasta el punto que, algunos autores han llegado a plantear la existencia de un tamaño máximo a partir del cual la ciudad colapsa y empieza a funcionar como piezas urbanas independientes. Es como una estructura que llega un momento en que toda la masa se destina a aguantarse a sí misma. De forma que no es cierto que una gran ciudad sea más eficiente que una pequeña. Es justo lo contrario. Otro de los lugares comunes desmontado por las evidencias: todas las encuestas de satisfacción demuestran que los habitantes de las ciudades medidas son más felices y se encuentran más sanos que los habitantes de las grandes urbes. Vivir en una gran ciudad no es más satisfactorio.

  Tuit perfecto de usar y tirar (pero se queda para siempre)
  El gran consolador en medio de la Sagrada Familia  lavanguardia

A estos datos habría que añadir algo importante. En la era digital, las posibilidades de funcionar en red ya no hacen necesaria una masa crítica de población localizada en un lugar específico para poder ofrecer determinados servicios. Por tanto, el objetivo no debería ser crecer a toda costa, sino que los ciudadanos tuvieran oportunidades de vida suficientes, fueran felices y el coste del mantenimiento de su estructura urbana fuera el más rentable posible. Los planes no deberían marcarse como objetivo “posicionarse en los mercados globales” sino más bien organizar su territorio lo más eficaz, eficiente y bellamente posible. Esto apunta directamente a la recuperación de "la vida cercana" con ayuda, ahora posible, de las nuevas tecnologías. Y su arquitectura no debería intentar ser la “marca" de la ciudad sino representar la identidad, la memoria colectiva, de sus habitantes. En un momento en el que parece verosímil la hipótesis de una subida muy significativa de los costes de transporte debería entenderse, cuando menos temerario, apostar al cien por cien por la obtención de rentas, materiales, alimentos o energía, en sitios lejanos. Más bien, el futuro parece estar en una visión regional. Casi todas las propuestas más modernas se refieren a las ecorregiones, con la recuperación de la agricultura de proximidad, y la planificación conjunta de naturaleza y ciudad, apoyando su eficiencia en la infraestructura verde y los servicios de los ecosistemas.

La singularidad llevada al esperpento, Catar busca imagen
  Alcalde, ¿necesita una torre singular? aquí tiene un muestrario  elpaís

En este contexto, tanto las soluciones urbanas genéricas (todo el sprawl periférico, banal, ineficiente y escasamente funcional), como las singulares basadas en una imagen (escultura, icono, símbolo) que sustituyen a la arquitectura y que se convierten en el mismo momento en que se construyen en aparatos obsoletos y desfasados, no sólo desde el punto de vista técnico sino también formal, no parecen tener razón de ser, como aquellos lugares de París de que hablaban los dadaístas. En la cultura del tuit, el trending topic de hoy dura minutos (y a veces segundos). ¿Alguien en su sano juicio puede basar un desarrollo social armonioso (hago notar que no hablo de crecimiento sino de desarrollo) en cuatro fuegos artificiales que duran lo que duran y nos dejan sumidos luego en una obscuridad todavía más negra que la que había? ¿Alguien puede pensar que ha hecho más por los madrileños el trending topic de ayer por la tarde ("relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor") aunque lo hayan rebotado millones de seres, que el propio espacio de la Plaza Mayor? ¿Alguien puede pensar que la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela va a hacer más por los santiagueses que la catedral? ¿o qué la torre Cajasol en Sevilla más que la Giralda o la Torre del Oro? Por supuesto, ahora estoy hablando estrictamente de imagen urbana.

¿Sevilla busca posicionarse mundialmente con un rascacielos-tuit?
  ¿Para qué? ¿Atraerá más turistas o riqueza con esto?  elcorreoweb

El tercer conjunto de temas tiene que ver con el divorcio progresivo que se ha ido produciendo de forma acelerada desde mediados del pasado siglo XX, entre los políticos, los técnicos y la sociedad civil, y que ha caracterizado unos usos autistas de estos estamentos y unas formas de planificar y organizar la ciudad ajenas a la racionalidad y el sentido común.

Otra gobernanza para otra sociedad

Los políticos tienen ya poco que ver con los de la antigua democracia, cuando las relaciones personales importaban. Ahora lo único que importa es la imagen que dan los medios lo que, de hecho, implica una separación con el ciudadano que no llega a conocer a sus gobernantes (y a la inversa) sino la imagen de estos gobernantes. Sucede algo parecido a lo que escribía en párrafos anteriores relativo a las formas y soluciones urbanas y arquitectónicas. Y esto tiene también que ver con la ciudad, su tamaño y organización. En una ciudad de diez mil habitantes probablemente una parte importante de los vecinos conozcan a su alcalde, hayan sido incluso compañeros de juegos, estudios o trabajo. En una ciudad de trescientos mil ya es más complicado aunque, probablemente, se le vea por la calle e, incluso, hable con algún vecino. Pero, desde luego, en una ciudad de un millón o más eso es imposible. De forma que la política local (de eso estamos hablando) deja de ser local y se convierte en otra cosa. El sistema actual de representación local es evidente que no funciona en estos casos, y que deberíamos de estar repensándolo, porque el divorcio entre políticos y ciudadanos es ya casi irreversible.

Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea
  ¡Un político que anteponía el honor a la hacienda y la vida!

Una ciudad la deben construir los ciudadanos, y sus representantes deberían intentar que esto fuera así. Pero, a día de hoy, la situación es penosa. Los actuales planes de urbanismo, pensados para resolver los problemas de la ciudad industrial, no sirven de ninguna manera para organizar la ciudad del siglo XXI. Es imprescindible pensar cosas nuevas. Ciudades de código abierto, transparentes, en las que el ciudadano sepa, de verdad, las implicaciones de tomar una decisión u otra. Porque nuestros sistemas de participación ya no puede ser igual que los del siglo XX. Lo digital abre posibilidades que deberían ayudar a mejorar la relación entre los políticos y los ciudadanos, pero nada ha cambiado todavía. Parece necesario modificar la organización de las entidades locales con objeto de conseguir una democracia real (objetivo de movimientos como el 15M) planificando áreas urbanas con entidad propia y reconocible en las que, por ejemplo, la elección directa de sus representantes sea posible, acercando el político local al ciudadano, de forma que la relación personal se imponga. Y, por supuesto, aprovechar las nuevas formas de comunicación descentralizadas de base local, mucho más difíciles de controlar que un periódico o una emisora de televisión.

Anuncio que muchos veíamos representativo del técnico:
  un ser de otro mundo, un fantasma ajeno a la vida real

Y, por último, los técnicos. El divorcio entre los técnicos y la sociedad lo denunciaba Morin ya hace algunos años. En el último cuarto del pasado siglo veinte los técnicos se han recluido, definitivamente, en sus torres de marfil al volverse muy complejas (a veces de forma innecesaria) las metodologías y las formas de investigar los problemas, de proyectar y de planificar. Con ello se han distanciado de los políticos y de los ciudadanos, renunciando a comprender otras visiones de la realidad alternativas a las propias. A su vez se han ido separando entre ellos, creando lenguajes y jergas propias, de manera que la comunicación empieza a ser imposible entre áreas de conocimiento. Esto que incluso puede ser bueno al ser más precisa la terminología, en materias transversales como la construcción de la ciudad, se convierte en un problema. Más de la mitad de la humanidad está viviendo inmersa en ese artefacto técnico cada vez más complejo llamado ciudad. Y los ciudadanos deberían decidir sobre su organización, su forma, sus condiciones y sus límites. En la situación actual, no sólo no participan en las decisiones, sino que el sistema les hurta la información necesaria para saber qué está pasando en sus calles, en sus plazas o en sus parques.

El plan de urbanismo en España ¿proyecto incomprensible de ciudad?
  Más bien: garantía comprensible para el inversor inmobiliario  cabezodetorres

He tratado de demostrar con tres temas esbozados de forma muy esquemática, que las ciudades del siglo XXI se deberían de construir con presupuestos diferentes a las de épocas anteriores, por la sencilla razón de que los requisitos son distintos. Las regiones, las ciudades, que antes lo comprendan y cambien el rumbo se encontraran mejor preparadas cuando se produzcan los cambios que vienen.

A modo de final que es un comienzo

Las actuales dinámicas de formación de áreas urbanas ya empiezan a plantear algunos de estos temas. Es verdad que no sabemos, en realidad, qué va a venir. Es por tanto, un momento de crisis, de incertidumbre. Y en los momentos de incertidumbre el único consejo de sentido común es el de no hacer nada irreversible. Muchas de las cosas que estamos haciendo, en nuestra desesperación por agotar un sistema agónico, son irreversibles. La construcción de un canal de comunicaciones que rompe en dos un ecosistema es irreversible. La construcción de las cuatro torres en Madrid es irreversible tanto desde el punto de vista funcional como visual. Como lo fue en su momento la construcción de la Torre de Valencia como fondo escénico de la Puerta de Alcalá. Porque destruyen el imaginario colectivo de generaciones y generaciones que basan su identidad en la permanencia de determinados elementos urbanos.

Santiago, Ciudad de la Cultura, destrucción irreversible del Gaiás  compostelavirtual

Pero no querría terminar sin plantear dos cuestiones insinuadas en párrafos anteriores. La primera es la vuelta a lo local. En un mundo global en el que el dispendio energético y la contaminación producidos por el transporte de grandes cantidades de energía, materiales y personas, entre puntos del planeta separados miles de kilómetros es insostenible, en algunos sitios ya se está empezando a preparar el cambio. Resulta imprescindible reducir las distancias a las que se transporta la energía, el agua, las personas o los alimentos. Para ello no queda más remedio que volver al uso de los materiales locales, a la agricultura de proximidad, al autoabastecimiento energético, a la comprensión de las relaciones de los ciclos de los ecosistemas y los servicios que prestan a la ciudad, y a la recuperación de las identidades locales perdidas o a su creación. Desde este punto de vista las ciudades históricas tienen ya una parte del camino andado porque, normalmente, su expresión urbana responde a identidades y cultura locales y lo único de verdad necesario es su adaptación a las formas de vida actuales que, por experiencias anteriores, sabemos que nunca resulta bien si se hace de forma traumática.

La agricultura de proximidad está teniendo un importante
  protagonismo en la recuperación de lo local  elmundo.es

La segunda tiene que ver con la nueva política local. En estos momentos hay una eclosión de términos que tienen que ver con búsquedas de caminos alternativos a las tradicionales formas de gobierno representativas. No voy a hablar de democracia líquida, holacracia, lógica distribuida o inteligencia colectiva. Porque, además, no está muy claro si algunas de estas formas de encarar las relaciones entre gobierno y gobernados, y entre los ciudadanos entre sí, acabarán finalmente por dar resultados prácticos. Lo que sí parece claro es que, desde el punto de vista de la construcción de la ciudad, el sistema tradicional no funciona. Ya lo denunciábamos cuando redactamos para el Gobierno de España el Libro Blanco del Planeamiento Urbano Sostenible: no es que la ciudadanía tenga derecho a participar en la construcción de sus ciudades, es que debe ser la encargada de hacerlo con auxilio de los técnicos, que deberían descender de su Olimpo y aprender del ciudadano. Saskia Sassen habla de la ciudad de cristal, transparente y visible para todos. Pero para que una ciudad sea de verdad transparente es imprescindible información comprensible. Y ese es el primer deber del técnico que colabora con el ciudadano. Ya hace algunos años un visionario llamado William Bunge lo experimentó en Detroit, pero en la era digital todavía no se ha producido la revolución en la gobernanza local que se tiene que producir.

Buscando nuevos caminos para avanzar juntos  urbanohumano

Cuando voy a Santiago y los amigos me preguntan qué me parece la Ciudad de la Cultura yo (muy gallego) les respondo: y a ti ¿alguien te lo ha preguntado?¿alguien te ha explicado sus costes ecológicos, sociales y económicos?¿te han presentado alternativas viables?¿te han explicitado los objetivos reales a conseguir con su construcción?¿te han dicho que esos mismos objetivos se podrían conseguir rehabilitando algunas de las decenas de edificios existentes en el casco histórico o distribuyendo las actividades en los barrios degradados de la periferia? Y, sobre todo, ¿quién, en realidad, se ha beneficiando, se beneficia o se beneficiará con ella: los santiagueses, un especulador, un grupo político, un banco? Las mismas preguntas se pueden aplicar a determinados aeropuertos, barrios, torres, rehabilitaciones, peatonalización de calles o campos de golf. La construcción de la ciudad, en la situación actual, se está empezando a convertir en algo insoportable para el ciudadano. Recuerda el momento histórico de aparición del plan de urbanismo, cuando el descontento se había ya empezado a concretar en revueltas sociales, derivadas de la ciudad insana y gentrificada producida por la Revolución Industrial. No hace falta ser muy clarividente para darse cuenta de que, de continuar la situación actual, va a producirse una mutación (esperemos que no violenta) en la forma de entender la ciudad y su relación con el ciudadano. Y sería deseable, por los perniciosos efectos colaterales que pueden producirse, que en lugar de una mutación se produzca una evolución controlada.

Alejandro de la Sota, maestro de tantos de nosotros
  Que este recuerdo sea un homenaje a su figura  alejandrodelasota

Ya acabo, y con una anécdota que suelo utilizar frecuentemente al abordar el tema de la arquitectura en ciudades históricas. Cuenta Alejandro de la Sota: “Un alumno preguntaba al arquitecto Neutra qué debía de hacerse si en una plaza antigua, de viejo cuño y con solera, se derrumba una de las casas que la forman. Se podría hacer una copia de la desaparecida, o un pastiche o bien una casa actual ocupando el hueco. El viejo profesor contesto simplemente: llamar a un buen arquitecto. Como en una dentadura el diente caído no es sustituido por otro ya gastado sino más bien por una moderna y cara prótesis que no desentone por bien hecha. El nuevo rico, quizá, se ponga un diente de oro”. Probablemente hoy también sería suficiente con llamar a un buen arquitecto. Pero el buen arquitecto de hoy no debería hacer las cosas como entonces. Necesita, más que nunca, estar empapado de una cultura que, normalmente, en ciudades históricas, es local. Y, sobre todo, los arquitectos y los urbanistas del siglo XXI deberían proyectar con la ayuda del ciudadano y para el ciudadano. Nunca para su propio ego o para el ego del prócer de turno (por no hablar de lindezas pecuniarias relativas a elementos corruptos). Y plantear con todas las cauteles la intervención en determinadas áreas urbanas de las grandes multinacionales de la arquitectura, que crean iconos de consumo instantáneo, en Bangkok, Sevilla, Estocolmo o Nueva York, indiferentes al sitio, sin importarles destrozar las imágenes de largo recorrido, las identidades y la memoria de generaciones que han anclado sus recuerdos en unos espacios y unas piedras irremplazables.