sábado, 20 de septiembre de 2008

La silueta urbana (skyline) de Madrid

Debo reconocer que me he pasado casi más tiempo decidiendo como titulaba este artículo que escribiéndolo. Todo el problema está, por supuesto, en la palabra "skyline". Lo normal es que el titulo fuera El skyline de Madrid, corto, conciso y sencillo de entender por todos los que tienen que entenderlo. Sin embargo... mis prejuicios lingüísticos y mi defensa a tope del castellano como lengua universal alternativa al inglés no me dejaba tranquilo. De forma que me dediqué a buscar otras posibilidades. "La línea del horizonte" no está mal, pero la palabra "del" entre línea y horizonte hace que cuando se acompaña de la ciudad de que se trate, no resulte bien. "La línea del horizonte de Madrid" ya no es lo mismo. Y "el horizonte" sin más parece indicar otra cosa (horizonte financiero, horizonte urbano, horizonte educativo). Luego está la palabra "panorama" pero tiene el mismo problema que horizonte. También "perfil urbano" podría utilizarse pero, generalmente, cuando se aplica a una ciudad es en el sentido de "Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo". De forma que, al final, me decidí por "silueta urbana" en el sentido de "forma que presenta a la vista la masa de un objeto más oscuro que el fondo sobre el cual se proyecta" entendiendo como tal la forma de la ciudad al proyectarse sobre el fondo más claro del cielo. Pero como seguramente, y de momento, iba a tener problemas con los buscadores decidí poner también la palabra "skyline" en el titulo.

La Cuatro Torres, desde el este, de La Galería de Cuellar

El caso es que me gustaría comentar algo sobre una cuestión que seguramente no se le habrá escapado a casi nadie: la aparición de cuatro grandes edificios en el azul tan especial (y tantas veces contaminado) del cielo de Madrid. Los cuatro edificios responden al absurdo nombre de "Cuatro Torres Business Area" y no es mi intención comentar sus características, su arquitectura, los problemas urbanísticos que probablemente plantearán cuando entren en carga o el grado de belleza o fealdad del que están dotados (en múltiples sitios de la red se pueden encontrar comentarios sobre estos temas), sino su influencia en la percepción de la ciudad.

Las Cuatro Torres desde el oeste, de Igv

Hay pocas ciudades que cuenten con una silueta urbana característica que las identifique de forma inequívoca: Nueva York, Toledo, Praga o Londres (también Los Ángeles, increíblemente), por ejemplo, pertenecen a este selecto grupo. De Nueva York la vista de Manhattan viniendo en barco desde la Estatua de La Libertad. De Toledo el casco histórico desde la entrada de la carretera de Madrid con el El Alcázar y la Catedral recortados en el horizonte. De Praga la vista de la ciudad vieja desde el puente de Carlos. De Londres el Támesis con el Parlamento, etc. De Los Ángeles, el centro de negocios surgiendo mastodóntico sobre una alfombra de pitufos unifamiliares (Kevin Lynch lo llama "el suburbio frondoso").

Los Ángeles, de shine

Luego hay otro conjunto de ciudades que, sin tener una silueta característica cuentan con algún elemento que las identifica de forma inequívoca. La Torre Eiffel en París, El Coliseo de Roma, la Acrópolis de Atenas o el Guggenheim en Bilbao. Madrid no se encuentra en ninguno de estos grupos.

El Guggenheim en Bilbao, de Wikimedia

En unas jornadas celebradas en el año 2006 sobre El Paisaje del Centro Histórico de Madrid, organizadas por el Ayuntamiento y en las que intervine con una ponencia que debe estar reseñada en algún artículo del blog, el director de cine Félix Murcia contaba (haciendo suyas las palabras de Ignacio Armada Manrique) que, para situar al espectador en Nueva York, Londres, París o San Francisco, bastaban uno o dos planos en cualquier película. Pues bien, para situar a Madrid se necesitaba poner el nombre. Dice Ignacio Armada:

La Cornisa de Madrid, de Daniel Meyer

"Ciudades europeas como Londres, París e incluso Berlín con su puerta de Brandemburgo -y no digamos Roma o Venecia-, también cuentan con una suerte de sky-line al que han recurrido no pocas veces los cineastas autóctonos, e igualmente los foráneos que han localizado allí sus filmaciones. Es algo que explicaban en los años sesenta desde Alfred Hitchcock a François Truffaut y que se puede resumir en el siguiente lema: si vas a rodar en una ciudad con un edificio famoso, localiza la acción en ese lugar. No sólo la imagen aporta información sobre el escenario; además, el espectador se sentirá inconscientemente cómodo y satisfecho al poder contemplar lo que en definitiva esperaba ver. Si una película transcurre en Londres, necesitamos ver el Big Ben. No podemos por menos de preguntarnos por qué eso no ha ocurrido en el cine español, ni antes ni ahora, respecto a Madrid".

Madrid, La Cibeles a finales del s XIX, de Madripedia

Dice Félix Murcia (ahora cito palabras suyas) que "hasta ahora las imágenes icónicas de Madrid más utilizadas en el cine han sido La Cibeles, la Puerta del Sol o la Puerta de Alcalá, que como se puede comprender no sobrepasan su identificación nacional demasiado allá". Su tesis es que a los madrileños no les interesa esta identificación. Es más, siempre han procurado confundir al forastero cambiando continuamente la ciudad (coincide con mi teoría sobre su alta tasa de renovación urbana) "desde las primeras obras de derribo, en 1809, que José Bonaparte ordenó llevar a cabo en torno al Palacio Real; desde cuyo comienzo, cuando se pregunta cómo es Madrid, se viene respondiendo invariablemente que: se sabrá cuando lo acaben". Podríamos concluir que lo característico de Madrid es no tener nada característico (claro está, todo el tiempo estamos hablando de imagen) y si aparece algo cambiarlo de inmediato por otra cosa. En un trabajo que hice ya hace algunos años precisamente sobre el tema de la imagen y la identidad nos dedicamos a buscar los recuerdos que los turistas se llevaban de Madrid. Efectivamente, algunas Cibeles en miniatura, puertecitas de Alcalá de lo mas kitsch y, sobre todo, muñequitos con traje andaluz, toreros, pequeños mañicos, abanicos, galleguiños de todos los tamaños con gaitas incluidas... todos los pueblos de España estaban representados (incluidos los propios madrileños, claro, pero como uno más). No sé si ahora la situación habrá cambiado mucho, pero supongo que, en esencia, seguirá igual.

Densidad de fotos en Panoramio, casco antiguo y Castellana

Por cierto, y haciendo un inciso, Ignacio Armada se refiere también al skyline: "En el abc de la narrativa fílmica estadounidense, existe desde hace décadas un recurso muy empleado, conocido como sky-line. Esa línea del cielo, que supone tomas aéreas de los horizontes y lugares más relevantes o identificables de la urbe, con planos picados y cenitales, permite al cineasta, generalmente, realizar una virtuosa economía en el desarrollo del relato, puesto que mientras contemplamos el inicio de la película con los títulos de crédito y de vanidad del equipo técnico y artístico, a la vez nos situamos rápidamente en el lugar de la acción sin necesidad de prolegómenos". Esto por si alguien entendía que el término no era básicamente paisajístico. Aunque primitivamente en inglés se refiera a la línea del horizonte tanto urbana como no urbana ya vemos que en este caso se centra en las áreas urbanas. Y todavía hay interpretaciones mucho más restrictivas que entienden la expresión relacionada sólo con el recorte sobre el cielo de las torres y edificios altos.

Vista de Madrid desde el suroeste, de FJP

El caso es que esta falta de identidad de la ciudad se ha mantenido también en su silueta. Aunque la imagen panorámica de Madrid cambia de forma notable según el punto de vista (no es lo mismo viniendo por la carretera de Valencia que por la de A Coruña) se podría describir como bastante homogénea en su estrato construido. Un cuerpo de edificación bastante compacto que sigue las ondulaciones del terreno y del que no sobresalen por su altura demasiados edificios y un basamento de vegetación variable según los lugares desde donde se mire. Este basamento es muy importante y abarca la totalidad de la ciudad si las miradas son del noroeste y es prácticamente inexistente desde el sureste. En cualquier caso, este “poblachón manchego ampliado” como en algunos casos se le denomina atendiendo a su caserío, nunca se ha caracterizado por una silueta aristocrática o de altos vuelos. Esto no quiere decir que no haya tenido sus “incidencias” que se han quedado siempre (hasta hoy) en el ámbito doméstico.


Obviando la imagen más primitiva de la ciudad (centrada en la llamada “cornisa de Madrid” con el Palacio Real como edificio principal mirando al Manzanares) que se reproduce en una foto más arriba, el primer grupo de “incidencias” estaba constituido por el edificio España y la Torre de Madrid. El edificio España fue construido en el año 1953 y cuenta con 25 plantas con una altura de 117 metros. Cuatro años más tarde se terminaba la Torre de Madrid ya con 37 plantas y 142 metros de altura, siendo en su momento el edificio de hormigón más alto del mundo. Los proyectos fueron de los arquitectos Joaquín y Julián Otamendi. El conjunto de ambos edificios junto con la plaza que delimitan fue durante años (todavía lo es) un elemento emblemático de la ciudad. Pero un emblema doméstico. Todavía conservo las fotos de mis padres cuando vinieron por primera vez a Madrid: estaban hechas en esta plaza intentando por todos los medios incluir en la foto la Torre de Madrid lo que obligaba a que aparecieran únicamente sus cabezas de las que surgía el edificio.

El Edificio España y la Torre de Madrid, de Lauris

El problema de este conjunto desde el punto de vista del perfil de la ciudad es que estaba situado en una cota muy baja y, por tanto, no destacaba excesivamente. El edificio de Telefónica, Gran Vía arriba situado a una cota muy superior sobresalía más sobre la masa compacta del zócalo edificado. En cualquier caso no tenían fuerza suficiente para caracterizar de forma inequívoca a la ciudad en el ámbito internacional y eso que la Torre de Madrid fue hasta el año 1967 el edificio más alto de Europa y llegó a gozar de una cierta notoriedad.

El perfil característico de Torrespaña, basado en James T Menendez

Durante veinticinco años la silueta urbana de la ciudad no varió ostensiblemente y para varias generaciones de madrileños parecía que las cosas se estabilizaban. Pero en el año 1982 se inauguró Torrespaña (o Torre España, según versiones) que con sus 220 metros más 12 de la antena se convierte en el edificio más alto del país. “El pirulí” como se le llama popularmente, sí que supuso un impacto importante en la silueta de la ciudad, no sólo por su perfil tan característico, sino también por el hecho de albergar los servicios informativos centrales de TVE lo que hizo que apareciera como “logo” en muchos programas de televisión. Sin embargo tampoco terminó de cuajar como imagen distintiva de la ciudad porque se parecía demasiado a otras torres de comunicaciones que se estaban construyendo en todo el mundo. Además, poco tiempo después se empezó a desarrollar el complejo de negocios de Madrid AZCA (Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo, que tal era su nombre completo) con edificios de gran altura que, aunque no llegaban a los 220 de Torrespaña, al ser varios, influyeron de forma notable en el cambio de silueta de la ciudad.

Parte del complejo AZCA sin la Torre Windsor, de Dgr

En este complejo de negocios se construyeron varios edificios emblemáticos: la Torre Windsor (destruida hace tres años por un incendio), la Torre del Banco de Bilbao de Saénz de Oiza, o la Torre Europa de Oriol. Pero la que destacó de forma inequívoca fue la Torre Picasso del arquitecto japonés-americano Yamasaki (que fue también el proyectista del World Trade Center de Nueva York). Se inauguró en 1988 y sus 157 metros de altura la convirtieron en la más alta de Madrid, si exceptuamos Torrespaña. Aunque Torrespaña nunca ha sido considerada propiamente como edificio, sino más bien como “artefacto” de comunicaciones ello no invalida su fuerza para caracterizar la silueta urbana de la ciudad.

Torre Picasso en AZCA, de Lau

Ya en el año 1996 se inauguran las Torres KIO (ahora rebautizadas como Puerta de Europa). Se trata de dos torres gemelas inclinadas 15º respecto a la vertical proyectadas por Philip Johnson y John Burgee y cuya forma las ha dotado de una cierta notoriedad. Aunque cuentan tan sólo con 27 plantas repartidas en sus 114 metros de altura el hecho de encontrarse en el remate del eje de La Castellana (vía norte-sur que ha organizado la ciudad siendo un referente durante muchos años) y su extraña disposición, hicieron que pronto gozaran de gran popularidad.

Las torres KIO hoy, al fondo las Cuatro Torres, de Nada Nunca es Nada

Existe una cierta “leyenda urbana” respecto a estas torres que dice representan el mal. Leyenda no se sabe muy bien si acrecentada o creada por el director de cine Álex de la Iglesia cuando las señaló como símbolo del diablo en su película “El Día de la Bestia”. Pero claro, un símbolo de este tipo (aunque sea la única obra en España de Philip Johnson, premio Pritzker de arquitectura en 1979) no puede pretender llegar a convertirse en elemento característico de la imagen en ninguna ciudad (?). Estas torres, junto a Torrespaña y Torre Picasso constituyen el segundo grupo de elementos configuradores de la silueta urbana de Madrid. Pero las cosas se aceleran y no pasarán ni doce años para que vuelva a cambiar.

Torrespaña con las Cuatro Torres al fondo
También Torres Blancas de Javier Saénz de Oiza
y el Hotel Puerta América de Jean Nouvel
ambos en primer plano (imagen de Lauris)

En el año 2008 en los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid reconvertidos legalmente en suelo urbano apto para albergarlas (muchos hablan de una de las mayores operaciones especulativas de los últimos años) se levantan las Cuatro Torres Business Area. Estas torres rompen definitivamente la escala tradicional del caserío de Madrid.

Las Cuatro Torres y el caserío tradicional, de La Región

Los números son impactantes si los comparamos con lo anteriormente existente: Torre Espacio (224,5 metros de altura, 53 plantas), Torre Sacyr Vallehermoso (236 metros, 52 plantas), Torre de Cristal (249 metros, 52 plantas), Torre CajaMadrid (250 metros, 45 plantas, el edificio más alto de España).

Imagen basada en una foto de Peruarki

Son visibles desde casi todos los puntos de la ciudad y desde los alrededores se observan como cuatro grandes gigantes andando sobre una masa de liliputienses.


Si observamos el plano de situación de estos elementos que configuran la silueta urbana de Madrid puede verse como, a partir de la construcción de AZCA se han ido colocando a lo largo del eje norte-sur de la ciudad, y cada vez más hacia el norte. Incluso las Cuatro Torres están alineadas paralelas a este eje. El significado sobre la imagen de la ciudad es obvio: sólo las vistas desde el este o desde el oeste ofrecen un despliegue de los elementos configuradores que tiene interés. El problema formal es que en estos casos la masa potente de las torres que han asomado este año al cielo de Madrid queda muy lateral y descompensada. Como si la ciudad no tuviera que ver con ellas.

Skyline de Madrid, Alberto Racatumba, 2008

Me temo que en estas condiciones tendremos que seguir esperando “a que acaben Madrid” (aunque que yo sepa, gracias a Dios, nadie tiene la concreta misión de hacerlo). Al fin y al cabo si los madrileños han esperado ya dos siglos desde que José Bonaparte empezó las obras en 1809 bien pueden esperar unos añitos más. Lo cual, desde el punto de vista de muchos de los que vivimos en este aglomerado que es actualmente la capital, probablemente sea lo que mejor le pueda pasar. La ciudad sin imagen (tal parece el titulo de una película) probablemente esté mejor preparada que otras para reconvertirse una vez más en algo nuevo, que no necesariamente tenga que ver con su silueta recortada en el cielo de Velázquez o con la ciudad de los topos que están creando año a año las tuneladoras en el subsuelo.

Skyline de Madrid, Anton Van der Wyngaerde, 1562
Vista desde el Cerro Garabitas

El dicho popular es sabio: “De Madrid al cielo, y en el cielo, un agujerito para verlo”. Y es que, según la leyenda, las almas de los que han muerto en Madrid se reúnen, de madrugada, en la Casa de Campo (quien quiera ir a contemplar el espectáculo es en el Cerro Garabitas) y suben todas juntas hacia el cielo en una nube de rosas y violetas (con alguna pincelada de verde perdida entre los vapores). Cuando llegan parece ser que abren un agujerito en el cielo para ver desde allí la ciudad de sus amores. Por eso hay que tener cuidado con los edificios altos en esta ciudad, no sea que tapen el agujerito y las almas de los difuntos se queden sin saber como será Madrid “cuando lo acaben” no se sabe quienes.


martes, 9 de septiembre de 2008

El Algarrobico: justicia y esperanza

El pasado 20 de octubre del 2007 en la entrada “La paradoja ecológica o el malvado ecologista” aparecía la foto que se reproduce abajo. La incluí porque representaba de forma elocuente uno de los símbolos de la lucha ecologista en España: la denuncia de la construcción de un hotel en la zona de El Algarrobico en el municipio de Carboneras (Almería) en terrenos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (aunque tanto Azata del Sol, la promotora del hotel, como Cristóbal Fernández, alcalde de Carboneras, en una entrevista que puede leerse aquí, no lo entienden así).


Con fecha 5 de septiembre de 2008, Jesús Rivera Fernández, magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Almería, ha dictado una sentencia que empieza a poner algunas cosas en su sitio. Aunque la sentencia no sea firme y es probable que el litigio tenga todavía que recorrer un largo camino, se trata de un primer paso que casi todos deberíamos celebrar porque impone la racionalidad y la Justicia (con mayúsculas) por encima de cualquier otra consideración. En una controversia jurídica a veces es complicado saber de que parte está la razón y, en ocasiones, los jueces se ven obligados a dictar sentencias que cumplen la Ley pero que son, a todas luces, injustas e irracionales. Esto es así, claro está, porque las leyes las hacen seres humanos y, por tanto, son imperfectas. Y un juez, tiene que aplicarla aunque le parezca irracional o injusta (dicho así, a grandes rasgos, aunque habría que matizar y explicar estas palabras). La entrada de hoy va a ser dura. Y en un doble sentido. Dura de leer porque voy a tratar temas jurídicos. Y dura para mis alumnos porque trataré de la parte menos idílica de la profesión: la que tiene que ver con la lucha entre el llamado “desarrollo” entendido como “crecimiento de la urbanización” y una naturaleza cada vez más debilitada.

Localización del hotel, de Google Earth

A mediados del año 2003 se comenzó la construcción de un enorme hotel de más de 400 habitaciones en la playa del Algarrobico presuntamente en una zona del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y, además también presuntamente, dentro de los cien metros de servidumbre de la zona de protección definida por la Ley de Costas de 1988. Las obras se paralizaron cautelarmente por orden judicial el 30 de marzo de 2006 (paralización ratificada hace unos seis meses por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía). Antonio Baena, portavoz de Azata, cuando se produjo la ratificación de esta paralización por el TSJA dijo que no importaba demasiado ya que el plan parcial que afectaba al sector donde se asentaba el hotel se había aprobado antes de que entrara en vigor la Ley de Costas y que, por tanto, entendían que la licencia era legal. Fuera o no fuera legal la licencia lo que no tiene duda, para todos los que hayan visto la situación del hotel, en vivo o en fotografías, es la irracionalidad de su construcción. La defensa de esta irracionalidad no le corresponde a un partido político determinado (en este caso el alcalde es socialista, pero es una simple anécdota, podía haber sido de cualquier otro partido) sino que hunde su raíces en una sociedad que antepone determinados valores de confort y despilfarro a cualquier otra consideración.

Titulo de la foto en Panoramio: Hotel maldido - Almería

Mediante el decreto 418/1994, de 25 de octubre, se aprobó el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Según la planimetría publicada en el BOJA número 203 de 22 de diciembre de 1994 este Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) situaba el lugar del hotel en la subzona C1 incompatible con su uso urbanístico. Como saben mis alumnos (se lo explico todos los años) la Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre obligaba, según el artículo 5.2 a adaptar todos los instrumentos de ordenación territorial o física a lo que dijera tanto el Plan de Ordenación de Recursos Naturales como el Rector de Uso y Gestión y, mientras esto no ocurriera las determinaciones del PORN se aplicarían “en todo caso, prevaleciendo sobre los instrumentos de ordenación territorial o física existentes”. Algo parecido sucede con la actual Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

Localización del Parque Natural, extraído del PORN

Después de desmontar las alegaciones de la defensa sobre cuestiones formales relativas a la legitimidad de algunos de los recurrentes la sentencia entra al fondo del asunto. El juez pone claramente de relieve la necesidad de haber adecuado el planeamiento de Carboneras al PORN tal y como he explicado en el párrafo anterior. Pero va más allá. No me resisto a transcribir íntegramente este párrafo de la sentencia ya que puede ser de gran interés para que los alumnos de arquitectura lleguen a entender que el planeamiento es una auténtica norma jurídica (como una ley) sea escrito o dibujado. Y por la trascendencia que tiene su aprobación ha de rodearse de todos los requisitos y cautelas que marca la Ley que casi nunca son “mera burocracia caprichosa” sino que responden a la necesidad de seguridad jurídica (como bien se ha demostrado en este caso). Por tanto, un dibujo de este tipo en un plano no responde sencillamente a “cánones de belleza” sino que crea derechos y obligaciones y, por tanto, ha de tratarse con un cuidado exquisito. Bien, la sentencia dice textualmente lo siguiente:

En el plano aprobado el hotel estaba en la zona C1…
Imagen de Ecologistas en Acción
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“La Administración Autonómica no solamente no ejercitó sus potestades y facultades en defensa del medio ambiente –entre otras, la de suspender la ejecución de las obras en un suelo incompatible con el uso urbanístico por estar incluido en una de las zonas de protección de las recogidas en el PORN de Cabo de Gata-Níjar-, sino que, para orillar la aplicación de las limitación de usos que imponía la Subzona C1 en que se localizaban los terrenos en los que se desarrollaba la construcción del hotel, de forma clamorosamente contraria al ordenamiento jurídico, intentó, con la pretensión de adaptar el PORN a las NN.SS. –en una operación inversa a la que debería haberse producido, esto es, la adaptación del planeamiento al PORN, y no de éste a aquél-, modificó la planimetría oficial –recuérdese que ésta era la publicada en el BOJA número 203, de fecha 22 de diciembre de 1.994, fecha de publicación del Decreto 418/1994, de 25 de octubre, que aprobó el PORN del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar- sin someterla a procedimiento alguno”. Y más adelante, “Antes al contrario, el Jefe del Gabinete de Planificación de la Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales, en el informe emitido en fecha 11 de marzo de 2.008, unido a los presentes autos, reconoce que, "…la Consejería de Medio Ambiente, advertido error en la zonificación del Parque Natural procedió a su rectificación por vía de hecho”. Esta inaceptable e inviable –desde el punto de vista jurídico- modificación por la vía de hecho de un plano aprobado oficialmente y, por ende, único que desplegaba efectos jurídicos, se pretende cobijar bajo la mera afirmación, huérfana de las más mínima motivación, de que se produjo un error en la Cartografía de Ordenación correspondiente al Plan de Ordenación de Recursos Naturales publicado en el BOJA”. Estas durísimas palabras del juez espero que hagan meditar a mis alumnos sobre la necesidad de diferenciar entre el dibujo de un plan y otros dibujos que no generan derechos y obligaciones.

…en el plano modificado “de hecho” aparece en la D2
Imagen de Ecologistas en Acción
Pinchando en la imagen puede verse a mayor tamaño

Pero la cuestión no termina aquí. Se alegaba otro motivo para solicitar que el Ayuntamiento de Carboneras revisara la licencia concedida al hotel: la vulneración de la ley de Costas. Aunque las cuestiones colaterales que rodean este tema son más complicadas de explicar que las anteriores, la conclusión del juez es también bastante contundente sobre la necesidad de adaptar el Plan Parcial a la Ley de Costas: “Por tanto, el Ayuntamiento de Carboneras debió proceder a la revisión del Plan Parcial del Sector S-T1 –anteriormente, Sector R-5 de las NN.SS. de Carboneras- para adaptarlo a las previsiones de la Ley de Costas, en la que se prevé que si el suelo cuenta con Planes Parciales aprobados definitivamente con posterioridad al 1 de enero de 1988 y antes de la entrada en vigor de esta Ley, que resulten contrarios a lo previsto en ella “…deberán ser revisados para adaptarlos a sus disposiciones, siempre que no dé lugar a indemnización de acuerdo con la legislación urbanística” (por supuesto que el juez ha razonado anteriormente porque no ha lugar esta indemnización). Se demuestra también que el Ayuntamiento tenía perfecto conocimiento “hace ya veinte años que la zona de servidumbre de protección era de 100 metros”.

Concentración de especies de flora, extraído del PORN

Por todo ello el fallo es sumamente claro: “…estimo los recursos contencioso-administrativos interpuestos por la “Asociación Salvemos Mojácar y el Levante Almeriense” y la “Federación Provincial de Ecologistas en Acción Almería”, en el recurso principal y por la “Federación Provincial de Ecologistas en Acción en Almería” en el recurso acumulado número 73/06 del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de los de Almería y por la Consejería del Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, en el recurso acumulado número 228/06 del Juzgado de igual clase número 1 de esta ciudad, frente a las desestimaciones presuntas de las respectivas solicitudes de revisión de oficio, de que más arriba se ha hecho expresión, del acuerdo de la Comisión de Gobierno del Iltmo. Ayuntamiento de Carboneras, adoptado en la sesión de 13 de enero de 2.003, mediante el que se otorgó licencia de obras para la construcción “Hotel Azata del Sol”, en la playa denominada “El Algarrobico” y, en consecuencia, anulo dichos actos presuntos por no ser conformes a derecho, ordenando al Ayuntamiento de Carboneras que inicie el procedimiento de revisión de oficio de este acto nulo de pleno derecho con observancia de lo declarado en el fundamento jurídico sexto de la presente resolución, y sin hacer expresa declaración sobre las costas causadas.”

Acción de Greenpeace pidiendo la demolición, de Greenpeace

Bien, de momento, la licencia concedida es nula de pleno derecho. Felicidades a “Asociación Salvemos Mojácar y el Levante Almeriense” y a Ecologistas en Acción (en concreto a la “Federación Provincial de Ecologistas en Acción Almería”). Pero también a Greenpeace que desarrollo toda una campaña mediática al respecto (todavía sigue con ella hasta que desaparezca físicamente el hotel). Y a tantas otras personas anónimas, o con nombres y apellidos, que se han manifestado en todos los sitios que han podido en contra de la construcción de este hotel. Como por ejemplo, los que han colgado fotos en Panoramio (ligado a Google Earth) con títulos tales como: “El hotel maldito – Almería”, “Hotel ilegal, playa del Algarrobico” o “Que lo tiren YA”. En definitiva, un día feliz para casi todos en espera de que, por fin, el hotel sea demolido. Y no tanto por lo que pueda representar para el Parque Natural (parte del daño ya ha sido realizado) sino por el hecho, no sé si simbólico, de que las cosas puedan estar cambiando. Esperemos que los costes de demolición y las correspondientes indemnizaciones no repercutan sobre los bolsillos de todos los españoles sino solamente sobre los de los culpables (funcionarios, políticos y promotores) por acción u omisión.

Pintada de Greenpeace en el “Hotel Ilegal”, de Greenpeace

Esta vez, con la alegría de saber que la Justicia ha ganado un punto (y que todos hemos ganado muchos) sólo quería comentar esta sentencia. En un próximo artículo trataré de razonar sobre las causas de que estas cosas sucedan, independientemente de los partidos políticos que en ese momento estén en el poder (no es una cuestión que afecte sólo al PP, al PSOE, a IU o a cualquier otro partido), sobre la liquidación de la naturaleza en toda la costa española, sobre la creencia (no sé si infundada) de que todos tenemos derechos pero no obligaciones y sobre la teoría de que todo el territorio tiene derecho a ser urbanizado (en contra de mi hipótesis sobre los territorios asimétricos). También sobre los que no se alegran y las causas. Así, el alcalde de Carboneras dice en unas declaraciones recogidas por el diario El País el 11-05-2006 con ocasión del anuncio de la Junta de Andalucía de comprar el hotel: “Carboneras tiene derecho a no ser una reserva india y las administraciones tienen que compensar a los carboneros para que puedan vivir del turismo”. Este párrafo del alcalde centra perfectamente la polémica y explica muchas cosas. Podría ser suscrito por una parte muy importante de los habitantes de Carboneras independientemente de que simpatizaran por un partido político o por otro. Y, en el fondo, es un párrafo cargado de razón. Porque enfrente está una sociedad hipócrita convencida hasta la muerte de que hay que conservar el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, pero que no está dispuesta a realizar ni el más mínimo sacrificio para mantenerlo, esperando, eso sí, que los propietarios afectados (ellos sólos) carguen con el deber de conservación. Pero este razonamiento no invalida, de ninguna manera, la necesidad de actuar legalmente. De no ser así nuestra convivencia democrática tiene muy pocas posibilidades. Para terminar me gustaría reproducir otro párrafo de la sentencia donde el juez no sólo se limita a resolver sobre la forma y el fondo del asunto, sino que también busca responsabilidades:

Titulo de la foto en Panoramio: Que lo tiren YA

“La abulia y desidia de la Corporación Local demandada y de la Junta de Andalucía en la defensa del interés general representado por el respeto a la normativa sectorial de costas y medio ambiente, cuya conculcación ha sido ampliamente expuesta y razonada en los precedentes fundamentos jurídicos (de hecho, de no haber sido suspendida la ejecución de las obras del Hotel por auto de este Juzgado de fecha 21 de febrero de 2.006, en la pieza separada de medidas cautelares, el citado Hotel, que ya se encontraba en la última fase de su construcción, habría comenzado su actividad, aumentando, de este modo, el eventual quantum indemnizatorio a percibir por los promotores), así como la anuente conducta del ente autonómico con esas vulneraciones del ordenamiento jurídico, que se concretó en la burda maniobra de sustituir la planimetría del PORN oficialmente publicada por otra en la que se ubicaban los terrenos en una zona, la D2, en la que no resultaba incompatible el uso urbanístico, permitiendo, de esta guisa, la construcción de un hotel en suelo de especial protección estatuida en la Ley de Costas, presentan, sin perjuicio de una ulterior y más depurada calificación jurídica, los caracteres de los delitos de prevaricación administrativa y contra la ordenación del territorio, definidos y sancionados, respectivamente, en los artículos 404 y 319 y 320 del vigente Código Penal, por lo que procede deducir testimonio de las presentes actuaciones y remitirlas al Ministerio Fiscal, a los efectos oportunos”.

Titulo de la foto en Panoramio: Hotel ilegal, playa del Algarrobico

Pero que nadie se llame a engaño. Esta no es una cuestión que un partido político pueda esgrimir frente a otro: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Y si por oportunismo lo hace, cometerá una grave error, porque tarde o temprano se le volverá en su contra si es que no le estalla directamente en las manos. Esta es una cuestión de fondo básicamente social (independientemente de responsabilidades personales que para eso están los fiscales) y todos nosotros deberíamos mirar que hemos hecho, que estamos haciendo y, sobre todo, como gobernaremos nuestro futuro. El premio que muchos alcaldes y ediles han recibido en las pasadas elecciones (sin hacer distingos de su color político) por haber destruido el patrimonio natural de sus municipios cementándolos sin ningún criterio ni planteamiento de futuro, debería de hacernos reflexionar. Lo mismo que ese titular de La Voz de Almería del 20 de noviembre del 2005: “Carboneras se echará a la calle si se derriba el hotel”. De momento parece que la justicia ha hecho un poco de sitio a la esperanza.